Racing lo estrenaba todo: una camiseta nueva, seis refuerzos en la cancha de los diez que contrató, una ilusión renovada. Y aunque tuvieron que sufrir a la vieja usanza hasta el último cuarto de hora, y de milagro no les empataron en el descuento, los hinchas se marcharon enancados en una ola triunfalista que los hará soñar hasta el delirio, pensando que el próximo rival es Independiente y bromeando con que hasta hoy serán los únicos líderes del Apertura o que ya serían los campeones si el torneo se suspendiera... Racing le ganó 2-1 a Argentinos en el arranque del Apertura y, aunque fuera con un gol en contra, la victoria bien valió la mojadura.
El estímulo de la inefable hinchada contagió la caudalosa ansiedad del equipo, que le inyectó dinámica al arranque, ante un Argentinos entre cauteloso e impotente. Con Gustavo Barros Schelotto como lanzador para los movedizos Milito y Maceratesi, el equipo de Merlo se adueñó pronto del trámite, haciendo correr la pelota y derramando centros.
La presión no generaba tantas situaciones de gol pero Racing inclinaba la cancha. Y antes del cuarto de hora, se produjo lo que parecía inevitable. El lateral Arano robó una pelota en tres cuartos, avanzó sin marca casi hasta la medialuna y desde allí sacó un derechazo al medio del arco que Sanzotti, en espectacular volada, no pudo contener, un poco porque la pelota estaba mojada, otro tanto por su impericia.
Con la ventaja, Racing aflojó el ritmo. Siguió insistiendo con los remates de larga distancia –a los 18, Sanzotti le sacó un bombazo a Bastía– y con los cabezazos sobre el área. Pero esa dinámica del arranque fue mermando, entre el dominio del resultado y el estado del terreno que quitaba piernas.
Argentinos se animó un poco. Kuhl le apuntó al primer palo obligando a Pezzutti estirarse, y el grandote Hurtado obligaba a los centrales Loeschbor y Ubeda (quedó la duda sobre si no cometió un penal) a pasar sofocones. Los delanteros locales se retrasaron, apostando a generar réplicas peligrosas, o a aprovechar las cabezas de Loeschbor o Maciel.
Precisamente fue así que Racing pudo haber marcado el segundo gol, cuando el ex Almagro cabeceó a un metro del arco, Sanzotti la desvió, la pelota pegó en el travesaño y salió por muy poco.
El ingreso de Cordone en el segundo tiempo pareció contagioso: Hurtado tuvo un par de oportunidades en los primeros diez, en el área chica local, mientras Racing apostaba por las jugadas de pelota parada y las cabezas. Milito lo perdió por poco y en la siguiente jugada, un tiro libre de cuidado se transformó en la igualdad. Insúa metió un zurdazo entre la barrera que sorprendió a Pezzutti.
La felicidad llegaría a 12 minutos del final: Rueda, que había entrado por Milito, tiró un centro fácil, y De Muner, que quiso rechazarla, le pegó mal y la introdujo en su propio arco. Insúa se perdió el empate en el descuento.

CON DOS PARTIDOS TELEVISADOS
Continúa el Apertura

Después de que los futbolistas determinaron el regreso del fútbol, el actual campeón San Lorenzo comenzará a defender su título cuando esta noche visite a Nueva Chicago, por la primera fecha del torneo Apertura. Para esta temporada, el equipo conducido por el chileno Manuel Pellegrini presentará algunas caras nuevas: Luis Medero, Diego Capria, Daniel Fagiani y Alberto Acosta. Al mismo tiempo, dejaron el club Fabricio Coloccini, Eduardo Tuzzio, Sebastián Abreu y Gustavo Campagnuolo. “Tengo mucha confianza en este plantel, y creo que podemos llegar a repetir el título”, señaló ayer Pellegrini. Por su parte, el ascendido Chicago buscará sumar puntos desde el comienzo, para no correr peligro en la tabla del descenso. Sus nuevas figuras son Walter Cáceres, Fernando Quiroz, Eduardo Magnín y Martín Valli.
En el otro encuentro que se jugará hoy, Central, en medio de un fuerte enfrentamiento entre los dirigentes y los barrabravas por la negativa de los primeros de entregarle entradas, recibirá a Lanús, que tendrá como objetivo elevar su bajo promedio. Ambos equipos estrenarán entrenadores: en el local estará Juan José López, y en el conjunto visitante el ex técnico de San Lorenzo y Boca, Carlos Aimar.

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