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CUARENTA ONG DENUNCIAN LA FALTA DE MEDICAMENTOS CONTRA EL VIH
El calvario de esperar los remedios

Por primera vez, todas las entidades vinculadas a la lucha contra el VIH-sida se unieron para denunciar al gobierno nacional por la irregular provisión de los medicamentos. Una organización presentó un amparo por la dudosa calidad de los que sí se entregan.

La falta de medicamentos ya originó protestas callejeras de las ONG en
otras oportunidades.

Por Pedro Lipcovich

“Es un crimen contra 16.000 argentinos.” Quien formuló la acusación representa a una de las 40 organizaciones no gubernamentales en VIH/sida que, por primera vez, se unieron para denunciar al gobierno nacional: según las entidades, dejó de cumplirse adecuadamente la entrega de medicamentos; cuando se entregan, su calidad es dudosa; además, el médico tampoco tiene las herramientas para administrarlos bien, porque en muchos lugares no se cumplen los análisis necesarios para monitorear los tratamientos. Una de las entidades, avalada por las demás, presentó ayer un recurso de amparo contra el Ministerio de Salud de la Nación. Las ONG señalan también la responsabilidad de gobiernos provinciales como el bonaerense. De las iniquidades denunciadas, la menor pero la más conmovedora fue comunicada a este diario por una voluntaria del conurbano bonaerense: se quitó del vademécum un remedio para chicos con sida que venía con gusto a frutilla y muñequito, por lo cual deben ser obligados a tomar, varias veces cada día de su vida, el remedio “con gusto horrible”.
“Prácticamente todas las ONG del país, y las redes de personas viviendo con VIH, estamos en estado de alerta general, porque el problema es gravísimo”, anunció a este diario Kurt Frieder, director ejecutivo de la Fundación Huésped. La cuestión más aguda es la falta de medicamentos: “No siempre son los mismos: a veces faltan más unos, a veces otros. No se hacen en tiempo y forma los estudios diagnósticos de carga viral y conteo de linfocitos CD4, imprescindibles para orientar los tratamientos”. En una declaración conjunta, las ONG intimaron “al Ministerio de Salud de la Nación y Unidad Coordinadora Ejecutora a proveer de inmediato toda la medicación a todos los efectores del país y garantizar su disponibilidad ininterrumpida”.
¿Por qué faltan los remedios? Según las ONG, una causa es que “el Ministerio de Salud compra mal: prepara los pliegos de licitación de tal manera que se presentan empresas que no tienen el medicamento que ofrecen y recién cuando ganan la licitación salen a buscarlo: entonces entregan tarde, y el ministerio las multa por importes que son ridículos, de modo que a las empresas les conviene seguir así”, explica Javier Hourcade Bellocq, de la Fundación Spes, que ayer presentó un recurso de amparo ante la Justicia por la falta de garantías sobre la calidad de los medicamentos antirretrovirales en circulación en el país.
¿A quiénes afecta la carencia? “Cuanto más lejos esté el paciente de la Capital Federal, menos acceso a la salud tendrá –destaca Hourcade Bellocq–: porque quienes viven en la Ciudad de Buenos Aires tienen la posibilidad de buscarlos directamente en el Ministerio de Salud, en el conurbano bonaerense ya muchos no pueden hacerlo y en provincias alejadas la gente directamente queda fuera del sistema de salud. Y esto es un crimen.”
La Red Bonaerense de Personas Viviendo con VIH/sida comunicó “irregularidades en la provisión y distribución de medicamentos”, denunció el faltante de la droga Efavirenz y de remedios “del vademecum básico para enfermedades oportunistas y profilaxis”. Un ejemplo concreto lo aportó a este diario María del Carmen Allende, voluntaria en el Hospital Petrona V. de Cordero de San Fernando: “Hemos formado un grupo de autoayuda y una persona viaja a buscar la medicación al Ministerio, pero no en todos los hospitales pueden hacer eso. Además, no está llegando el Nelvir, que es un medicamento para niños. Antes recibíamos una presentación que venía con muñequitos y gusto a frutilla pero después la sacaron del vademecum; es difícil lograr que los chicos tomen todos los días de su vida remedios con gusto horrible”. Rubén López, paciente de la Red Bonaerense, señaló que “ayer me quedé sin medicación, porque no me la entregó IOMA, mi obra social; por suerte, un compañero me prestó lo que me faltaba y esta vez no tuve que interrumpir el tratamiento”.
A los incumplimientos de obras sociales y prepagos tampoco es ajeno el Estado: “El Ministerio de Salud tiene y debe ejercer el poder de policía sobre esas entidades y, además, hacerse cargo de las prestaciones que faltaran”, señaló Mario Burgos, de Fundación Red, quien además señaló “la responsabilidad compartida de los gobiernos provinciales: el bonaerense, por ejemplo, por convenio con la Nación quedó a cargo del análisis de linfocitos CD4, esencial para monitorear tratamientos, y hace dos meses que casi no se está haciendo en toda la provincia”.
Tampoco se empezaron a hacer las pruebas “de bioequivalencia y biodisponibilidad” para establecer la calidad de los medicamentos que se venden en la Argentina, pese a las denuncias de entidades médicas sobre efectos adversos gravísimos en los pacientes”, agregó Frieder.
Por estos incumplimientos, “la Argentina está incumpliendo la resolución que firmó en la Sesión Especial de las Naciones Unidas sobre Sida, el 27 de junio, que procura garantizar el adecuado tratamiento del VIH/sida; en realidad, ya en aquella reunión hubo indicios inquietantes, cuando el Gobierno envió a esa reunión, de presidentes y ministros de Salud, una representación con rango de subsecretaría”, observó Patricia Pérez, de la Red Nacional de Mujeres conviviendo con VIH.
La titular de la Unidad Coordinadora Ejecutora del Ministerio de Salud, Mabel Bianco, respondió a las críticas: “Sólo hubo faltantes de dos medicamentos. La falta de Abacavir se debe a que es un producto relativamente nuevo, cuyo consumo creció mucho este año respecto de las previsiones del año pasado. En cuanto al Efavirenz, la falta responde a que la licitación fue impugnada por otro oferente, y tuvimos que hacer una contratación directa”. En cuanto a las pruebas de bioequivalencia y biodisponibilidad, “no es responsabilidad nuestra sino de la Administración Nacional de Alimentos y Tecnología Médica (Anmat)”.

