Robert Tools tiene 59 años, vive en Kentucky, es jubilado de una compañía telefónica y padecía una grave insuficiencia cardíaca. Hasta aquí no hay nada en su historia que lo convierta en noticia. Sin embargo, de él dan cuenta buena parte de los medios del mundo, ya que hay algo que lo hace diferente del resto: es el primer hombre que vive con un corazón artificial totalmente autónomo desde hace siete semanas, cuando su esperanza de vida no llegaba a treinta días. Ayer, por primera vez después de la exitosa operación en la que le fue implantado un corazón de plástico y titanio, Tools habló en público: “Estaba muriendo y ahora estoy vivo”, dijo, con voz débil, pero sonriente. El presidente de la Fundación Favaloro consideró que falta mucho para que esa operación pueda hacerse aquí.
El 2 de julio pasado, un equipo de médicos del Jewish Hospital de Louisville, en Kentucky (Estados Unidos), le implantó a Robert Tools el AbioCor Implantable Replacement Heart (corazón implantable de reemplazo AbioCor), un corazón artificial fabricado en titanio y plástico poliuretano traslúcido, equipado con un motor silencioso y una batería interna recargable a distancia por medio de pulsiones eléctricas enviadas a través de la piel. El avance tecnológico más sustancial es la ausencia total de cables, ya que el corazón no necesita estar conectado a una fuente externa de energía, lo que extiende su autonomía y la calidad de vida del paciente, y reduce considerablemente los riesgos de infección.
Robert Tools, el paciente que recibió el corazón artificial, se encontraba en estado desesperante, con una insuficiencia cardíaca terminal y una sobrevida no mayor a treinta días: “La muerte es inevitable, pero si hay una oportunidad de alargar la vida, hay que tomarla”, apuntó Tools.
Extremadamente delgado y con dificultades para hablar debido a la traqueotomía que se le realizó para facilitar su respiración, pero manteniendo la sonrisa, Tools aseguró que decidió aprovechar “una segunda oportunidad” y bromeó con el hecho de que ahora no puede escuchar los latidos de su corazón: “Ahora no puedo sentirlos, pero sé que estoy vivo”, dijo.
Roberto Favaloro, presidente de la Fundación Favaloro, contó a Página/12 que este fin de semana dialogó en un congreso con Laman Gray, uno de los cardiólogos que practicó la operación, quien le aseguró que el paciente evoluciona muy bien y que ya empezaba a caminar. Favaloro se mostró esperanzado con el éxito del implante y apuntó que el paciente evolucionará bien “en tanto la máquina siga funcionando”. Ante la posibilidad de que este aparato pueda ser utilizado en la Argentina, Favaloro explicó que todavía pasará mucho tiempo: “Para implantar estos aparatos es indispensable un entrenamiento intensivo del que participa un equipo multidisciplinario: se necesitan cirujanos, cardiólogos e ingenieros”, además de los enormes costos económicos que representa poner en funcionamiento un corazón artificial de este tipo: “Es casi prohibitivo, debido a la enorme inversión que se realiza en investigación y desarrollo”. El especialista puso como ejemplo el HeartSaver, un corazón artificial que todavía no ha sido experimentado en humanos, y en el que “ya se llevan seis años de investigaciones y 100 millones de dólares invertidos”.
El AbioCor abre una nueva esperanza en pacientes cuya sobrevida no supera el mes y para quienes el trasplante es la única alternativa. El corazón, que cuesta alrededor de 100 mil dólares, no está pensado como algo provisorio que se usa hasta que aparezca un donante sino que es definitivo: una vez que se ha implantado, ya no se puede volver atrás.
Los experimentos que se han realizado con el AbioCor en animales han permitido comprobar que éstos vivieron por un lapso mayor a un año. El cardiólogo Laman Gray declaró que se sentirá satisfecho si Tools logra duplicar las esperanzas de vida que tenía antes de la operación. Y el paciente se acerca poco a poco a ello, debido a que le daban 30 días de vida y han transcurrido ya 51 desde la operación. De todos modos, detallóque la Administración de Alimentos y Medicina estadounidense (FDA) autorizó cinco implantes más para recién hacer una evaluación definitiva del aparato.

FUERTE RESTRICCION A LA VENTA Y CONSUMO DE ALCOHOL
Una ley “demi-sec” en Bariloche

Para hablar con propiedad, no se trata de una ley seca, sino demi-sec. En Bariloche ya no se podrá tomar bebidas alcohólicas en espacios públicos ni comprar envases de productos con alcohol después de las 23 y hasta las 8 del día siguiente, de acuerdo con una ordenanza aprobada ayer por el Concejo Deliberante local. La norma, sancionada casi por unanimidad (sólo se opuso uno de los once concejales), tiene dos objetivos fundamentales: “Prevenir el consumo de alcohol por parte de los jóvenes, en especial, los menores, y sancionar a los que lucran con este comercio”, dijo a Página/12 el presidente del bloque de la Alianza, Marcelo Cascón.
En Bariloche ya existía una veda para la venta de bebidas alcohólicas a menores. “Pero esa norma no resultaba efectiva dado que los chicos seguían consumiendo las bebidas que compraban los mayores”, argumentó Cascón. El legislador apuntó contra “cuatro o cinco negocios (algunos de ellos kioscos y estaciones de servicio), ubicados cerca de boliches bailables, que viven prácticamente del expendio de bebidas alcohólicas”.
El proyecto impone multas de hasta 3000 pesos y la clausura en caso de reincidencia a los comercios que vendan este tipo de bebidas a partir de las 23 y hasta las 8 de la mañana, con excepción de aquellos que las fraccionan en vasos o copas, como restaurantes, bares o boliches. También prohíbe lisa y llanamente la venta de alcohol en kioscos y estaciones de servicio.
Queda prohibido además el consumo de todo tipo de bebidas con alcohol en lugares públicos como plazas, parques, ramblas, calles o paseos, durante las 24 horas del día. En este caso no se precisan cuáles son las sanciones a aplicar, que quedarán a cargo de la justicia en lo Correccional. “La ordenanza promueve un convenio con la policía provincial para que haga cumplir esta norma”, explicó Cascón.
La norma, admitieron los concejales, está dirigida a prevenir el consumo de alcohol por parte de los jóvenes, “sean turistas o residentes en Bariloche”, ante el extendido hábito de beber en exceso antes o después de ingresar en un boliches bailables. “La intención que tiene esta norma es que haya una mayor regulación y un rol más activo del Estado en la protección de la salud pública así como en la protección de accidentes”, argumentó el concejal aliancista.
El proyecto fue impulsado por los dos concejales del Partido Provincial Rionegrino y por el propio Cascón, titular del bloque mayoritario. La ordenanza también prohíbe la realización de concursos que estimulen el consumo de alcohol, como el promovido tiempo atrás por una empresa fabricante de bebidas alcohólicas.

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