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Por Claudio Scaletta
 A pesar de las sospechas sobre operaciones de lavado de dinero que pesan sobre el único oferente para quedarse con el Banco de Córdoba, el gobierno de José Manuel de la Sota seguirá adelante con la privatización. El único sobre que se abrirá hoy, el presentado por el Banco General de Negocios que conduce José Rohm, muy probablemente superará, por escaso margen, los 113 millones de base establecidos para la operación. Se quedará así con el 89 por ciento de las acciones de una entidad a la que se le garantiza, por 10 años, la continuidad como agente financiero de la provincia �tarea por la que percibirá un piso de 70 millones de pesos� y que, además, se entregará sin sus millonarios pasivos. Los más de 815 millones de pesos potencialmente incobrables fueron convenientemente transferidos a un fondo fiduciario administrado por una sociedad de bolsa, Córdoba Bursátil, con mayoría accionaria del estado provincial.
Primero los oferentes fueron tres. Después quedaron los bancos Galicia y General de Negocios. La salida del Galicia dejó finalmente al BGN como único competidor. Entre los antecedentes del banco de los hermanos Rohm, se encuentra la también sospechada Compañía General de Negocios, la que habría participado en el affaire IBM�Banco Nación como canalizadora de pagos vía firmas fantasmas. Ahora, las dudas con el BGN serían por su participación en operaciones de lavado de dinero. No sólo fue mencionado en la catarata de denuncias lanzada por la diputada Elisa Carrió sino que las operaciones fueron señaladas por el senador Carl Levin, de la subcomisión del Congreso de Estados Unidos, que potenció las investigaciones en la Argentina. Para el gobernador José Manuel de la Sota, estos antecedentes no son suficientes para dudar de la conveniencia de otorgar el banco provincial al BGN, debido a que �el Banco Mundial supervisó los antecedentes del BGN y emitió la no objeción para seguir adelante con la privatización�.
En su estadía en Córdoba el pasado viernes, Carrió había opinado que �habría que esperar (para la privatización), porque el BGN fue allanado en la causa del Banco de Crédito y Comercio Internacional (BCCI)� perteneciente al magnate saudí Gaith Pharaon. Además, la diputada precisó que �un narcotraficante del Cartel de Juárez declaró que hacía los depósitos en ese banco�. El BGN, integrado por un grupo de compañías de origen europeo y norteamericano, ya logró la preclasificación del Banco Mundial. De la Sota consideró que �si la supervisión del BM no le merece ninguna confianza a la diputada Carrió, no quedaría nada más en el mundo� en que creer.
Los 113 millones que puede generar la privatización le asegurarán al gobierno provincial un transitorio alivio a sus actuales urgencias económicas. A pesar de los publicitados efectos de aumento de recaudación debido a una política de bajas impositivas, De la Sota no escapó a los efectos de la recesión de tres años que acumula la economía argentina. A estas limitaciones se sumaría la quita del 15 por ciento en la coparticipación federal proyectada para el presupuesto del 2002.
El pasivo de 815 millones (al 27 de marzo del �98 y sin sumar intereses) transferido al fondo fiduciario sumó también las deudas que registraba el Banco Social, una entidad vaciada durante la gestión del ex gobernador Eduardo Angeloz (y luego fusionada con el Banco de Córdoba) y cuyo presidente, Jaime Pompas, permanece detenido. Este proceso es conocido en Córdoba como �la megacausa�.
Tras el alejamiento de Ramón Mestre, la nueva administración del fondo fiduciario descubrió que habían sido ingresados como pasivos deudas ya saldadas. También, dadas las cuantiosas transacciones realizadas con bancos offshore, se sospecha de operaciones de lavado de dinero. Para completar el cuadro, muchas de las deudas �que muestran una significativa concentración en pocas empresas� están prescriptas o pertenecen a firmas quebradas.
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