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COINCIDENCIA ENTRE EX Y ACTUALES FUNCIONARIOS SOBRE EL DEFICIT CERO
Todos elogian el ajuste, pero pocos creen

Hay muchas dudas de que pueda cumplirse, por la previsible oposición política. Los consejos no son muy generosos: mano dura, arancelamiento a la universidad, salarios flexibles. Vicens, Guidotti y Kiguel, sus autores.

Federico Sturzenegger, secretario de Política Económica. Un juramento sobre la ley de déficit cero.

Por David Cufré

El acuerdo con el FMI parece no haber despejado del todo las dudas sobre la capacidad del Gobierno para superar la crisis financiera. El punto que más se debate es si el Poder Ejecutivo tendrá la fortaleza para imponer el déficit cero, bajando más las jubilaciones y salarios si fuera necesario. “En eso nos va la vida y estaremos luchando a capa y espada todos los días” para cumplir con la nueva regla de oro, prometió ayer el secretario de Política Económica, Federico Sturzenegger, buscando convencer a su auditorio. El auditorio lo componían economistas, consultores y analistas de bancos, reunidos en un seminario de la Universidad Di Tella. Todos ellos elogiaron la voluntad del equipo económico para avanzar con una medida tan extrema como la del déficit cero, pero mostraron su escepticismo a que pueda cumplirla.
El jefe de asesores de Economía, Guillermo Mondino; el designado vicepresidente del Banco Central, Mario Blejer, y Sturzenegger se esforzaron por demostrar que la nueva política de máxima austeridad fiscal se respetará a rajatabla. Y también para ratificar que no se saldrá de la convertibilidad, que no habrá cesación de pagos y que no se tocarán los depósitos. Pero a cada paso otros participantes en los paneles plantearon distintas situaciones que pondrían a prueba esa voluntad de hierro.
Un caso fue el del economista jefe de FIEL, Fernando Navajas, quien dijo que si bien es encomiable el esfuerzo del equipo económico para ir al déficit cero, “le temo a la emboscada política, que uno la está esperando”. Para el ex jefe de asesores del fugaz ministro Ricardo López Murphy, la emboscada sería alguna maniobra política de parte de sectores del Gobierno o de la Alianza para retirarle el apoyo a Domingo Cavallo y dejar caer el plan. Navajas comparó esa eventual situación con lo que le ocurrió a López Murphy, quien fue eyectado de Economía ante la reacción social por el ajuste que quiso imponer.
Para evitar eventualidades como esa, el ex secretario de Hacienda, Mario Vicens dio una recomendación singular. Sostuvo que en este momento “se requiere más liderazgo y menos consenso”. El ex número dos de José Luis Machinea deslizó que no habría que prestar atención a las protestas sociales, ni a las críticas que puedan surgir dentro del Gobierno, sino ratificar el rumbo a cualquier costo. De ahí a pedir mano dura –como lo hizo tiempo atrás el presidente de la Asociación de Bancos, Eduardo Escasany– no habría una gran distancia. Al abandonar el Gobierno, el equipo de Machinea le reprochó a De la Rúa su falta de respaldo a las medidas económicas. Ahora Vicens quiere que no repita el error y que “ejerza el liderazgo”. Pero en tono crítico, indicó que “el liderazgo no es algo que se aprenda en la escuela”, en evidente tiro por elevación a las cualidades como jefe de De la Rúa.
Pablo Guidotti, ex secretario de Hacienda de Roque Fernández, también le apuntó a De la Rúa. Dijo que le quedan dudas sobre la decisión del Presidente para mantener el déficit cero, porque “ni siquiera puede decir que lo que está haciendo es un ajuste, sino que habla de un pequeño ahorro”. Por otra parte, el economista de la Universidad Di Tella cuestionó la “equidad del ajuste”, porque “no es justo que jubilados que ganan 500 pesos estén financiando a sectores ineficientes, como el de calzados y textiles, que se benefician con los planes de competitividad”. Frente a esa crítica, Sturzenegger defendió los planes de competitividad con un argumento que hasta ahora no había presentado. “Estos planes nos sirven para negociar con los gobernadores, los empresarios y los sindicatos, que de otra forma no sería tan fácil”, explicó, y de inmediato dio un ejemplo de las ventajas que entrañan esas negociaciones: “Conseguimos que los sindicatos acepten mayor flexibilidad laboral”.
En diálogo con Página/12, Guidotti insistió con su idea de la “equidad del ajuste”. “Es difícil defender un recorte a jubilaciones de 500 pesos y no hacer una reforma importante en las universidades nacionales, que es claramente un subsidio a la gente que más tiene”, afirmó. El economista recomendó el arancelamiento de las universidades, idea que viene creciendo entre economistas ortodoxos e incluso en el propio gobierno. El secretario de Hacienda, Jorge Baldrich, ya presentó la propuesta en el equipo económico.
Junto con el debate sobre si el Gobierno podrá o no mantener el ajuste, entre los economistas que participaron ayer del seminario en la Di Tella se planteó si será necesario profundizar el recorte de salarios y jubilaciones este año. Miguel Kiguel, ex jefe de asesores de Roque Fernández y actual presidente del Banco Hipotecario, arriesgó que “seguramente se necesitará más flexibilidad de salarios y de gasto público”. Traducido, habría nuevos descuentos en haberes y más ajuste.

