Por Sergio Moreno
El Gobierno decidió
modificar drásticamente la relación que dos empresas que
administran importantes servicios privatizados mantienen con el Estado:
Correo Argentino y Aeropuertos Argentina 2000. En la Casa Rosada ya han
tomado la decisión de ensayar una rescisión consensuada
del contrato de privatización del correo para que la empresa que
lidera Franco Macri se retire del negocio sin que ello signifique perjuicios
para ninguna de las partes (la empresa y el Estado argentino). En cuanto
a los aeropuertos, el grupo que lidera Eduardo Eurnekian y que gestiona
la mayoría de las terminales del país, la administración
De la Rúa ha decidido bajar el canon que paga anualmente, así
como la exigencia del monto de inversiones que AA2000 se comprometió
a realizar cuando ganó la licitación.
La información fue revelada a Página/12 por un importante
miembro del gabinete nacional, de estrecha relación con el presidente
Fernando de la Rúa, y ratificada por otro ministro de igual rango
y cercanía con el titular del Ejecutivo.
La situación financiera que dice padecer cada concesionario y
que el Gobierno considera veraz es distinta, aunque ambas coinciden
en que no pueden cumplir con las condiciones impuestas en el pliego de
licitación, que aceptaron y se comprometieron a respetar, y por
las cuales ganaron la compulsa y les fueron entregados los servicios otrora
en poder del Estado.
Mientras que el Gobierno piensa bajar el monto del canon anualizado que
debe pagar AA2000 y cambiar las condiciones del volumen de inversión
a realizar, al correo, lisa y llanamente, se le piensa rescindir el contrato.
Correo Argentino
Macri no puede pagar nada, cero, dijo uno de los altos funcionarios
consultados por este diario, refiriéndose al canon que debe abonar
anualmente el grupo que gestiona el correo.
A principios del año pasado (febrero de 2000), el concesionario
del Correo Argentino hizo conocer al por entonces ministro de Infraestructura,
Nicolás Gallo, que no estaba en condiciones de abonar la cifra
a la cual se había comprometido para ganar la licitación.
Además de una serie de maniobras permitidas por el Estado nacional
en el pasado (contabilizar en el rubro inversiones, a favor
de la empresa concesionaria, el monto de las indemnizaciones por despidos
de personal, por ejemplo), Macri elevó su queja por el canon y,
además, denunció la supuesta injusticia que
estaría cometiendo el Estado al no imponerle a sus competidoras
directas (OCA y Andreani, entre las más grandes) reglas similares
a las está sometido el Correo Argentino.
En el Gobierno son más que permeables y comprensivos con esa protesta.
En su extenso diálogo con Página/12, el alto funcionario
conocedor minucioso de la situación justificó
cada uno de los reclamos de Macri. Veamos:
u El Correo factura unos 500 millones de dólares anuales
y el canon es de 103 millones. O sea, debe pagar un 20 por ciento de la
facturación. Es imposible que lo pague, imposible. De hecho, no
lo paga.
u ¿Por qué debemos cobrarle eso al Correo mientras
que a las otras empresas grandes, sus principales competidoras, se le
cobra entre un 4 y un 6 por ciento? El Correo no tiene el monopolio de
la cuenta del Estado, la filatelia no genera ingresos significativos y
ha perdido las exclusividades en todos los servicios que tenían,
incluso en el envío de las cartas documentos que supone unos 30
millones de dólares por año.
u El mercado está deprimido. No da para la oferta que existe
en el país. Si, además, nosotros le imponemos condiciones
draconianas al Correo, lo matamos. El pliego de licitación que
se aprobó, que aprobó el Gobierno de Menem, es un disparate.
Entonces, ¿qué piensa hacer este Gobierno? preguntó
Página/12.
Rescindir el contrato respondió el funcionario.
La administración delarruista piensa que la rescisión debe
ser consensuada y no traumática. Para eso, el ministro de Infraestructura,
Carlos Bastos, mantiene regulares conversaciones con Macri en esta
semana que terminó se produjo la última, tratando
de evitar un conflicto judicial. Si Macri se retira, se va al carajo,
ese carajo sería carísimo; nos va pedir más plata.
