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CONTUNDENTE APOYO DEL GRUPO DE LOS SIETE A LAS NEGOCIACIONES
Siete ricos al rescate del deudor

Las principales potencias económicas apoyaron la negociación de Argentina con el EE.UU. �Somos optimistas sobre las perspectivas del acuerdo�, dijeron en un comunicado. En Olivos, hubo reunión de análisis y entusiasmo.


El apoyo de los Siete era una de las condiciones que exigía el FMI para ceder fondos a Argentina.
Se espera que la negociación con EE.UU. tome unos días más, y que se liberen fondos gradualmente.

Los países más poderosos, nucleados en el Grupo de los Siete, dieron un respaldo contundente a las negociaciones entre la Argentina y el FMI. �Somos muy optimistas sobre las perspectivas de un acuerdo que ayudaría a la Argentina a regresar a una economía sostenible�, señaló el G-7 a través de un comunicado dado a conocer ayer por la tarde en Washington. La decisión del Grupo aparece como un apoyo político decisivo para que los técnicos del Fondo Monetario rubriquen el acuerdo con la misión argentina, que incluirá durísimas condiciones a cambio de un desembolso extraordinario de fondos que, supuestamente, irían a engrosar las reservas del Banco Central. Anoche, en Olivos, Fernando de la Rúa y los ministros finalizaron la reunión de gabinete entusiasmados, con la expectativa de que, finalmente, el Tesoro de los Estados Unidos recomiende a la primera plana del Fondo la ayuda a la Argentina.
Con el firme respaldo político del G-7 �al que integran Japón, Canadá, Francia, Alemania, Gran Bretaña, Italia y el propio Estados Unidos� se dio una de las condiciones sugeridas por los directores del FMI para aprobar el envío de dinero fresco a la Argentina. Ahora, sólo resta que haga lo propio Estados Unidos, en donde, hasta el viernes, se debatía una dura interna gubernamental en torno al caso argentino. Mientras el Tesoro, con Paul O�Neill a la cabeza, se mostraba reticente al socorro, el Departamento de Estado se inclinaba por prestar la ayuda. Todo hace suponer que una vez definida la cuestión política se conocerán los detalles del acuerdo. Daniel Marx y los jerarcas del Fondo �tienen prácticamente terminados� los aspectos técnicos, tal como señaló Alfredo Castañón, secretario Legal y Administrativo del Palacio de Hacienda.
Fuentes del FMI en la capital estadounidense señalaron que las negociaciones se demorarán unos días más. Aunque no habría que descartar que, en caso de que Estados Unidos finalmente explicite su respaldo a la asistencia financiera, el Fondo dé a conocer las bases del acuerdo rápidamente para calmar a los mercados.
Precisamente, para evitar un derrumbe de los títulos argentinos con la consiguiente disparada del riesgo país en el inicio de la semana, el G-7 resolvió apurar la difusión del comunicado con el respaldo político a las negociaciones encabezadas por Horst Köhler.
El sellado del acuerdo permitirá a Domingo Cavallo embolsar dinero fresco e intentar recrear la confianza de los inversores. No sólo del exterior, que desde hace tiempo vienen disminuyendo su exposición en bonos de la deuda argentina, sino también de los ahorristas locales que sacan sus depósitos de los bancos. Desde el 4 de julio pasado, cuando en medio de versiones de renuncia de Fernando de la Rúa se inició la corrida bancaria, del sistema financiero salieron 9154 millones, el 10,6 por ciento del total de las colocaciones.
A cambio del socorro, la Argentina se comprometerá a cumplir con la ley de Déficit Cero (equilibrio de las cuentas públicas). El problema es que ni en Washington ni en Wall Street creen que Cavallo pueda lograrlo. Según cálculos privados, en caso de que no haya una mejora sustancial de la recaudación impositiva, para cumplir Economía debería profundizar el recorte de los salarios públicos y de las jubilaciones, hasta el 25 por ciento. Un escenario políticamente inviable. El propio Castañón admitió que la ley de Déficit Cero es �impopular�. En vista de este contexto, el influyente diario de negocios londinense Financial Times editorializó hoy instando a la Argentina a reestructurar la deuda.
Ante la incredulidad, lo más probable es que el FMI dé vía libre a un préstamo inicial más bien simbólico, mientras que el resto de los desembolsos se concretarán a medida que la Argentina demuestre su capacidad en el cumplimiento de aquella ley. Pero el Déficit Cero no será la única condicionalidad. También se tomará el compromiso de que el Congreso sancionará varias reformas �estructurales�: reforma previsional, desregulación de las obras sociales, una nueva ley de coparticipación impositiva con las provincias y la reestructuración del PAMI y de laAnses. Otra de las cuestiones que se analizaba era establecer un plan para los próximos diez años, cuyo rendimiento sería monitoreado regularmente. Ayer, Castañón negó que el FMI haya reclamado la derogación de la ley de Convertibilidad ampliada, que introdujo como respaldo monetario al euro además del dólar, y que desagrada a los técnicos del Fondo Monetario. �La canasta de monedas va a seguir adelante. Es ley y seguirá adelante�, afirmó el estrecho colaborador de Cavallo.
En todo caso, el próximo acuerdo con el Fondo promete recalentar el ambiente político. Desde las bancadas del justicialismo y de la UCR ya hicieron saber que �no hay margen para más ajustes�, tal como reconoció el senador oficialista Jorge Agúndez al propio Chrystian Colombo en una reunión que mantuvieron la semana pasada. Una óptica similar dejó entrever José Luis Gioja, titular de la bancada del PJ en la Cámara alta. �No hay posibilidades para leyes como el ajuste fiscal. Tendrán que usar los decretos y las facultades delegadas�, aseguró.

