Por Oscar Ranzani
Buenos Aires no gana para sustos.
A la noticia conocida hace poco sobre los nuevos habitantes del zoológico
de Buenos Aires los vampiros, la especie más celebrada del
flamante nocturnario se le suma ahora una producción televisiva
de Infinito que busca desentrañar los misterios ocultos de la nueva
atracción del parque animal. Y todo tiende a desterrar antiguos
mitos: según los especialistas, los vampiros son sociables, es
mínima la probabilidad de que muerdan al hombre y, a pesar de lo
que sostenía hasta ahora el saber común (que los confundía
con los murciélagos), poseen buena vista y olfato. Sin embargo,
desde 1897, año de publicación de la novela Drácula
de Bram Stoker, numerosas hipótesis cobraron vida a lo largo de
los años alrededor de la difusa barrera creada entre realidad y
fantasía sobre el mito del legendario chupasangre. Con la intención
de acercar un conocimiento más amplio sobre el tema, la señal
Infinito dedicará del lunes 20 al viernes 24, siempre a las 21,
la Semana del Vampiro. La programación intentará
ir más allá de la conocida imagen del conde misterioso que
necesitaba beber sangre para mantener su inmortalidad.
La primera emisión, titulada En busca de Drácula,
estará centrada en la leyenda del célebre conde, que impulsó
a numerosas personas de Europa y América a convertirse en improvisados
cazadores de vampiros. La primera parte de esta serie de cinco documentales
indagará sobre las fuentes históricas de la historia de
Stoker y los antecedentes del personaje, como el caso de Vlad Tepes, llamado
el empalador, un sanguinario príncipe rumano del siglo
XV que utilizaba su poder para impartir los más crueles castigos
contra sus víctimas. Para torturarlas solía atravesarlas
con una larga vara, que luego clavaba en el suelo mientras agonizaban.
Además del empalamiento, el príncipe tenía otras
costumbres de un horrible sadismo: cortaba las narices y orejas de los
presos, hervía sus cuerpos, les arrancaba la piel y acompañaba
sus comidas con sangre de vírgenes. Fue sobre este siniestro personaje
real que Stoker desarrolló su criatura de ficción.
La segunda parte, Vampiros de Nueva Inglaterra, irá
el martes 21 y refiere a una historia nacida cien años antes de
la famosa novela. Si bien no hay probadas investigaciones sobre los hechos,
las leyendas que crecieron de generación en generación insinúan
la existencia de vampiros en la zona rural de Nueva Inglaterra. El documental
buscará entrar en el mundo oculto de esta peculiar creencia.
Vampiros irá el miércoles 22. Tomando como disparador
el caso de Rod Ferrel un joven estadounidense que practicaba el
vampirismo y que fue sentenciado a muerte por el asesinato de un matrimonio
en Florida, el tercer capítulo se lanza a especular sobre
la extraña pasión que despierta la sangre, y da cuenta de
las consecuencias de un mito convertido en realidad. El jueves 23 será
el turno de Las múltiples caras de Drácula,
cuarto capítulo del ciclo que abordará las distintas representaciones
del conde en el cine. El hombre-vampiro apareció por primera vez
en 1922 con el film Nosferatu del alemán Friedrich Wilhelm Murnau,
que adaptó libremente la novela de Stoker por carecer de los derechos
para su adaptación. Desde entonces, la industria cinematográfica
generó casi doscientas versiones, entre ellas la canónica
dirigida en Hollywood en 1931 por Tod Browning y protagonizada por Bela
Lugosi, un actor que desde entonces nunca pudo desprenderse de un personaje
que acaparó toda su personalidad.
Finalmente, el viernes 24, Vampiros al descubierto va más
allá de las viejas historias para acercarse hoy a aquellas personas
que abandonaron sus vidas rutinarias para convertirse al vampirismo. El
documentalindagará sobre casos que, más allá de las
leyendas urbanas, tienen nombre y apellido.
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