Si llegamos a los tribunales, los únicos que ganarían serían
los abogados de las partes, ni Macri ni el Estado, argumentó
ante este diario el funcionario mencionado anteriormente.
Aeropuertos
La situación de la concesión de los aeropuertos también
será revisada por el Gobierno, a favor de la empresa concesionaria.
Aeropuertos Argentina 2000, que gestiona el aeropuerto de Ezeiza, el aeroparque
metropolitano y otras 31terminales áreas en todo el país,
planteó también a principios del año pasado sus problemas
financieros al Gobierno. Sus atrasos en el pago del canon de poco más
de 171 millones de pesos anuales han sido sistemáticos. Cuando
fueron otorgados los aeropuertos, en febrero de 1998, el Estado había
calculado recaudar 5.133 millones de pesos en los treinta años
de concesión que estipula el pliego de licitación. El grupo
liderado por Eurnekian se había comprometido, además, a
invertir en ese plazo 2.228 millones de pesos en obras. Ahora, tanto el
canon cuanto las inversiones serán revisadas y, es decisión
tomada ya en el Gobierno, flexibilizadas a favor del grupo concesionario.
¿Eurnekian pidió modificar el contrato? preguntó
este diario a un ministro.
Lo pide la realidad respondió, grandilocuente.
Eurnekian invirtió unos 350 millones de dólares, dejó
Ezeiza muy lindo, a la altura de los aeropuertos internacionales del primer
mundo. Pero nosotros queremos revisar dónde se pone la inversión
y la calidad de las mismas. Al Estado no le sirve que gaste millones en
marketing; preferimos que sean obras específicas de alta calidad.
Para eso, hay que eliminar el monto de compromiso, que el tipo invierta
una cantidad aceptable, pero en las obras en que estamos interesados ambos,
ensayó el ministro.
El funcionario sostiene que el canon que debe pagar AA2000 le impide avanzar
con otras obras que son, dijo, imprescindibles. El aeroparque está
parado, lo mismo pasa con Pajas Blancas (la aeroestación de Córdoba)
y otros aeropuertos del interior. No se está pudiendo invertir.
Eso hay que destrabarlo, sostuvo. Las intenciones del Gobierno referidas
a la renegociación del contrato licitatorio son las siguientes,
a la letra de los revelado por uno de sus más altos representantes
a Página/12:
u Si nosotros nos peleamos con Eurnekián vamos a salir en
la tapa de los diarios como San Martín, pero los aeropuertos van
a quedar parados, nosotros no nos podemos hacer cargo y crearía
un caos de difícil resolución hasta que se relicite. Ahora
bien, si renegociamos el contrato también nos ganamos los titulares,
pero esta vez como los malos de la película.
u La alternativa es que se haga de la manera más transparente
posible: que intervengan las comisiones del Parlamento, ustedes (el periodismo),
que se haga a luz del día. Pero hay que hacerlo ya; la crisis,
la caída de los ingresos, incluso el problema con Aerolíneas
(Argentinas) más el retiro de la SEPI del mercado han provocado
un agujero que el concesionario no puede llenar.
Según comentaron los dos altos funcionarios nacionales que hablaron
con este diario al respecto, ambas decisiones están tomadas. Quedan
por delante las negociaciones con cada uno de los concesionarios. Bastos,
como se dijo, ya viene pulseando con Macri para llegar a una rescisión
consensuada del contrato del Correo Argentino. Si eso se consigue, el
Estado relicitará el servicio. En cuanto a AA2000, se dará
una curiosa alquimia: el ministro Bastos, un cuadro del cavallismo, deberá
negociar con Eurnekián (el empresario ha dejado la presidencia
del grupo aunque mantiene el porcentaje accionario mayoritario) o con
alguno de sus delegados, que bien podría ser Guillermo Francos,
alto ejecutivo de AA2000, a la vez uno de los operadores políticos
más activos de Domingo Cavallo y, por ende, correligionario de
Bastos.
La cumbre bien podría ser en un local de Acción por la República.
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