Para Augusto Pinochet aún
no está dicha la última palabra. Ayer se sumó un
nuevo capítulo al juicio que, prácticamente, había
tenido su punto final con el controvertido fallo de demencia moderada
por el cual fue sobreseído temporalmente el ex dictador. La Corte
Suprema aceptó a tramitación el recurso de casación
interpuesto por los abogados querellantes que impugnan la sentencia por
vicios procesales y, en particular, porque la Corte de Apelaciones aplicó
para fundamentar el sobreseimiento por demencia leve partes
del nuevo Código Penal que aún no rige en Santiago. La Corte
abre así una nueva instancia en la que los abogados querellantes
y defensores podrán hacer sus alegatos y, luego, el tribunal deberá
emitir su fallo. Aun cuando se prevé un mínimo de dos meses
para que la Justicia se expida, ya se dispararon diferentes versiones
sobre el destino del octogenario militar.
La Segunda Sala de la Corte Suprema de Chile admitió por unanimidad
el recurso interpuesto por los abogados querellantes. La resolución
de los cinco magistrados implica que el caso no está cerrado y
será revisado por la Corte Suprema, aunque Pinochet permanece en
libertad y sobreseído temporalmente como encubridor de los 18 secuestros
y 57 asesinatos calificados cometidos en 1973 por la comitiva militar
represiva conocida como Caravana de la Muerte. En su fallo,
los jueces Alberto Chaigneau, José Luis Pérez, Enrique Cury,
Milton Juica y Jorge Medina sostienen que en este caso aunque el sobreseimiento
de la Corte de Apelaciones de Santiago fue temporal, en realidad tiene
consecuencias para toda la causa y sus efectos hacen imposible la
prosecución del juicio en relación con el imputado Augusto
Pinochet Ugarte, por lo que resolvieron acoger el recurso de casación.
Los vicios de forma que expone el recurso habían sido avalados
en ocasión de su presentación judicial por el
defensor público, Alex Carocca y, por entonces, ese pronunciamiento
había sido el único indicio de esperanza para una contraofensiva
judicial que parecía tener pocas chances de éxito. La duda
sobre la validez constitucional del sobreseimiento se debe a que el nuevo
Código Procesal Penal con que se argumentó la demencia
subcortical de Pinochet como causa de impedimento para una defensa
personal, recién entrará en funciones en etapas paulatinas
y este año sólo rige en dos de las 13 regiones del país,
por lo que sus normas no pueden aplicarse en la Región Metropolitana
de Santiago, como lo hizo la Corte de Apelaciones de Santiago.
El abogado Hugo Gutiérrez calificó la decisión del
tribunal como un triunfo, ya que esto es una oportunidad en
la que se podrá hacer ver que el fallo de sobreseimiento temporal
contradice principios fundamentales de un estado de derecho.
Por su parte, la diputada socialista Isabel Allende, dijo a Página/12
que este fallo, por lo menos, abre la posibilidad de que la parte
querellante pueda desarrollar sus argumentos. Y aclaró: No
puedo aventurarme más que en eso. Mientras tanto, el abogado
de Pinochet, Pablo Rodríguez, aseguró que la decisión
no supone un revés judicial para la defensa. Pero fue una de cal
y otra de arena ya que el mismo tribunal declaró inadmisible un
recurso de queja disciplinaria que también había sido interpuesto
por los abogados querellantes.
Las posibilidades que se abren a partir de ahora son más de una.
Si es aceptado el recurso, se anularía la resolución de
la Corte de Apelaciones de Santiago y, con eso, se reabriría el
caso. Otra opción según trascendidos en los medios
chilenos es que la Corte rechazaría el recurso pero por sus
facultades de oficio, podría corregir y anular los párrafos
que mencionan al nuevo Código y, así, mantener el sobreseimiento.
Pero en ese caso, se abre una polémica ya que la demencia leve
que los informes médicos atribuyen a Pinochet no alcanzarían
para sostener su imposibilidad de someterse a juicio. El militar, para
volver a evitar el juzgamiento sin que sea declarada su inocencia, debería
sufrir de demencia lisa y llana. Para tal fin, sus abogados podrían
pedir que se realicen nuevos peritajes médicos y, de paso, seguir
dilatando al infinito elproceso. Pero lo más probable es que la
familia Pinochet no admita semejante pirueta que dejaría a la figura
del ex dictador más ultrajada de lo que está.
Hay que tener en cuenta que si bien el argumento de demencia moderada
fue atribuido a una intensa campaña de su familia y sus abogados,
el portavoz de los Pinochet, el general retirado Guillermo Garín,
siempre se negó a hablar de locura, término
que le endilgó a los adversarios de Pinochet para desprestigiarlo.
Ante esta posibilidad se pronunció Allende: La demencia refleja
la mayor de las cobardías de una persona que presume ser inocente
pero que es incapaz de aceptar la Justicia.