 

De investigar, ni hablar

Por P.L.
“En el programa de la Argentina en VIH/sida no está incluida la investigación –deplora Horacio Salomón, titular del Centro Nacional de Referencia para el Sida, que funciona en la UBA y donde se hacen los análisis de carga viral–. Otros países destinan recursos a subsidiar las investigaciones en el área, mientras el Estado argentino reduce los salarios de los investigadores y las autoridades de la Unidad Ejecutora de Sida del Ministerio de Salud insisten en que su programa es sólo de asistencia y no de investigación. Sin embargo, la investigación permite aplicar los recursos del Estado en forma más racional. Por ejemplo, conocer cuál es el tipo de virus que circula en el país y qué grado de resistencia tiene a las drogas actuales permitiría comprar las drogas más específicas y evitar gastos inútiles, además de contribuir a evitar que los científicos, en cuya formación la Argentina gastó miles de dólares, se vayan a trabajar al exterior.”

 

RECURSO DE AMPARO POR LOS REMEDIOS ONCOLOGICOS
La provincia tampoco entrega

Ante el incumplimiento por parte del estado bonaerense de un fallo que le ordenaba retomar la entrega de medicamentos oncológicos a 117 pacientes de la región sanitaria V, la Defensoría oficial de San Martín presentó un nuevo recurso de amparo, en representación de los médicos del Hospital Eva Perón. El recurso fue aceptado por la jueza Gladys Zaldúa, que instó al Ministerio de Salud provincial y al Banco de Drogas bonaerense a entregar los medicamentos en 48 horas, bajo apercibimiento de iniciar las acciones penales correspondientes.
La sentencia que ordenaba al gobierno bonaerense reanudar la entrega de medicinas para pacientes oncológicos –suspendida el pasado 3 de julio– también había sido firmada por Zaldúa, el viernes 10. También se basaba en un recurso de amparo presentado por los médicos del Eva Perón, entre ellos los jefes de servicio Adrián Hannois (Oncología), Rolando Comolli (Clínica Médica), César Seghezzo (Urología), Jorge Manrique (Clínica Quirúrgica) y Juan Normandi (Ginecología).
Los profesionales basaron su pedido en el riesgo que significa, para sus pacientes, el dejar de recibir las medicinas en cuestión. “Se trata de 117 personas de entre 13 y 85 años, personas que llevan una vida normal en tanto estén usando estas drogas”, explicó a Página/12 el médico Norberto Tarrío, secretario gremial del hospital. “Los medicamentos mejoran su calidad de vida y les da la posibilidad de curarse; pero si no los toman, tienen un 60 por ciento de sufrir metástasis en unos años”, agregó. La mayor parte de los pacientes afectados por la suspensión son mujeres de entre 40 y 50 años, con cáncer de mama o de útero.
En respuesta al primer pedido de la magistrada, el banco de drogas mandó al Eva Perón apenas 29 tratamientos, y parciales: sólo fueron entregados los comprimidos, mientras que los medicamentos en ampolla –inyectables, y más costosos que los primeros– siguen brillando por su ausencia. “El mayor padecimiento de estas personas no es su enfermedad, sino su pobreza: si tuvieran trabajo, no necesitarían del estado para curarse”, reflexionó Tarrío.
Los 88 tratamientos restantes nunca llegaron al hospital. Por esa causa, los médicos volvieron ayer al despacho de la defensora oficial de San Martín, Viviana Salomoni, quien presentó un nuevo recurso de amparo ante Zaldúa. “A primera hora de la tarde (de ayer), la jueza notificó al ministro (Juan José) Mussi y al titular del Banco de Drogas provincial, para que en las próximas 48 horas entregue los medicamentos, bajo apercibimiento de iniciar acciones penales”, explicó Tarrío.

 

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