El conflicto israelo-palestino
estaba convertido ayer en una guerra de nervios, con escaramuzas puntuales,
para ver quién saca mejores puntos ante la comunidad internacional.
Soldados israelíes mataron a un miembro de las milicias armadas
del movimiento palestino Al-Fatah en la ciudad cisjordana de Hebrón,
lo que eleva a más de 30 el número de asesinatos selectivos
del ejército de Israel, que además seguía concentrando
tropas, tanques y carros blindados en el vecino distrito de Belén.
La víctima de Hebrón es Eimad Abu Sneina, de 25 años,
a quien fuentes militares israelíes responsabilizaron de decenas
de ataques armados, tanto contra sus soldados como contra los alrededor
de 450 colonos de extrema derecha que viven en el asentamiento judío
de esa ciudad de Cisjordania, situada a unos 20 kilómetros al sur
de Jerusalén.
Los autores del asesinato selectivo de Abu Sneina fueron soldados
de una unidad de elite del ejército israelí cuyos miembros
suelen ir disfrazados de árabes (y a quienes llaman mistaravim
en hebreo), que lo esperaron a la puerta de su casa en una camión
de marca Mercedes y le dispararon 15 balas. El miembro de
las milicias armadas (llamadas en árabe tanzim) de
Al-Fatah el principal movimiento palestino, cuyo líder es
Yasser Arafat murió en el acto. Al mismo tiempo, las tropas,
tanques y carros blindados del ejército israelí seguían
concentrados a la entrada de la localidad de Beit Jala próxima
a la ciudad cisjordana autónoma de Belén y a unos siete
kilómetros al sur de Jerusalén, donde se encontraban
desde la tarde del día anterior. Simultáneamente, el Ejército
entró ayer en la ciudad cisjordana de Rafah, en la Franja de Gaza,
para luego retirarse luego de lanzar una cantidad de disparos al aire
sin que se registraran muertos ni heridos. Claramente, la táctica
de los israelíes se está orientado a las medidas disuasorias,
evitando una confrontación directa que podría causar muchas
bajas del lado opuesto y las críticas de la comunidad internacional.
Esta táctica fue inaugurada con la incursión del lunes en
la ciudad palestina de Jenin en Cisjordania, donde toda la respuesta por
los atentados suicidas que causaron 18 muertos en Jerusalén y 15
heridos en Haifa la semana pasada fue demolir una comisaría vacía.
El despliegue israelí, que según fuentes del ejército
israelí puede desembocar en una incursión militar, se llevó
a cabo algunas horas después del último disparo que efectuaron
palestinos desde Beit Jala contra el vecino barrio-asentamiento judío
de Gilo situado en Jerusalén oriental-, el martes, que causaron
heridas a uno de sus habitantes y daños materiales a varias viviendas
en las que entraron las balas.A ese respecto, el ministro israelí
de Defensa, Benjamín Ben-Eliézer, dijo: Si continúan
los disparos contra Gilo, no nos quedaremos de brazos cruzados.
En realidad, las tropas israelíes iban a invadir la localidad palestina
de Beit Jala en la tarde del martes, según trascendió ayer,
cuando numerosos gobernantes, políticos y diplomáticos de
Israel y de otros continentes se atribuían el haberlo evitarlo.
Sin embargo, fuentes del ejército israelí, que citó
la radio estatal de su país sin revelar sus nombres, dijeron que
la operación no se anuló, sino que se ha aplazado.
Por ello, numerosos palestinos cristianos que son mayoría
en Beit Jala abandonaron sus casas en esa localidad y se fueron
a las de sus familiares en las vecinas Belén y Bet Sajur. Tenemos
miedo de que Israel conquiste Bet Yala, como se rumorea, y también
parte de los (vecinos) campos de refugiados de Deheishe y de Aida,
decían los palestinos que abandonaban la zona. Por su parte, el
jefe de los servicios secretos de la Autonomía Palestina, el general
Amin al-Hindi, dijo que hay muchas medidas que se pueden tomar para
afrontar una incursión u ocupación israelí de territorios
palestinos liberados.
