Por Fernando Cibeira
El Gobierno trató de
hacer equilibrio entre el optimismo que deseaba transmitir luego del desembolso
del Fondo y la efímera euforia en la que cayó después
del blindaje y el megacanje. Ahora nos toca a los argentinos demostrar
al mundo que merecemos su confianza, dijo anoche el presidente Fernando
de la Rúa en un mensaje que transmitió la cadena oficial,
al proclamar el comienzo de una etapa de renacimiento nacional
que habría empezado con la ley de déficit cero. No
es plata para gastar, es para garantizar más reservas, explicaba,
unas horas antes y con menos entusiasmo, un vocero de la Rosada. En cada
despacho coincidían en ese medio tono de alegría sin desbordes.
Sólo en voz baja en Gobierno se salían del libreto y admitían
que imaginaban que para el fin de semana el riesgo país se ubique
alrededor de unos tranquilizadores 1000 puntos.
El problema que aseguraban solucionado con los 8000 millones era el del
peligro de default y de devaluación. Y los que quedaban pendientes
eran toda una ristra, comenzando por las reformas de varias áreas.
Con el fiasco del blindaje y el megacanje tan frescos, en el Gobierno
no quieren repetir errores y desean mostrarse activos. No podemos
quedarnos sentados a esperar que la reactivación llegue sola,
decía un hombre cercano a De la Rúa, como queriendo autoconvencerse.
El momento de la reacción o de la rendición,
lo graficó luego el Presidente. Es que el Ejecutivo quiere aprovechar
el envión que siente haber recibido del FMI y de las naciones industrializadas
para encarar cuestiones atrasadas como la reformulación del gasto
social, las reformas impositiva, previsional y política.
El Presidente explicó algo anoche en el mensaje que estaba previsto
para las 20.30 pero recién se emitió dos horas después,
por culpa de una grabación que se demoró más de la
cuenta. De traje azul, corbata roja y anteojos, habló unos diez
minutos pero no aportó grandes novedades.
Social: habló de unificar
planes para evitar duplicaciones y desvíos debido a los manejos
políticos.
Impuestos: una ley tributaria
más equitativa y combate a la evasión. De la Rúa
incluso prometió recompensas para quienes denuncien evasores, a
quienes llamó delincuentes. Encontrar un evasor
es hacer patria, exageró.
Política: insistió
con la transformación del sistema y el achicamiento del gasto político.
Prometió un plebiscito para consultar la opinión de la gente
pero para después de las elecciones legislativas.
Previsional: remarcó
las modificaciones previstas para el PAMI y el ANSES, con recorte de gastos
y mejores prestaciones.
Con respecto a la situación de las provincias en Gobierno eran
puntillosos. Desde Domingo Cavallo para abajo, nadie aceptaba que el Fondo
hubiera puesto condiciones para firmar la ayuda, un punto que les interesaba
poner en claro. Tenemos que cumplir con las condiciones que ya estaban
de antes y no habíamos cumplido, explicaba anoche un funcionario
mientras observaba al Presidente grabando su mensaje. Una de esas condiciones
es que las provincias ingresen en el déficit cero. Nada nuevo según
la Rosada porque ya había estado incluido en el acuerdo con
los gobernadores. Y que Cavallo sólo había dicho que el
plazo original para alcanzar esa meta en el 2003 podía
adelantarse un poco.
En jefatura de Gabinete explicaban que la única condición
era que la nueva ley de coparticipación a la que De la Rúa
denominó crucial tomara estado parlamentario
pero que no se discute la posibilidad de recorte de partidas. No
todas las provincias están igual. Hay unas cinco que ya tiene déficit
cero y algunas cuantas que están muy mal. Esas tendrán que
ajustarse, argumentaban.
REUNION
CON LAS PROVINCIAS POR DEFICIT CERO
Imposición de la realidad
Por David Cufré
Los gobernadores justicialistas
serán convocados por el Gobierno a una reunión la próxima
semana, para empezar a discutir las nuevas pautas de coparticipación
fiscal. Se trata de un aspecto fundamental del acuerdo suscripto con el
FMI. Domingo Cavallo les reclamará a los mandatarios del interior
cumplir con la pauta de déficit cero en el 2002, un año
antes de lo previsto en los acuerdos vigentes entre la Nación y
las provincias. Ese pedido implica que los gobernadores deberían
hacer un ajuste de al menos 2500 millones de pesos el próximo año,
dado que ese es el monto de déficit proyectado para este año.
Cavallo ayer manifestó que los gobernadores estarán obligados
a aceptar no por una imposición del FMI, sino de la realidad.
Sin embargo, para el FMI hace años que el déficit provincial
es una obsesión, y ahora encontró espacio para ejercer presión
efectiva sobre el gobierno nacional, para que este, a su vez, traslade
la presión a los gobernadores y los fuerce a eliminar el déficit.