Datos de la crisis

El Grupo de los Siete dio un decisivo respaldo a las negociaciones entre la Argentina y el FMI.
Y se mostró �optimista� de que una eventual ayuda haga a la economía argentina �sostenible�.
La declaración deja las puertas abiertas a que se firme el acuerdo con el Fondo, una vez que el gobierno de George Bush defina su interna política.
El diario londinense Financial Times dijo en un editorial que Argentina debería reprogramar la deuda.
Pese al feriado, los bonos argentinos se negociarán en Wall Street.
En el Congreso ya se alzaron voces en contra de un eventual nuevo ajuste.

 

POLEMICA POR EL SEGURO CONTRA CORRIDAS DEL CENTRAL
Remedio o salvavidas
 de plomo


Varios bancos ya se bajaron del esquema de reaseguro del BCRA.

Por Claudio Zlotnik

La activación del seguro contra corridas del Banco Central genera polémica en la city. Ya no sólo porque algunas de las entidades aseguradoras vienen resistiéndose a poner la plata �de hecho el Credit Suisse First Boston de David Mulford se bajó de la lista� sino, además, porque algunos expertos sostienen que la línea contingente podría ser un salvavidas de plomo para el sistema financiero. Esos especialistas, en cambio, recomiendan que con el dinero del seguro el Central debería salir al mercado a comprar títulos de deuda y, de esa manera, habilitar una suba de precios que derrumbe el riesgo país y le gane la pulseada a los especuladores. El tema forma parte del áspero debate en Washington entre el Fondo Monetario y la misión argentina.
En la actualidad, el seguro anticorridas cuenta con 4500 millones de dólares; 3000 millones menos que en su versión original, hace cinco años. En el transcurso de ese tiempo, algunos bancos bajaron su exposición y otros, como el de Mulford y el también estadounidense Merrill Lynch, directamente desistieron de formar parte del negocio.
La puesta en marcha de la línea contingente es una de la premisas que puso el FMI para dar un paquete de ayuda. La actual primera plana del Fondo se muestra renuente a aplicar salvatajes financieros y es por eso que la participación de los privados aparece como una de las condiciones. La Argentina pagó entre 15 y 20 millones de dólares anuales para mantener en pie el seguro. Pero el problema que tiene Domingo Cavallo es que, a pesar de haber embolsado las cuotas respectivas, ahora varios bancos internacionales se resisten a aportar el dinero.
Para hacerlo, se amparan en cuestiones contractuales. Cuando se adhirieron al seguro, esos bancos aceptaron que, a cambio de dar dinero en casos de gravedad extrema, aceptarían tomar bonos Brady (especialmente los FRB), que fueron emitidos con el respaldo del Tesoro estadounidense. Sin embargo, tras el megacanje muchos Brady FRB fueron rescatados del mercado, dando lugar a nuevos títulos de deuda. El problema es que los bancos comprometidos en el seguro no quieren aceptar esos bonos, poniendo trabas a la ejecución del mecanismo.
Pero mientras Economía negocia la manera de sortear estas diferencias, algunos funcionarios y analistas de la city desconfían de la real utilidad del crédito contra corridas. Y argumentan que en la naturaleza misma del seguro se esconde la posibilidad de una nueva ola especuladora que dispare el riesgo país. Quienes adhieren a este pensamiento dicen que semejante contraindicación se daría de la siguiente manera: 
Es muy probable que, en el actual marco de incertidumbre, los bancos internacionales que reciban los bonos vayan al mercado a venderlos y se produzca una caída sensible de sus precios. En ese caso, las entidades financieras tienen el derecho de reclamar una mayor cantidad de títulos de la deuda, de manera de compensar la desvalorización y, de esa manera, mantener constante el respaldo al dinero que prestaron a los bancos locales. A su vez, estos bonos podrían volver a mal venderse, dando lugar a una calesita que, en los hechos, no haría más que disparar el riesgo país y potenciar el clima de desconfianza. 
Frente a este peligro potencial, hay expertos reclamando que parte de los fondos que eventualmente envíe el FMI se utilicen para comprar bonos en el mercado. La mayor demanda de títulos haría subir sus precios y achicar el riesgo país. Los beneficios serían los siguientes:
Se desalentaría a los bancos internacionales a desprenderse de los bonos que reciban al momento de activar el seguro anticorridas.
Los financistas sostienen que la gente dejará los ahorros en los bancos en caso de que el riesgo país baje. Y eso únicamente se lograría si el Estado sale a comprar bonos. �El pequeño inversor no toma decisiones mirando la evolución de las reservas del Banco Central sino el nivel de riesgo país. El Estado debería adquirir títulos en forma masiva, así como hay gobiernos que no dudan en defender la moneda en los mercados. Así comola moneda es soberana, los bonos también�, justificó un financista a este diario.

Hoy se trabaja en la city
A pesar del feriado, la mayoría de los operadores y analistas de la city se presentarán hoy en sus trabajos para seguir de cerca la evolución de la crisis. Frente a sus escritorios, muchos de ellos podrán leer que el prestigioso diario de negocios londinense Financial Times escribió en su editorial de hoy que la Argentina debería realizar una reestructuración �importante� de su deuda. �Tal reestructuración será compleja. Pero es necesaria aunque el FMI decida desembolsar nuevos fondos�, escribió el periódico en su nota editorial titulada �Las desgracias de Argentina�. �No sería muy útil prestar ese dinero y ver que la Argentina se encuentra de nuevo en la misma situación dentro de dos o tres meses�, añadió. 
La nota del Financial Times no hace más que reseñar lo que muchos expertos consideran: que la economía argentina es inviable y que deben hacerse drásticos cambios para avanzar. Entre las recetas figuran el default programado o bien la devaluación. El Gobierno viene descartando enfáticamente ambas alternativas.

 

 

 

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