Por Diego Schurman

La voz de Carlos Menem se hace desear en el teléfono.
–Diez minutos. Ni uno más. Diez minutos.
No es el ex presidente sino su vocero. El tono imperativo se diluye en un nuevo silencio hueco. El tubo devuelve risas de fondo. Es un día de festejos en Don Torcuato. La Justicia acaba de flexibilizar el régimen de detención. Y en el menemismo ya todos hablan, quizás anticipadamente, de una inminente liberación de su jefe.
–¿Usted cree, como repiten en su entorno, que la Sala II de la Cámara Federal dará marcha atrás con el arresto? –pregunta Página/12 apenas Menem se pone al teléfono
–Yo estoy esperanzado. Tengo sobradas esperanzas.
–¿Y a qué se debe ese llamativo viaje de su mujer a Estados Unidos?
–Mantuvo un encuentro con el ex presidente George Bush.
–Se dice que a través de Cecilia Bolocco le ha hecho llegar un documento.
–Cecilia le fue a plantear la realidad de las cosas. El documento que llevó es un resumen de la situación que estoy viviendo en este momento y el recurso de apelación del auto de procesamiento que oportunamente se presentara para que vea que toda esta campaña muy pero muy dura que se desató en contra mío realmente no tiene ningún tipo de fundamento y termina siendo un avance de la política sobre la justicia.
–Pero fue la Justicia la que falló en su contra.
–Yo tengo la certeza de que esto se va a superar en la medida en que los jueces tengan en cuenta el recurso de apelación que han presentado mis abogados. Cecilia lo que hizo fue llevar este mensaje, elaborado por ella, al presidente de Colombia, Andrés Pastrana, y al ex presidente Bush.
–¿Y volvió con alguna respuesta?
–Sí. Manifestaron su solidaridad total. Fue una reunión de muy amigos. Bárbara Bush la atendió de mil maravillas. Me mandó los saludos que ustedes habrán leído en los diarios y en la revista Gente que la acompañó. Y por otra parte, y esto es fundamental, manifestó una solidaridad plena tanto de Bush como la señora de Bush con este amigo de siempre.
–Insisto con el tema porque en los hechos Estados Unidos no pareció precisamente jugar a favor suyo. Ni el Departamento del Estado al referirse al tema armas ni el gobierno norteamericano al habilitar el envío de cajas con información parecen beneficiarlo.
–A mí me parece excelente que envíen las cajas de Estados Unidos y si quieren también de Suiza y de todas partes del mundo. Ya ven cómo se van cayendo las cosas: esta sociedad supuestamente inscripta a nombre de Ramón Hernández y mía en Palma de Mallorca era inexistente. Y la verdadera sociedad que se escribe en forma distinta que como dice en ese informe es de un japonés que hace acupuntura. Entonces no se puede mentir tanto. No se puede jugar con la fama y la dignidad de las personas de esa manera.

Del mismo palo y del otro

Cinco minutos. Menem aparenta estar cómodo. Siempre dijo que Bush era de su “mismo palo”. Y hablar del ex norteamericano es un bálsamo para el ex argentino. Pero la tranquilidad termina cuando habla de sus “enemigos” internos.
–Nunca se dijo públicamente si usted recibió un llamado de Raúl Alfonsín en Don Torcuato.
–(Silencio.)...No, no. Me mandó saludos a través de mi hermano y de la gente que estuvo con él, Bauzá, Carlos Corach...
–¿Le molestó que no lo haya visitado?
–No. Bajo ningún concepto puedo pedir que me llamen. Yo lo único que aquí espero es que se imponga la verdad. La verdad no se puede detener mucho tiempo. Le pueden poner mil murallones y al final terminan derribando mil murallones a aquellos que lanzaron la mentira.
–¿Tampoco le molestó que no lo hayan visitado Ruckauf, De la Sota y Reutemann?
–Yo siempre he sido solidario con todo el mundo, pero no espero un gesto solidario de todo el mundo (se ríe). Eso depende de cada persona.
–¿Lo dice por todos o por Ruckauf?
–No me molestó que no me haya llamado pero de todas formas no nos olvidemos que muchos documentos tuvieron la firma del gobernador de la provincia de Buenos Aires y que participó de algún acto que pedía por mi libertad. Por esa libertad que me truncó tan arbitrariamente un juez que quizás me odia.
–¿Por qué cree que Urso “quizá lo odia”?
–No sé. Yo lo designé a él. Yo lo nombre. No sé por qué.
–Las crónicas periodistas muestran que Urso se mostró respetuoso con usted. Incluso, el día que le anunció su detención, lo reconoce y le agradece por haberlo nombrado juez.
–Sí... me ha agradecido el nombramiento. Pero como agradecimiento me mandó detenido (con una risa estentórea). Son las cosas de la vida.
–¿Cree que hay una persecución de Urso?
–No sé. No tengo la más mínima idea.
–¿Qué pasa si todas las instancias judiciales confirman su detención?
–Es una pregunta que no puedo responder bajo ningún punto de vista.
–¿Por qué?
–Pero, bueno (se enoja)... Todo el mundo está esperanzado. Yo jamás perdí la esperanza. Cuando Alejandro Magno iba a combatir se desprendía de todos sus bienes, y cuando los soldados le preguntaban ‘¿Qué guardas para ti?’, Alejandro Magno respondía: ‘Para mí guardo la esperanza’.
–Insisto, ¿por qué no se puede imaginar un escenario contrario?
–Es hacer futurología. Y en este ámbito no estoy habituado a hacerlo.

