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DOCUMENTOS POR EL CASO DE LOS RETIROS DEL BANCO DE LA RIOJA
Nueva denuncia por las jubilaciones

El concejal del Frente Grande riojano Pablo Díaz declaró espontáneamente. Trajo documentos que detallan operaciones.

Díaz vino a la Capital a traer documentos, destacar nombres y certificar maniobras ante el fiscal.

Por Irina Hauser

“El gobernador Angel Maza jamás pudo desconocer que los expedientes jubilatorios que se mandaban a la Nación eran absolutamente falsos”, acusó el concejal del Frente Grande riojano, Pablo Díaz. No fue un comentario en una charla de ascensor ni de amigos. Lo dijo bajo juramento al presentarse espontáneamente a declarar en la fiscalía de Guillermo Marijuán, quien conduce la investigación sobre 747 jubilaciones truchas del Banco de La Rioja que se usaron para comprar votos, y beneficiar a funcionarios, legisladores, familiares y conocidos. Díaz, un político de la ciudad de Olta pionero en seguir la huella de las jubilaciones irregulares, entregó a la Justicia documentación que demostraría la responsabilidad de Maza y otros ex funcionarios como Antonio Erman González en la maniobra.
El caso de las jubilaciones falsas en la tierra de Carlos Menem ya derivó en el llamado a indagatoria de 148 personas consideradas sospechosas, que declararán desde septiembre ante el juez Rodolfo Canicoba Corral y Marijuán. Los demás imputados por jubilarse como bancarios pese a no haber trabajado en el Banco de La Rioja, o no haberlo hecho el tiempo suficiente, y los funcionarios responsables de la asignación de los retiros siguen investigados con altas chances de ser indagados. En esa dirección podrían echar luz los datos aportados ayer por el concejal. La denuncia original hecha por la Anses, pide que se investigue el posible delito de asociación ilícita, que no es excarcelable. Se calcula que el fraude es de por lo menos 60 millones de dólares.
En un escrito que sumó a su declaración ante el fiscal, Díaz consignó que el 26 de junio de 1998 se firmó un “acta complementaria” del convenio de transferencia del sistema previsional riojano a la Nación que llevaba un listado de 529 beneficiarios de varios regímenes jubilatorios y aclaraba que “los representantes de la provincia constataron expresamente el cumplimiento de los requisitos legales correspondientes” a pesar de las objeciones de la Anses para varios de esos casos.
Entre los jubilados que figuran en el acta en cuestión, aparecen algunos que ya fueron citados a indagatoria por el juez Canicoba Corral, por considerar probado que falsificaron documentos para jubilarse como reyes. Entre muchos otros ejemplos, figuran Pedro José Páez, actual diputado provincial por el departamento de Sanagasta, que se jubiló a los 35 años por 5927,51 pesos mensuales; José Ramón Daher, ex diputado provincial, retirado a los 41 años con 6778,37 pesos por mes; y Silvia Rosa Quiroz, a los 32 años, con un ingreso de 1153 pesos.
El acta –devenida decreto– que certificaba la legitimidad de esos beneficios, lleva la firma del gobernador Maza, el ex ministro de Trabajo Antonio Erman González, el contador general de La Rioja Marcelo Macchi, el administrador de la Unidad de Control Previsional Rolando Pedro Silos y el asesor general de la provincia Diego Alvarez. Este último, hombre de confianza de Maza por excelencia, fue titular del Organismo Interjurisdiccional que otorgaba las jubilaciones. Su esposa, Silvia Estela Leo, está citada a indagatoria por jubilarse como una bancaria que nunca fue con un ingreso de 2152 pesos. Alvarez, además, fue incriminado por José Ponce, un albañil que lo acusó de haber firmado su jubilación trucha a cambio de que él y su familia votaran una lista peronista.
A los detalles sobre el compromiso de Maza y su gobierno, Díaz agregó precisiones sobre las jubilaciones de 39 beneficiarios que integran el listado de 747 imputados, pero que aún no fueron citados a indagatoria. Entre ellos nombra, por ejemplo, a Rolando Ignacio Maza, explicando que es primo del gobernador. También a un profesor de tenis de Menem, Juan Horacio Carreño, a Blanca María Font, ex fiscal municipal de Chilecito, a Daniel Carrión, “conocido como brujo o curandero y amigo de ‘Lito’ Asis, secretario de Educación de la provincia”, al concejal Pablo Omar Castro y el ex diputado Hugo Isidro Carrizo. Sus jubilaciones llegan a 6000 pesos.
Mientras el expediente sigue en la Capital, los riojanos rezan para que pase a la “benévola” Justicia provincial. Allí, el juez Enrique Chumbita -que autorizó a Menem a candidatearse a senador pese a estar preso– debe decidir si reclama la competencia. La Cámara porteña también debe resolver, en base a un reclamo de dos acusados, donde sigue la causa.