Entretanto, el ejército israelí dio mano libre
a sus soldados a la hora de abrir fuego contra palestinos, 600 de los
cuales murieron desde que comenzaron los enfrentamientos armados entre
ambas partes, hace casionce meses. En ese período, murieron 157
israelíes, tanto civiles como militares.
De la ONU, ni hablar
Mientras el presidente George W. Bush renovaba su pedido al líder
palestino Yasser Arafat para que cese la violencia, Estados Unidos
reiteró ayer su oposición a que las Naciones Unidas
actúen en Medio Oriente, a pesar de una nueva demanda de
los palestinos para que se reúna el Consejo de Seguridad
del organismo multilateral. Uno de los portavoces del Departamento
de Estado norteamericano, Philip Reeker, indicó que Estados
Unidos siempre trató de detener la escalada de violencia
entre Israel y los palestinos, pero consideró que la intervención
de la ONU no será de ninguna ayuda. Ya en marzo pasado, durante
una de las escasas reuniones del Consejo sobre Medio Oriente, EE.UU.
vetó el envío de observadores internacionales a los
territorios palestinos, pero la negativa de ayer, junto con el reclamo
de Bush, puede estar señalando una matización de las
condenas norteamericanas a las represalias israelíes contra
los atentados palestinos.
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PROTESTAS
DANESAS POR UN EX DIRECTOR DEL SHIN BET
Un embajador de seguridad interior
Por Andrew Osborn
Desde
Bruselas
El nuevo embajador de Israel
en Dinamarca causó una tormenta de protestas ayer en Copenhague
a causa de su anterior puesto como jefe del servicio de inteligencia israelí,
una tarea en la que admitió haber autorizado la tortura contra
detenidos palestinos. Los grupos de derechos humanos quieren que Dinamarca
arreste a Carmi Gillon por violar la convención de la ONU sobre
la tortura, pero Copenhague dice que la inmunidad diplomática tiene
precedencia, y que se le ha dicho al embajador que no será arrestado.
Gillon y su esposa fueron recibidos al llegar al aeropuerto de Kastrup
por la delegación danesa de Relaciones Exteriores antes de ser
trasladados, en medio de grandes medidas de seguridad, a la embajada de
Israel. Gillon dijo que estaba muy contento y orgulloso de ser el
nuevo embajador de Israel en Dinamarca.
Tanto Amnesty International como el miembro del Parlamento danés
Soren Sondergaard pidieron que Gillon fuera investigado y procesado por
la policía por tortura si se llega a reunir la evidencia suficiente.
Los manifestantes también convergieron hacia la embajada de Israel
en Hellerup, suburbio de la capital danesa. Unas 1500 personas, muchas
de ellas palestinas, se reunieron afuera de la embajada en varias marchas
de protesta, vigiladas por 60 policías antimotines con perros.
Aparentemente, la embajada contrató una protección de 24
horas para Gillon. El nombramiento provocó controversia en Dinamarca
después que Gillon dijo a los medios locales que él había
autorizado la tortura mientras fue jefe del servicio de seguridad de Shin
Bet, desde 1995 hasta 1996. También dijo que había apoyado
la presión moderada contra los militantes palestinos
capturados pertenecientes a Jihad islámico o al grupo Hamas, una
apreciación que cayó muy mal en Dinamarca, que se enorgullece
de sus valores humanitarios. Los grupos de derechos humanos sostienen
que Gillon era responsable por la tortura de cientos de palestinos detenidos,
incluyendo Abed Samed Khariza, que fue torturado hasta la muerte al tercer
día de estar en la custodia de Shin Bet. Se afirma que los detenidos
eran sometidos a privación de sueño, a prolongados períodos
esposados en posturas dolorosas y a violentas sacudidas.
Souhal Ibrahim del grupo antidiscriminación Idfad, que organizó
una de las manifestaciones de ayer, dijo que sus miembros no descansarían
hasta que Gillon fuera arrestado. Lo seguiremos adonde vaya en funciones
oficiales, le dijo a este diario. Esperemos que Dinamarca
respete la justicia internacional. Es una situación muy seria cuando
alguien confiesa que tortura. Pero un alto diplomático danés
dijo que Gillon sería tratado como cualquier otro embajador.
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