EL
BANZERISMO CONFIRMO LA PARTICIPACION EN EL PLAN
Hubo Cóndor boliviano, pero poco
Ahora es oficial, pero hasta
cierto punto. El diputado boliviano Fernando Kieffer, ex ministro de Defensa
durante el período de dictadura que presidió Hugo Banzer
(1971/1978), declaró en un debate televisivo el lunes por la noche
que Bolivia participó del Plan Cóndor, pero a diferencia
de Argentina o Chile, de modo accesorio. Vale decir, Kieffer
relativizó la intervención de su país en aquel combate
contra todo el que fuera considerado enemigo de los militares y de este
modo defendió la alianza cívico-militar que encabezó
Banzer el 19 de agosto de 1971 para derrocar al populista Juan José
Torres (aniversario cumplido recientemente). En el programa de televisión
De cerca, el diputado Kieffer debatió en el espacio
con el periodista argentino Martín Sivak, autor de la biografía
no autorizada del ex presidente Banzer, El dictador elegido, adelantada
en forma exclusiva por Página/12 hace dos semanas, que tuvo gran
aceptación en los lectores de ese país en su debut este
fin de semana, pero no así en el círculo cercano al ex mandatario.
El Plan Cóndor por supuesto que existió y Bolivia
participó en él, aunque en forma complementaria a los gobiernos
militares de Argentina y Chile, dijo Kieffer, en alusión
a las acusaciones que pesan sobre el pasado gobierno militar de Hugo Banzer
con respecto a su intervención en la operación militar de
represión y exterminio a los opositores políticos a las
dictaduras en América latina en la década del setenta. En
la recientemente publicada biografía de Banzer, escrita por el
argentino Martín Sivak hay documentos que confirman que Bolivia
intervino efectivamente. El libro es la resultante de años de investigación
de la vida política de Hugo Banzer, quien tras un golpe de Estado
se colocó al mando de Bolivia y de quien se denuncia actos de corrupción,
asociación ilícita y violación a los derechos humanos
en el marco de la operación Cóndor (de 1971 a 77). Después
de ese período, y con Bolivia ya en democracia, Banzer volvió
al poder en elecciones libres hasta el 6 de agosto último, cuando
se vio obligado a dimitir a causa del cáncer terminal que padece.
La obsesión de Hugo Banzer durante 19 años fue ser
presidente constitucional acusó Sivak. Ahora, luego
de conocer su enfermedad, quiere ser un monumento.
Kieffer, líder de Acción Democrática Nacionalista,
el partido que creó Banzer, sostuvo en respuesta a Sivak que la
biografía no autorizada del ex presidente boliviano fue encargada
con fines electorales, supuestamente por la oposición, el Movimiento
Nacionalista Revolucionario. Un libro que tuvo una buena pegada en su
llegada a Bolivia: se vendieron más de 3000 ejemplares en una hora
y hubo quienes lo encargaron para la próxima entrega. Pero los
banzeristas no están entusiasmados: Es una mamarrachada,
opinó el ex ministro de Información de Banzer, Manfredo
Kemptff.
DENUNCIAN
MAS DE 500 CASOS EN LOS ULTIMOS 30 AÑOS
Ahora, los desaparecidos del PRI
Cuando Vicente Fox asumió
la presidencia de México en diciembre de 2000, terminó con
71 años de gobiernos del Partido Revolucionario Institucional (PRI),
con la promesa de examinar los abusos de derechos humanos ocurridos en
los años 70. Durante los gobiernos entre 1970 y 2000, todos del
PRI, el Estado se implicó en enfrentamientos con 29 grupos de izquierda
diferentes, con un contingente de cerca de 1800 guerrilleros. Ese fue
el marco que dejó en suspenso hasta el día de hoy la creación
de una Comisión de la Verdad que investigue las 552 desapariciones
que se registraron como saldo de esa época de violencia. La mención
de una Comisión de la Verdad no le hace ninguna gracia al PRI,
que todavía cuenta con gran poder en el Congreso.
Bajo el lema: Vivos los llevaron, vivos los queremos, un centenar
de personas reclamaron ayer acabar con la impunidad y castigar a los culpables
de las desapariciones de sus familiares, con la pena de encarcelamiento.
Más específicamente, acusan de más de 300 desaparecidos
al gobierno de Luis Echeverría (1970/76), 100 con López
Portillo (76/82), 57 con Miguel de la Madrid (82 /88) y 12
con Carlos Salinas y seis con Ernesto Zedillo (94/2000). Rosario
Ibarra de Piedra, líder humanitaria y madre de un desaparecido,
sostuvo que los ex presidentes del país desde 1970 deben ser juzgados
por los desaparecidos, ya que éstos fueron ubicados en cárceles
clandestinas que estaban en campos militares y bases navales y los principales
responsables son los jefes supremos de las FF.AA. Ibarra encabeza
el Comité Pro Defensa de Presos, Perseguidos y Exiliados Políticos
que creó en 1977, tres años después que fuera arrestado
su hijo. militante de la guerrillera Liga 23 de Septiembre, quien desapareciera
en cárceles que operaban militares y policías. De la gestión
del presidente Fox, la madre del desaparecido advirtió que no
lo llamaremos el gobierno de cambio hasta que cumpla esta demanda.
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