 


 

EL JUICIO COMENZARA EXACTAMENTE EN UN MES
El caso AMIA ya tiene fecha

Por R. K.

Exactamente dentro de un mes, el 24 de setiembre, empezará el juicio oral por el caso AMIA. Ayer, el Tribunal Oral número 3 dio otra muestra del cuidado con el cual manejará el proceso y aceptó un pedido para que se incorpore como prueba el sumario interno que se está haciendo en la SIDE por las irregularidades que se cometieron en la investigación. O sea que el Tribunal quiere saber si la SIDE armó o no pruebas, si hizo desaparecer evidencias y si escondió o no una causa judicial, anterior al atentado, en la que ya estaba tras la pista de supuestos terroristas iraníes.
La expectativa mundial se centrará en Buenos Aires cuando dentro de un mes se abra lo que será uno de los juicios más importantes de la historia argentina. En verdad, no estarán en el banquillo los culpables principales de la mayor masacre ocurrida en el país porque lo cierto es que no se sabe quienes fueron los asesinos de las 85 víctimas. Se juzgará, en cambio, a un armador de autos truchos, Carlos Telleldín, y a un grupo de policías bonaerenses encabezados por el otrora poderoso comisario Juan José Ribelli, todos sospechados de haber sido cómplices del atentado. Se calcula que el proceso va a tardar cerca de un año y, por primera vez, habrá un veedor oficial de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Claudio Grossman, y decenas de delegados de distintas entidades del mundo.
Ayer, el tribunal que integran los doctores Miguel Pons, Gerardo Larrambebere y Guillermo Gordo terminaron de aceptar o denegar las últimas pruebas y testigos propuestos por las partes. Entre los nuevos convocados a declarar figuran el ex embajador de Israel Itzhak Avirán, el ex canciller Guido Di Tella y el actual intendente de San Miguel Aldo Rico. En tanto zafaron de declarar en el juicio Carlos Corach y Eduardo Duhalde.
Lo más llamativo de la resolución del Tribunal se refiere a la SIDE y va en dos sentidos. Por un lado, pide que semana a semana se entreguen los resultados de un sumario interno que ordenó ya hace meses el actual titular de la secretaría, Carlos Becerra, en el que se investigan las presuntas maniobras de la central de espías. Pero por otro lado, se cita a declarar a Nilda Garré, que desde el Ministerio de Justicia está a cargo de la llamada Task Force, o sea el equipo que sigue investigando el caso AMIA. Garré ordenó hace un tiempo un profundo análisis de lo hecho por la SIDE desde un año antes del atentado hasta un año después, incluyendo el dinero que se movió, los objetivos, cuáles fueron los grupos operativos que actuaron y qué hicieron exactamente.
Las sospechas sobre la SIDE tienen que ver con que, presuntamente, antes del atentado tenía en marcha una investigación sobre un grupo islámico terrorista que operaba en el país, pero que “se les escapó” y produjo el ataque. La sospecha es que, para que no se conozca semejante fracaso, la SIDE alteró pruebas, borró casettes de escuchas telefónicas, armó pistas falsas y terminó pagándole –con autorización del juez Galeano– unos 400.000 pesos a uno de los imputados, Carlos Telleldín.
En una palabra, dentro de un mes se pondrá en marcha un complicado proceso judicial en el que habrá acusados de complicidad en el banquillo, pero que también abarcará la forma en la que se realizó una investigación en la que personal de las fuerzas de seguridad pateó en contra.

 

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