Por Richard Norton-Taylor
Desde
Londres
Una avanzada de hasta 400 soldados
británicos será despachada este fin de semana a Macedonia
para prepararse para un plan de la OTAN consistente en recolectar y destruir
las armas en manos de las guerrillas de la etnia albanesa que han estado
amenazando con la guerra civil a ese país de los Balcanes por los
últimos seis meses. Después de semanas de intensas negociaciones
que finalmente llevaron a un acuerdo de paz firmado el lunes, los gobiernos
de la OTAN dieron ayer la luz verde para enviar las tropas el primer
paso, esperan, hacia el emplazamiento de una fuerza internacional de al
menos 3.500 soldados en Macedonia en las próximas semanas.
Las tropas británicas, de la brigada de asalto 16 basada en Colchester,
una fuerza de reacción rápida que incluye el segundo
batallón de paracaidistas del regimiento estarán al
mando del brigadier Barney WhiteSpunner. Su tarea inmediata, según
dijeron ayer fuentes de defensa, será preparar el terreno para
lo que la OTAN insiste que será una misión limitada, bajo
el nombre en código de Cosecha Esencial: reunir las armas entregadas
por el Ejército de Liberación Nacional de la etnia albanesa
(UCK, por sus iniciales en albanés. WhiteSpunner mantendrá
conversaciones cara a cara con los líderes de las fuerzas macedonias
y de la guerrilla para determinar si el acuerdo de paz podrá sobrevivir
a lo que algunos funcionarios denominaban ayer la recepción
local. Su análisis de la situación determinará
si los gobiernos de la OTAN dan el visto bueno para proceder con la operación
de recolección de armamentos.
Si esto ocurre, tropas de la OTAN bajo mando británico, incluyendo
soldados franceses, italianos y griegos, entrarán a Macedonia en
una misión que según insistieron fuentes de la Alianza
ayer estará limitada a 30 días. La contribución
británica a la fuerza de la OTAN será de más de 1000
hombres; también se incluirán tropas de la República
Checa, Alemania, Hungría, Holanda, Noruega, España y Turquía.
El gobierno macedonio aprobó formalmente ayer el emplazamiento
de la OTAN después de pedirle a su Parlamento que enmiende la Constitución
para garantizar a la minoría étnica albanesa una mayor participación
y poder en la policía, el Parlamento y la educación. Crucialmente,
el presidente Boris Trajkovski ha ofrecido amnistía a los rebeldes
del UCK (Ejército de Liberación Nacional) que se rindan
voluntariamente y no sean culpables de crímenes de guerra. Sin
embargo, todavía queda por resolver una disputa. La guerrilla quiere
que el plan de paz sea implementado plenamente y la ley de amnistía
sea puesta en vigor antes de que empiece a desarmarse, mientras el gobierno
macedonia dice que primero los rebeldes deben entregar sus armas. La OTAN
dice que ambos procesos deben ocurrir simultáneamente. Tampoco
está claro cuántas armas tiene la guerrilla. Fuentes de
defensa británicas estiman que hay 3000 combatientes albaneses
y que sus armas son unos pocos miles. El ministerio de Defensa de Macedonia
dice que hay hasta 8000 rebeldes que poseen al menos 8000 armas.
Yves Brodeur, un portavoz de la OTAN, insistió que la decisión
de enviar la avanzada británica no prejuzgaba una decisión
posterior sobre el emplazamiento pleno de la fuerza de tareas. Pese a
la determinación de preparar el terreno y su insistencia de que
el cese del fuego debe parecer duradero, fuentes británicas
de defensa dijeron ayer que los ministros eran muy conscientes de los
riesgos de empantanarse en una tercera misión balcánica
siguiendo las operaciones de mantenimiento de la paz en Bosnia y Kosovo.
Esto podría llevar a serios problemas de sobreextensión
y poner en peligro un importante ejercicio militar de miles de tropas
británicas en Omán el mes que viene.
COMO
VIVEN AMBOS LADOS EL ACUERDO DE PAZ
Entre temores y Kaláshnikovs
Por José
Comas
Enviado
especial a Skopje
La firma del acuerdo en Macedonia
tuvo una acogida negativa entre la opinión pública eslava.
Los periódicos mostraban escepticismo, que se resume en el titular
de primera página del más prestigioso, Dnvenik: Macedonia
ha entregado su Constitución. ¿Entregarán los albaneses
las armas?. Se trata de la famosa pregunta del millón, porque
sin duda buena parte de los jóvenes albaneses que se han alzado
en armas le ha tomado el gusto a llevar un subfusil Kaláshnikov
al hombro.
Una anécdota ocurrida tras la firma del acuerdo de paz ilustra
sobre el difícil camino que le espera a Macedonia. Los dirigentes
políticos de los partidos albaneses que firmaron el acuerdo, Arben
Xhaferi e Imer Imeri, aprovecharon la ocasión para hacer sus primeras
declaraciones en albanés y poner a prueba el flamante acuerdo.
La reacción de los periodistas macedonios eslavos fue como si les
hubiese picado una avispa. Uno de ellos increpó a Xhaferi y le
dijo que por qué no hablaba también en turco y en lengua
gitana, otra de las minorías que viven en Macedonia. Un periódico
calificó de dura provocación la declaración
en albanés.
Para entrar en el pueblo de Kamenjane, al lado de la autopista y a unos
cinco kilómetros de Tetovo, el viajero se topa de narices con un
retén de media docena de individuos vestidos con camisetas azul
oscuro con el logotipo del UCK (Ejército de Liberación Nacional
de la etnia albanesa). Los jóvenes, de aspecto campesino, van armados
con el famoso AK-47, más conocido como Kaláshnikov, y se
advierte que se sienten bien en su papel de autoridad que decide quién
pasa al pueblo. En las camisetas llevan grabado 112 Brigada Muyahid
Aliu del UCK. El tal Aliu nació en Poroj, un pueblo al lado
de Tetovo, el 15 de enero de 1974 y no vivió mucho, sólo
25 años. Murió Aliu el 14 de abril de 1999 en Kosovo, en
lucha contra el Ejército de Yugoslavia. El control del periodista
se centra en las acreditaciones y no registran el vehículo. No
se advierte que se comporten con especial saña ni fanatismo. La
imprudencia de este enviado de llevar en la cartera una credencial del
gobierno de Yugoslavia, debajo de la de las fuerzas de paz para Kosovo
(Kfor), sólo provocó, al ser descubierta, que uno de los
jóvenes del UCK mirase una y otra vez todos los papeles, pero no
impidió el paso. El UCK de Kosovo hubiese organizado un número
importante ante semejante error.
Antes de llegar al puesto de mando, para entrevistarse con el comandante
Malisevo, jefe del UCK en la zona, se atraviesan otros retenes que tampoco
dan muestras de excesiva soberbia armada. Malisevo ha abandonado el lugar,
se supone que para acudir a una reunión con los mandos supremos
del UCK. En Kamenjane hace varios días que el UCK controla el pueblo.
Una de las medidas adoptadas por los alzados fue desalojar un local de
alternadoras búlgaras que entretenían al personal de la
localidad a base de ejercicios de danza del vientre y descorche. En la
parte oeste de Tetovo, los hombres del ELN se mueven a sus anchas, toman
café con los subfusiles sobre las rodillas y algunos llevan granadas
al cinto. Todavía no había circulado la noticia de que el
mando político había aceptado el desarme.
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