 

Default, el fantasma

Para Guillermo Mondino, “no hay posibilidades de acordar un proceso de default o reestructuración no voluntaria de la deuda” porque, en su opinión, “hay muchos incentivos para que cada fondo de inversión se corte solo y demande judicialmente al gobierno argentino”. Argentina tiene gran parte de sus bonos de deuda protegidos por dos cláusulas: una, que equipara la situación de todos los títulos emitidos y otra, que establece que si el Gobierno dejara de pagar se debe acelerar o adelantar en los nuevos títulos todos los intereses que paga el bono hasta su vencimiento. Así, sostiene, “Argentina pasaría de tener una deuda de 140 mil millones a una de 250, 300 mil millones”. “En cuatro meses, habría una lluvia de fallos judiciales contrarios en las cortes de Estados Unidos contra Argentina.”

 

DESDE DON TORCUATO, MENEM INSISTE CON LA RECETA
Y dale con la dolarización

Por Diego Schurman

Se titula “Bases para un Plan de Gobierno”. Fue redactado durante los tres meses de reclusión domiciliaria en Don Torcuato. Y propone un variado menú para salir de la crisis donde el plato principal es la dolarización de la economía. Con ese documento, Carlos Menem buscará reactivar una discusión que lo devuelva al centro de la escena política.
El escrito es de 16 páginas. Se distribuyó en un cuadernillo blanco con letras de molde azul. Y lleva un textual en la portada que resume todo su interior. “Es absolutamente imprescindible otorgar carácter definitivo e irreversible a la paridad cambiaria entre la moneda argentina y el dólar estadounidense. Esto implica profundizar el camino iniciado con la convertibilidad y avanzar hacia la dolarización de la economía argentina.”
Menem dio forma al documento con la ayuda de varios escribas. Pero su asistente principal fue el ex secretario de Control Estratégico, Jorge Castro. Son varios tramos donde se nota la pluma de especialista en temas internacionales.
El ex presidente imaginaba otro escenario para hacer conocer su propuesta. El texto se terminó de redactar cuando el Gobierno aún no había llegado a un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. Por eso ayer Menem, en un reportaje exclusivo a Página/12, remedió ese punto con una frase de poco creyente pese a sus invocaciones. “Dios quiera que funcione el acuerdo con el FMI”, dijo.
En la apertura del texto iguala al gobierno de Fernando de la Rúa con los últimos días del de Raúl Alfonsín por la “crisis de gobernabilidad”. Es el pie para presentar su receta: “El afianzamiento de la gobernabilidad, la defensa irrestricta de la estabilidad económica, la reinvención del Estado y la reinserción internacional del país son cuatro condiciones indispensables para superar la crisis que requieren una quinta condición igualmente imprescindible: la preservación a toda costa de la paz social”.
Recién después se entrega a los detalles:
Gobernabilidad: “En las actuales circunstancias, la gobernabilidad es de naturaleza básicamente fiscal y monetaria. Un gobierno que no logra mantener bajo control las variables fiscales y monetarias empieza perdiendo poder y termina perdiendo poder”.
