Por Jamie Wilson,
Richard Norton-Taylor, Martin Hodgson y Julian Borger *
Desde Londres, Bogotá y
Washington
Una y otra vez durante las
interminables negociaciones y paréntesis que han constituido el
proceso de paz en Irlanda del Norte, Sinn Fein se las ha arreglado para
sacar ventaja a su oposición unionista. Pero a comienzos de esta
semana, una de las maquinarias políticas mejor aceitadas de Europa
sufrió un súbito parate por hechos que estaban ocurriendo
a 7500 kilómetros de distancia, en la polvorienta sala de llegadas
del aeropuerto de El Dorado.
Sin duda, los otros pasajeros que estaban desembarcando en Bogotá
del vuelo proveniente de San Vicente del Caguán apenas habrán
alzado una ceja ante el arresto de tres hombres por miembros de las fuerzas
de seguridad colombianas. Pero dentro de las 48 horas, la novedad de que
tres conocidos miembros del IRA Provisional estaban siendo arrestados
después de que aparentemente pasaran cinco semanas en un campo
de entrenamiento con una organización guerrillera en Colombia había
puesto otro palo en la rueda del proceso de paz.
Sigue siendo un misterio qué estaban haciendo exactamente los hombres
del IRA en las junglas infectadas de malaria de Colombia. Pero algo es
indudable, y es que nadie cree que meramente se encontraran en el lugar
de paseo, como ellos han dicho a sus interrogadores. Los duros dentro
de la comunidad unionista saltaron ante la noticia como prueba de que
la declaración de la semana pasada del IRA en el sentido de que
había acordado a un procedimiento confidencial de decomisión
con el comité de desarme general John de Chastelain no valía
el papel en que estaba impresa. Sinn Fein ha estado tratando de distanciarse
de los tres hombres, pero la ventaja moral que el partido ganó
después del rechazo de los unionistas ha empezado a desvanecerse.
Incluso un vistazo por arriba al currículum de los tres hombres
detenidos vuelven dudosas como mínimo las desmentidas
de Sinn Fein. James Monaghan, acusado en 1971 de poner bombas incendiarias
en comercios, fue incluido en una lista de fugitivos por Sinn
Fein durante las negociaciones con el gobierno. Efectivamente lo es, y
las fuerzas de seguridad creen que es el ingeniero en jefe del IRA Provisional.
En 1989, compartió la plataforma con Gerry Adams en el Ard Fheis
(conferencia anual) de Sinn Fein, aunque fuentes republicanas dicen que
abandonó el comité ejecutivo del partido algunos años
atrás. Martin McCauley, proveniente de Co Armagh, fue herido
por una unidad encubierta del RUC (Royal Ulster Constabulary, policía
norirlandesa) que mató a su amigo Michael Thige en 1982 uno
de los incidentes que disparó las investigaciones sobre la práctica
de tirar a matar, mientras el tercero, Niall Connolly, descrito
por las fuerzas de seguridad como el contacto de los republicanos en Cuba
desde 1996, aparentemente jugó un papel importante en la organización
de la visita de Adams a América latina el mes que viene.
La indignación unionista ante estas revelaciones era previsible,
pero quizá lo más perjudicial a largo plazo para el Sinn
Fein ha sido el vuelco de opinión operado en Estados Unidos por
los vínculos del IRA con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de
Colombia (FARC), una organización guerrillera marxista bien armada
financiada con dinero narco. Estados Unidos ha comprometido más
de 1000 millones de dólares a la guerra contra el narcotráfico
en Colombia, donde la CIA coopera de manera muy estrecha con la inteligencia
colombiana. Un editorial inusualmente incisivo del Washington Post a comienzos
de esta semana culpó al IRA por el colapso del proceso de paz,
reflejando un estado de desilusión más amplio en el Capitolio.
El editorial, titulado Los amigos irlandeses de Fidel, dijo
que las ofertas de desarme del IRA llegaban demasiado tarde y eran demasiado
vagas en una coyuntura crítica como la actual. Adams solía
tener amigos en Washington, pero ahora son cada vez menos, agregó.
Si, como la evidencia crecientemente sugiere, los irlandeses estaban en
Colombia en una misión del IRA a las FARC sobre triangulación
de armas, las consecuencias probablemente serán devastadoras para
la ya debilitada influencia del IRA en Washington. Sinn Fein recolecta
unos 700.000 de dólares al año en Estados Unidos, donde
la población de origen irlandés tradicionalmente entrega
apoyo material y político al IRA. Los tres hombres entraron a Colombia
con documentos falsos, afirmando ser periodistas. Ya se encontraban bajo
el ojo vigilante de las fuerzas de seguridad colombianas el 3 de julio,
cuando volaron desde Bogotá hasta San Vicente del Caguán,
la localidad principal dentro del enclave controlado por las FARC. La
zona desmilitarizada fue cedida a las FARC por el presidente Andrés
Pastrana en 1998 en un intento de llevar a los rebeldes a negociar. En
teoría, las autoridades civiles retienen el control de los cinco
departamentos de la región, pero los residentes locales dicen que
la palabra de las FARC hace la ley. Los funcionarios colombianos afirman
que los rebeldes usan la zona como un trampolín para acciones ofensivas
en el resto del sur del país.