Demócrata creyente

Diez minutos. Menem apura la conversación. Ya no se lo escucha nada relajado. Quiere terminar la charla. “Qué más me quiere preguntar, porque...”, dice, y su mensaje es claro.
–¿Por qué el ardid político de postularse a candidato a senador suplente por La Rioja?
–¿Ardid?
–...Usted sabe que está detenido y que...
–No, no, no. No es ningún tipo de ardid. Es mi contribución al justicialismo riojano que me dio la oportunidad desde el principio de acceder a la presidencia de la Nación. No es ninguna maniobra.
–Entonces antes mintió.
–¿Por qué?
–Porque antes de ser detenido, cuando le preguntaron si se presentaba de candidato a senador, dijo que un Papa no quiere volver a ser cura.
–Bueno, pero lo dije en circunstancias normales: gozando de mi libertad y creyendo plenamente en lo que es la democracia...
–...
–Ojo, sigo creyendo en la democracia. Pero hay situaciones que ponen en cuestionamiento la misma. Aquí se han amparado en el paraguas de la democracia para mandarme preso.
–Se habla de una alianza entre el PJ y el cavallismo, al menos en Capital ¿Usted sería otra vez socio político de Cavallo?
–La política es el arte de lo posible (se ríe sin disimulo).
–¿Por qué no habla con su hija Zulemita?
–No he tomado contacto. Pero no quiero hablar sobre este tema hasta que se normalice la situación. El tiempo todo lo puede... además del amor, por supuesto.
–¿Es cierto que dijo que quiere tener un hijo con Cecilia Bolocco?
–Qué esposo no quiere ser padre.
–Una cosa es desearlo otra buscarlo. ¿Lo desea o lo busca?
–Es una aspiración.

De eso no se habla

Trece minutos. Menem prácticamente habla despidiéndose. Página/12 pide un último salpicado de preguntas. El ex presidente acepta amablemente. Pero da a entender que el trámite sea rápido.
–Hay enormes sospechas de que usted se ha enriquecido en forma ilícita
–Que continúen las investigaciones. Yo ya tuve dos sobreseimientos. El juez federal Morales de La Rioja, que me investigó hasta el ‘98, y Ballesteros de Capital, me sobreseyeron. Ya hay cosa juzgada. Me pueden investigar del ‘98 en adelante. No tengo ningún inconveniente. Por Dios. Por Dios. Están obrando lo mismo que los militares. Cuando me detuvieron en 1976 no tan solo me investigaron desde que me hice cargo de la gobernación, en el ‘73, si no diez años para atrás. Y yo jamás fui funcionario de ningún gobierno en toda mi vida hasta que llegué al gobierno de La Rioja. A mí ya me han investigado hasta el grupo sanguíneo, pero por favor, por favor. Eso del enriquecimiento ilícito que lo hacen todas las veces que quieran, pueden mandar oficios, exhortos a cualquier parte del mundo. Todos mi bienes los tengo aquí. No soy un insolvente, como por ahí dijeron algunos. Cuando me vinieron a embargar por 3 millones de dólares le dije que estaba mi declaración jurada. Soy el único presidente de Argentina que durante toda su gestión, todos los años, estuvo presentando su declaración jurada de bienes.
–¿Usted realmente apoya a De la Rúa?
–Yo creo que el Fondo Monetario Internacional, inclusive algunos políticos de Estados Unidos y de otras partes del mundo, le impusieron condiciones muy severas a nuestro país para que venga esta ayuda y en principio dio buenos resultados: bajó el riesgo país y subió la bolsa. Más o menos lo mismo ocurrió tras el blindaje y el megacanje. Ahora Dios quiera que den buenos resultados. Uno no quiere que se caiga Argentina ni yo estoy pensando que el presidente se tiene que ir. El presidente tiene que cumplir el mandato que le ha otorgado el pueblo hasta el 2003.

La única verdad es la realidad

Dieciséis minutos. Menem se despide hablando de la libertad de prensa. Sin quererlo abre una discusión. Y extiende la charla unos minutos más.
–Con Página/12 podemos coincidir o no en este y otros temas. Pero nunca nadie en la Argentina dio tanta libertad de prensa como este presidente. Nadie. Aboliendo inclusive el delito de desacato.
–Usted sabe que no es así.
–(Eleva el tono.) Cómo que no.
–Le puede recordar decenas de iniciativa, como la Ley Mordaza de Barra.
–Ah, bueueeeenoooooo. Pero hablemos sobre la realidad.
–Hubo una iniciativa..
–(Vuelve a interrumpir.)...pero qué ¿salió?
–No hace falta que salga...
–Hablemos sobre la realidad. Las leyes tienen vigencia cuando se promulgan. Aquí fue un proyecto de ley que no tuvo andamiaje correspondiente y no funcionó. Ni tan siquiera fue tratada en el Parlamento. Vamos a ver qué pone en Página/12.
–No sabía que leía Página/12.
–Claro que sí. Leo de todo.

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