Regionalización: “La refundación del Estado demanda, en primer lugar, impulsar una amplísima descentralización política, que implica la transferencia de responsabilidades con los consiguientes recursos desde el Estado Nacional hacia las regiones”
Dolarización: “En la actualidad, el dólar es la moneda mundial por excelencia. En la perspectiva estratégica de la integración económica continental planteada por el ALCA, tiende asimismo a erigirse en la moneda común de todo el hemisferio. Es, además, la moneda de refugio a la que acuden los argentinos para proteger sus ahorros cada vez que visualizan una amenaza de devaluación”
Alianza con Estados Unidos: “Hay que avanzar ya mismo en un acuerdo político integral que signifique el pleno restablecimiento de la alianza estratégica entre la Argentina y los Estados Unidos, forjada en la década del 90 y fuertemente resquebrajada en los últimos dieciocho meses”.
Para este último punto, y como cierre del documento, Menem saca de la galera una frase del creador del PJ. “Perón decía que `la política puramente nacional es ya una cosa casi de provincias. Hoy todo es política internacional, que se juega adentro y afuera de los países`”.

 


 

BRASIL CONDICIONA EL “4 MAS 1”
Negociar todo, o nada

El presidente de Brasil, Fernando Henrique Cardoso, puso como condición para comenzar a discutir un acuerdo entre el Mercosur y los Estados Unidos que “las reglas antidumping no sean utilizadas como instrumentos de protección tarifaria”. Durante la asunción de Sergio Amaral como ministro de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior, aseguró que Brasil encarará las negociaciones con todos los bloques del mundo “con la frente alta”. “No existen riesgos en las discusiones, porque Brasil es competitivo y hemos fijado un rumbo en la política externa. Riesgo es sentarse a la mesa y ser incompetente, y no tener un rumbo”, afirmó Cardoso en relación a la discusión Mercosur y Estados Unidos.
Poniendo distancia del entusiasmo manifestado por las autoridades argentinas, Cardoso apuntó que “un buen acuerdo es que todas las cuestiones puedan ser negociadas, que no haya discriminación y que las reglas antidumping no sean utilizadas como instrumento de presión”. “Nosotros vamos a tener que enfrentar eso, enfrentarlo con coraje y no con retórica. De ahí la importancia de lo que vamos a hacer en la ronda que se aproxima en Qatar”, declaró el mandatario brasileño en relación a la próxima reunión de la Organización Mundial del Comercio.
Diversos analistas de Brasil criticaron el anuncio del inicio de las conversaciones de un tratado “4 más 1” simultáneamente con el acuerdo entre Argentina y el FMI, sin consulta previa con los socios regionales. “Es muy inusual que el vínculo entre cuestiones financieras y comerciales sea tan expreso, este es un ejemplo de cómo la fragilidad financiera perjudica los intereses nacionales”, dijo el economista Paulo Nogueira Batista Jr., de la Fundación Getulio Vargas. También el economista de la Fundación Centro de Estudios de Comercio Exterior identificó en la propuesta de Bob Zoelick (jefe del Departamento de Comercio de Estados Unidos) una “forma sofisticada de presión” por parte de Washington. “Hace 50 años, habrían enviado una carta secreta; hoy lo hacen abiertamente.”

 

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