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Una píldora de moda en Hollywood
crea placer y genera adicción

Se trata del Vicodin, un calmante opiáceo que se vende bajo receta. Ya hubo casos de famosos que terminaron en rehabilitación.


La actriz Melanie Griffith la empezó a tomar por un dolor en el cuello.
Compartió su proceso de rehabilitación con sus fans en su página web

Por Lucy Atkins *
Desde Londres

El último grito en Hollywood es una tableta pequeña, blanca y de forma ovoide. Dicen que relaja y hace feliz a quien la toma. No salvaje o peligrosamente feliz, sino con una alegría serena. Dicen que hace la vida �dulce y suave�, pero uno puede seguir trabajando y hacerlo bien. La pastilla es Vicodin, un analgésico de nombre poco glamoroso, y se consigue con receta si uno vive en Estados Unidos. Ha llegado tan lejos ahora que el cantante de rap Eminem tiene su imagen tatuada en el brazo. De hecho, �Vike� �tal el nombre por el que se lo conoce� es, según la cantante y actriz Courtney Love, �el nuevo LSD, la principal droga para los cantantes�. 
Ellos dicen que no es adictiva, siempre que uno siga las directivas del médico. Según Laura Bradbard, de la FDA de Estados Unidos, el Vicodin se prescribe para dolor moderado a severo, por ejemplo después de una cirugía. �Como todos los calmantes narcóticos �dice� puede tener potencial adictivo�. Pero si uno se atiene a la prescripción médica la dosis correcta de Vicodin, afirma, es inofensiva.
Desgraciadamente, como ha quedado demostrado por la actriz Melanie Griffith y la estrella de Friends, Matthew Perry, muchos no siguen las órdenes del doctor. A Perry le prescribieron por primera vez Vicodin, que está muy estrechamente relacionado a la heroína, después de un accidente en snowboard. Griffith dice que tomó la droga por un problema en el cuello. Ambos terminaron con un tratamiento de rehabilitación.
El Vike es extremadamente adictivo para alguna gente. Se oyen historias de pacientes que tomaron hasta 80. Se convirtió en una droga de la que se abusa tanto que en lugares como el Instituto Waismann de Beverly Hills promocionan programas de desintoxicación especiales para Vicodin.
Contrariamente a la heroína y cocaína, no es estigmatizante colgarse con drogas prescriptas. Griffith llegó a compartir la experiencia de su rehabilitación con sus fans en su página web, describiendo cómo se desintoxicó �como una junkie�.
Griffith y Perry no están solos en su adicción a las drogas recetadas. En Estados Unidos, el Instituto Nacional sobre Abuso de Drogas estima que en 1999 4 millones de personas �aproximadamente el 2 por ciento de la población mayor de 12 años� abusaron de drogas prescriptas. 
Mientras que Vicodin no está disponible en Gran Bretaña (a menos que uno logre pedirlo por Internet), otras drogas recetadas pueden ser igualmente adictivas. Las benzodiazepinas, el grupo de drogas que incluye al Valium y el temazepam (sedantes o tranquilizantes) es un problema mayor que los calmantes. Ahora es ilegal tener temazepam sin un prescripción y los médicos no pueden recetarla en la forma de cápsula gel porque los adictos pueden derretirla e inyectarla directo al flujo sanguíneo. 
El viaje suave que se obtiene con los calmantes opiáceos es lo que ha hecho al Vicodin tan popular. Kamran Ahmad, especialista en dolor en la Universidad de Washington, dice: �El Vicodin es una mezcla de hidrocodeína y paracetamol. La hidrocodeína, como la morfina, es lo que se conoce como un opioide. Se adhiere a proteínas específicas en el cerebro y la médula espinal llamadas receptores de opioides. Al adherirse a éstas, las drogas bloquean la transmisión de los mensajes de dolor al cerebro�. 
Hace sentir bien porque, dice Ahmad, �las drogas también pueden afectar regiones del cerebro que controlan lo que percibimos como placer�. Pero no es todo bueno. �También pueden producir náuseas, mareos, constipación y, según la cantidad que se consuma, pueden bajar el ritmo de la respiración, a veces peligrosamente�. Perry, por ejemplo, sufrió un agudo ataque de pancreatitis y perdió mucho peso cuando estuvo �colgado� del Vike. 
Richard Rogg, director de Promises, el centro de rehabilitación de Malibu donde los actores Ben Affleck y Robert Downey Jr. realizaron tratamientos, dice que Vicodin se consigue tan fácilmente que es difícil para los adictos decir no. Y algunos muy desesperados viajan hasta lafrontera con México y lo compran en una farmacia por 4 dólares la pastilla. No es extraño, pues el negocio de la rehabilitación es muy grande en Hollywood. En Promises, que cuesta unos 28.8000 dólares mensuales, lleva aproximadamente una semana salir del Vicodin.

* De The Guardian de gran Bretaña, especial para Página/12.

Psicotrópicos en Argentina
Por ahora, el Vicodín en no se consigue en la Argentina. Sin embargo, los medicamentos realizados con derivados opiáceos como la hidrocodeína son recetados en el país. Como todos los psicofármacos, cuando son prescriptos para una terapia puntual, son efectivos, pero no se puede soslayar su potencial adictivo y su uso indiscriminado puede ocasionar severos trastornos. Un estudio realizado en 1999 por la Subsecretaría de Prevención a la Drogadicción de la Nación arrojó que el 4,3 por ciento de la población de entre 16 y 64 años hace un uso ilícito (fuera de la prescripción médica) de psicotrópicos. 
Nora Schulman, comisionada de Prevención y Capacitación de la Secretaría, sospecha que hoy el consumo �es bastante más alto�, y advierte sobre los productos que �son aceptados socialmente, pese a que son mucho más graves que las drogas ilegales�. Por su parte, Marcelo Vila, médico especialista en adicciones, afirmó que en la Argentina los psicofármacos, después de los antibióticos, son los medicamentos más vendidos: �Existe una enorme automedicación de estos productos, usados para aplacar el stress y las tensiones cotidianas�.

 

 

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