Tres balazos a quemarropa y
un presunto intento de robo que nunca se concretó son las únicas
pistas en torno del asesinato de un oficial principal de la Policía
Federal ocurrido en el barrio porteño de Flores. El policía
Luis Esteban Rizzo, de 42 años, después de terminar su turno
en la comisaría 39ª, cayó herido en la puerta de su
domicilio, en Culpina al 1300, lugar donde se produjo el enfrentamiento
con tres hombres que escaparon luego de fracasar en su intento por robarle
el auto. Con la muerte de Rizzo suman 35 los policías federales
muertos en lo que va del año.
Rizzo, que era soltero, había comenzado su franco cerca de las
22 del viernes y se retiró, vestido de civil, de la sede de la
comisaría 39ª, en Olazábal 5437. Iba solo, al volante
de su automóvil particular, llevando a su espalda, colgado de una
percha, su uniforme policial, detalle que habría posibilitado su
identificación por parte de los tres desconocidos que, según
estimaron las fuentes consultadas, lo habrían encañonado
con sus armas con el propósito de robarle el vehículo.
El enfrentamiento Rizzo alcanzó a utiliza su arma reglamentaria
según determinaron las primeras pericias duró apenas
unos segundos y el policía recibió tres impactos en el pecho.
Como ya estaba de franco y sin uniforme, no llevaba puesto su chaleco
antibalas. En la casa de Culpina al 1300, donde vivía Rizzo con
su madre, sólo quedaron las huellas del tiroteo: las vainas servidas
que ahora permitirán saber qué tipo de arma llevaban los
supuestos ladrones.
Los testigos ni siquiera pudieron identificar con precisión la
marca del automóvil en el que se movilizaban los tres asesinos
del policía, que escaparon antes de que pudieran llegar al lugar
los efectivos de la comisaría 38ª, en cuya jurisdicción
ocurrieron los hechos. El propietario de una estación de servicio
vecina informó que el policía había pasado por el
comercio, como lo hacía habitualmente, luego de terminar su guardia.
Rizzo cargó nafta y compró cigarrillos. En ese momento
no había nadie siguiéndole los pasos y todo estaba tranquilo,
dijo una fuente policial consultada por este diario. En la casa de Culpina
hay un pasillo interno donde se supone que estaban ocultos los autores
del crimen, pero la información al respecto es todavía confusa.
No hay ningún indicio de que pueda tratarse de una venganza.
El único móvil que se investiga, por ahora, es el de robo,
sostuvieron las fuentes policiales.
Después del crimen hubo una gran movilización policial,
incluyendo la participación de helicópteros, pero los autores
del homicidio ya habían logrado escapar. Rizzo había ingresado
a la Policía Federal el 2 de abril de 1982. En sus 19 años
de servicio activo, el principal Rizzo había recibido felicitaciones
y recomendaciones de ascensos por parte de sus superiores, resaltaron
fuentes de la oficina de prensa de la Federal.
Por razones que no se aclararon, la familia de Rizzo mantuvo en reserva
el lugar donde se realizaba anoche el velatorio. El sepelio se realizará
hoy, a las 12, en el cementerio de Flores.
YA
HAY CASI 3000 EVACUADOS
Las aguas no bajan
Las inundaciones en la provincia
de Buenos Aires siguen sumando evacuados, a pesar de que cesaron las lluvias
y la sudestada. Defensa Civil informó que suman 2809 las personas
que tuvieron que abandonar sus hogares, la mayoría en el partido
de La Matanza, que ayer fue visitado por el vicegobernador Felipe Solá,
quien fue acompañado en su recorrida por el intendente local, Alberto
Balestrini. Las localidades más afectadas del partido son Gregorio
de Laferrère, Virrey del Pino y González Catán.
Carlos Mariescurrena, jefe de Operaciones de la Dirección de Defensa
Civil bonaerense, informó que también hay evacuados en Villa
Elvira, Los Hornos y Altos de San Lorenzo, barrios cercanos a la ciudad
de La Plata, en Chascomús, Brandsen, Pilar, Navarro, Luján
y Moreno. El subsecretario de Gobierno de La Matanza, Angel Aiza, afirmó
que la situación tiende a mejorar ya que el Río de
la Plata permanece estable, porque el viento del sudeste paró
y en consecuencia mermó el crecimiento de los ríos y arroyos
del partido cuyo caudal había crecido en los últimos días.
El río Matanza y el arroyo Morales habían desbordado, superando
las defensas costeras, provocando 2500 evacuados sólo en La Matanza.
Durante la recorrida de ayer, que incluyó una visita a las escuelas
134 y 46 de González Catán, el vicegobernador Solá
entregó ropa, comida, colchones y frazadas a las familias damnificadas.
Aunque las condiciones mejoraron, se estima que todavía demorará
el retorno a los hogares porque las casas (en su mayoría
precarias) siguen bajo las aguas y han sufrido daños en algunos
casos irreparables, comentó una fuente de Defensa Civil.
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