Desde que la Alianza llegó al gobierno, el Fondo venía planteando
el tema. Una alta fuente de Economía aseguró a Página/12
que en la reunión con los gobernadores se plantearán dos
temas. El primero será que las provincias deben llegar al déficit
cero en 2002. Y el segundo será discutir un proyecto de ley para
definir un nuevo mecanismo de coparticipación de impuestos, buscando
que la propuesta ingrese al Congreso este año, tal como se acordó
con el FMI.
Respecto al primer punto, Cavallo manifestó ayer en conferencia
de prensa que en los pactos fiscales se hablaba de que las provincias
alcanzarían el déficit cero en el 2003. Pero ahora todos
estamos comprometidos en llegar a esa meta más rápidamente.
Traducido por uno de sus colaboradores y por fuentes de la Jefatura de
Gabinete, más rápidamente significa el 2002.
La negociación más complicada será con la provincia
de Buenos Aires, ya que para bajar el déficit a cero debería
hacer un ajuste de unos 1500 millones de pesos el próximo año,
500 millones más de lo que ya se comprometió en un acuerdo
con el gobierno nacional. Otras cinco provincias concentran el grueso
del desequilibrio fiscal: Chaco, Tucumán, Jujuy, Formosa y Río
Negro.
Por otra parte, Cavallo fue ambiguo al referirse al sueldo
de 1364 millones que el conjunto de las provincias recibe como coparticipación.
Las provincias cobran esa suma independientemente de lo que ocurra con
la recaudación. Pero había trascendido que el acuerdo con
el FMI contenía una cláusula para derogar esa garantía.
Si no hubiera existido ese sueldo, por la caída de
los ingresos tributarios de julio hubieran percibido unos 200 millones
de pesos menos de los 1364 millones que realmente cobraron. Cavallo dijo
que se mantendrán las remuneraciones que establecen las leyes.
Pero la ley de coparticipación dice algo distinto al Pacto Fiscal.
Según una fuente de Economía, seguirá vigente la
garantía de 1364 millones.
RECELAN
DE LAS PROMESAS DE DOMINGO CAVALLO
Gobernadores con el ceño fruncido
Los gobernadores del PJ siguen
a la defensiva, ante la amenza de que el Gobierno recorte los montos de
coparticipación por pedido del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Aunque ayer los mensajes tranquilizadores del tándem Domingo Cavallo-Chrystian
Colombo provocaron cierto alivio, pero tampoco conformaron a los mandatarios
provinciales. En una conferencia de prensa, el ministro de Economía
garantizó que no se modificarán los giros mensuales de 1364
millones acordados en diciembre. La reacción de los gobernadores
fue cautelosa: la mayoría prefirió no hacer declaraciones,
y los que hablaron no mostraron mucho optimismo. (Cavallo) no puede
decir otra cosa, porque si no estaría violando todo lo comprometido.
Igualmente, yo no tengo seguridad de lo que puede pasar, afirmó
a Página/12 el santacruceño Néstor Kirchner.
Ahora dicen que tienen que hacer una adecuación presupuestaria
de 6 mil millones, en un presupuesto tan rígido como el presupuesto
nacional, ¿de dónde van a sacar 6 mil millones?, se
preguntaba el gobernador de Santa Cruz en diálogo con este diario.
Esa pregunta expresa una preocupación de todos los mandatarios
peronistas: en el texto del acuerdo con el FMI hay una mención
explícita a reformar la coparticipación de las provincias
que ha sido una fuente de rigidez e ineficacia en las finanzas públicas.
Esa frase alarma a los gobernadores, que sospechan que si el ajuste no
se aplica en los fondos coparticipables, se hará en el presupuesto
2002.
El jefe de la bloque del PJ en el Senado, José Luis Gioja, analizó
sin demasiado entusiasmo la desmentida de Cavallo. Es bueno, me
parecería una provocación que hubiesen negociado recursos
de las provincias, pero no hay ninguna confirmación, declaró
a Página/12. De cualquier manera, Gioja le pidió a Colombo
que el 30 de agosto asistiera al encuentro de la comisión que se
encarga de los impuestos coparticipables. Para las provincias un
ajuste como éste es insoportable, ya sufrimos el ajuste social
porque han caído los planes sociales, argumentó en
la misma línea el senador Jorge Yoma, anticipando la posición
que defenderán ante el jefe de gabinete.
Entre los gobernadores del PJ, el rechazo a un eventual recorte supera
los recelos que separan a los tres grandes (José Manuel
de la Sota, Carlos Reutemann y Carlos Ruckauf) de los demás agrupados
en el Frente Federal. Así, el martes, el cordobés fue muy
duro con el Ejecutivo, y ayer uno de los diputados de Unión por
Córdoba, Carlos Alesandri, anticipó que está estudiando
el recurso del juicio político y no descartó iniciar
una demanda por malversación de fondos contra el Presidente
y el ministro de Economía. Entretanto, Eduardo Fellner, Juan Carlos
Romero y Carlos Rovira se reunieron con Cavallo en el ministerio de Economía:
habían ido para defender el Fondo del Tabaco, y se fueron con una
promesa que los hizo ilusionar: La coparticipación no se
va a tocar, les juró el ministro.
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