Las FARC empezaron como una banda de campesinos armados a mediados de
los años 60, pero han crecido hasta ser un ejército de 17.000
hombres. Sus unidades pueden controlar muchas áreas rurales, pero
no se sienten muy cómodos en las áreas urbanas, que son
la especialidad del IRA. De acuerdo a oficiales del Ejército, los
irlandeses sospechosos fueron recibidos por una comitiva de las FARC que
los llevaron en auto en dirección norte, hasta la población
de La Macarena. Se cree que las FARC mantienen varios campos de entrenamiento
en las cercanías.
Según fuentes de seguridad británicas, fue en uno de estos
campos que los tres hombres del IRA intercambiaron conocimientos con las
FARC y probaron nuevos equipos para la fabricación de bombas. Recientemente
las FARC han empezado a usar morteros de fabricación casera basados
en cilindros de gas repletos de explosivos y piezas de fragmentación.
Fuentes diplomáticas dicen que el IRA puede haber estado ayudando
a mejorar su puntería.
Las condiciones dentro de los campamentos de las FARC son espartanas:
los rebeldes duermen bajo carpas de plástico, y abundan la malaria,
el cólera y la fiebre de dengue, pero los tres hombres del IRA
pasaron más de un mes en la jungla antes de volver a Bogotá
y ser arrestados. El futuro de los tres probablemente será decidido
por las autoridades colombianas en los próximos días. Si
se los acusa de entrenar a las guerrillas izquierdistas, podrían
enfrentar penas de prisión de 20 años. Pese al hecho de
que las autoridades colombianas supuestamente realizaron pruebas químicas
que muestran que los hombres habían manipulado explosivos, algunos
agentes de seguridad colombianos dijeron que la evidencia posiblemente
no dé para más que para acusarlos del uso de documentos
falsos, un delito que usualmente se pena con una sentencia suspendida.
Ayer, fuentes de seguridad en Bogotá dijeron que las pruebas químicas
no arrojaron ninguna evidencia de narcóticos en la piel de los
hombres. Previamente, jefes militares habían dicho que se encontraron
rastros de cocaína y anfetaminas, generando especulación
de que los irlandeses podrían haber recibido su paga en drogas.
Pero sea cual sea el futuro de los tres, gran parte de Irlanda espera
que la ayuda que el IRA puede haber dado a las FARC para causar el caos
en las calles de Colombia no se replique, como resultado, en las calles
de Belfast.
* De The Guardian de Gran Bretaña, especial para Página/12.
Más piruetas
en el Ulster
Los gobiernos británico e irlandés están
haciendo piruetas de todo tipo para salvar el enclenque proceso
de paz en Irlanda del Norte. Primero presentaron un plan para salvar
el gobierno semiautónomo de la región. Como no funcionó,
Londres dispuso la suspensión de este gobierno por seis semanas
más para evitar su anulación definitiva, que habría
sido seguida de unas elecciones anticipadas de peligroso resultado.
Y ahora, cuando el Ejército Republicano Irlandés (IRA)
retiró su oferta de un desarme comprobable en
un plazo no estipulado, Gran Bretaña e Irlanda del Sur avanzan
en la otra dirección posible: la reforma de la policía
nordirlandesa, la Royal Ulster Constabulary (RUC). Ayer, el ministro
británico para el Ulster, John Reid, reveló ayer el
plan de reforma de dicha policía, y presionó a católicos
y protestantes para que lo acepten antes del martes. Pero ambas
partes criticaron el plan y lo rechazan de plano, en especial el
unionismo protestante, para quien la detención de tres presuntos
miembros del IRA en Colombia es un signo de que la ex guerrilla
católica no tiene ninguna intención de desarmarse.
Según los Acuerdos del Viernes Santo de 1998, tres son las
condiciones para que se alcance la paz definitiva y el gobierno
del Ulster pase a ser autónomo: el desarme del IRA, la reforma
de la RUC (constituida en un 92 por ciento por protestantes) y la
retirada del ejército británico de la región.
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Claves
El arresto de tres
cuadros del IRA en Colombia después de pasar más de
un mes con las FARC sumó argumentos en Irlanda del Norte
al campo unionista, que afirma que la oferta de desarme de los Provisionales
es falsa.
Al mismo tiempo debilita
la simpatía hacia el IRA en Estados Unidos, donde la comunidad
de origen irlandés aporta 700 mil dólares anuales
a los Provisionales. Esto es porque la ayuda del IRA a las FARC
va contra el Plan Colombia de EE.UU.: 1000 millones de dólares
para erradicar los cultivos de coca de que viven las FARC.
También Cuba queda
en posición comprometida, ya que uno de los detenidos vive
allí desde 1996 y organizó la gira de Gerry Adams
a la región incluyendo Cuba, Brasil y la Argentina
en septiembre.
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