Por Santiago Rodríguez
Por un radicalismo progresista
y popular, prometía el cartel instalado detrás del
escenario del microestadio de Ferro, donde la UCR bonaerense formalizó
anoche el recambio de sus autoridades, y ninguno de los oradores defraudó.
A lo único que el radicalismo de la provincia no renunció
es a defender la dignidad de nuestro partido y los postulados que dieron
origen a la Alianza, dijo para empezar el primer candidato a diputado
Leopoldo Moreau. Exigimos, con el derecho que nos dio el pueblo,
que funcione un gobierno de coalición popular que enderece el rumbo
en la Argentina, reclamó después el nuevo titular
del Comité provincia, Federico Storani, además de advertir
que es necesario reprogramar la deuda externa que nos acogota.
Y Raúl Alfonsín remató: Que nadie nos venga
a decir que va a haber un nuevo ajuste que caerá sobre los sectores
que menos tienen. No lo vamos a aceptar.
El acto en el que Moreau le pasó el mando de la UCR bonaerense
a Storani fue un virtual lanzamiento de campaña suyo y de Alfonsín
y constituyó sólo un anticipo del tono crítico a
la gestión de Fernando de la Rúa que los radicales de la
provincia imprimirán a la campaña electoral, así
como de la reivindicación que harán de la Alianza como el
instrumento político adecuado para salir de la crisis. No sólo
lo confirmaron los discursos de los protagonistas de la noche, sino también
la presencia y el trato que recibieron dirigentes del Frepaso como Graciela
Fernández Meijide, Rodolfo Rodil y los intendentes Oscar Laborde
(Avellaneda) y Martín Sabbatella (Morón). Y si algo faltaba
para completar lo aportó la militancia que desde las tribunas del
microestadio de Ferro se acordó en más de una oportunidad
de la madre del ministro de Economía, Domingo Cavallo.
Antes del acto Alfonsín admitió que en las encuestas por
ahora voy segundo, pero dijo no tener ninguna duda de que
vamos a terminar primeros y broméo: Voy a correr a
lo Leguisamo. Ya de campaña, y en busca de descontar la amplia
ventaja que le lleva el peronista Eduardo Duhalde, sobre el escenario
reclamó más tarde la autodeterminación, para
que no nos manden desde afuera, y la independencia de adentro, para que
no caiga en manos del lobby de los poderes concentrados.
Se habla de déficit cero, pero nosotros queremos hablar en
serio y hacer el hambre cero, remarcó también Alfonsín,
quien demás está decir -como en todo acto radical
se llevó la mejor de las recepciones de parte de los militantes.
Fue a esa altura cuando advirtió que no vamos a aceptar un
nuevo ajuste sobre la base del hambre de nuestro pueblo y señaló
que a los jubilados les han robado parte de sus salarios.
Además de los socios frepasistas que se acercaron al acto, desde
los lugares de privilegio lo seguían Aldo Neri y Horacio Vivo los
primeros candidatos a diputados del radicalismo porteño que junto
a Rodolfo Terragno derrotaron al delarruismo en la interna del último
domingo.
Más directo en su crítica fue aún Storani. Le
decimos al Gobierno que escuche el pronunciamiento de los partidarios
que lo llevaron al poder. Le queremos extender la mano, pero tiene que
tomarla y dejarse ayudar, afirmó el ex ministro del Interior,
quien exhortó a recrear un eje de la Alianza popular capaz
de construir una alternativa de poder, que traiga crecimiento económico,
mayor empleo, defensa de la educación pública, igualdad
de oportunidades y transformación, que es la deuda que aún
está pendiente en la Argentina.
Storani aclaró, además, que no se puede pedir que
se firmen cheques en blanco cuando se afectan cuestiones de principios
y criticó que el ajuste caiga siempre sobre los que menos
tienen porque el esfuerzo tienen que hacerlo los que concentraron
el poder económico durante la fiesta menemista. Por si fuera
poco, agregó que el primer eje de la unidad nacional debe
ser la reprogramación de la deuda externa que nos acogota.
LA
MAYORIA SILENCIOSA DEL OFICIALISMO SUMO A CIEN
Los e-mails no son masivos
Por Romina Calderaro
Llegaron cuando se fueron los
piqueteros. Con pilotos y paraguas ellos, bañadas en perfumes caros
ellas, con celulares casi todos. Empleados rasos y empleados jerárquicos
de los bancos, gente vinculada a la consultoría de empresas, amas
de casa con doble apellido. A las siete de la tarde, cuando sonaron las
campanas de la Catedral, aplaudieron al Gobierno en la Plaza de Mayo.
Eran unas cien personas que se autoconvocaron a través del e-mail
para apoyar al gobierno de Fernando de la Rúa. No debe haber
habido otra forma de implementar el déficit cero. No me parece
tan justa su implementación, pero yo creo que el Gobierno no ha
tenido otra opción. Para tomar una medida tan discutida por la
mayoría hay que ser bastante valiente, nada demagogo, dijo
a este diario Delia, una ama de casa de doble apellido.
Somos cuatro gatos locos, reconoció un hombre de unos
cincuenta años, al comprobar que la Mayoría Silenciosa
que convocaba a la manifestación de apoyo al gobierno no pasaba
de cien personas. El mail convocaba a un encuentro sin banderas
políticas, sin oradores, sin discursos, sin piquetes, sin paros,
sin reclamar planes trabajar. Juan, un joven de 27 años que
se definió como técnico, explicó por
qué fue hasta la Plaza de Mayo para aplaudir al oficialismo. Estoy
acá para mostrar mi apoyo al gobierno democrático que fue
elegido. No me parece ni justa ni injusta la implementación del
déficit cero. Es muy fácil decirlo desde mi posición.
Yo no soy ni jubilado ni empleado público. Pero es mucho más
fácil recortarles dos o tres meses a los jubilados y después
recortarles a los otros. Les doy dos o tres meses para que hagan las cosas
que tienen que hacer, opinó. Respecto de los piqueteros,
sostuvo que son gente que no tiene ningún respeto por nada.
Son piqueteros profesionales y he perdido horas de trabajo por culpa de
ellos.
Mariano, también de 27 años, trabaja en un banco. Y defendió
al Gobierno porque la forma en la que se está implementando
el déficit cero es la única que pudieron encontrar para
hacerlo lo más rápido que se necesita aunque podría
complementarse con algo más de fondo, que es lo que deben estar
pensando. De los piqueteros, dijo que divido lo que son los
organizadores de la gente que está un poco afectada e involucrada
en la situación mala. Pero no entiendo a los que están cobrando
para ir a un piquete. Y estoy en contra de los que los organizan porque
defienden sus intereses personales y no los de la gente que dicen representar.
Las mujeres también dijeron presente. Mariana 29 años,
consultora de empresas dijo que me parece bueno el déficit
cero aunque fue a destiempo. Sobre Domingo Cavallo, aseguró
que la parte social del ministro sigue siendo dura. Lo que sucede
es que no quiero criticar sin yo decir cuál puede ser la solución.
Y respecto de los piqueteros, sostuvo que veo bien que la gente
salga a decirle al gobierno lo que piensa, pero de otra forma. Así,
nos molestamos entre los que trabajamos.
Delia, una ama de casa de 50 años y perfume penetrante, explicó
así su apoyo a la convocatoria. En este momento tenemos que
apoyar lo que está haciendo el Gobierno. No sé si hay una
solución mejor, pero pienso que la intención debe ser buena,
explicó.
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