Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira


Aparece el congresista, pero no la desaparecida

Después de casi cuatro meses de silencio, el congresista californiano que debió confesar su affaire con una pasante desaparecida empezó ayer una frenética campaña pública para salvar su imagen.

Abbe Lowell, abogado
del congresista Gary Condit.
El congresista mantuvo un perfil bajísimo hasta ayer.

Por Michael Ellison
Desde Nueva York

Gary Condit, el congresista conocido hasta hace unos pocos meses sólo a sus colegas y constituyentes, se entregó finalmente anoche a la maquinaria a la que él culpa de todos sus problemas: los medios. El demócrata californiano de derecha de 53 años de edad de California, que no está sospechado de tener algo que ver en la desaparición en Washington de una pasante (asistente en investigación política) con quien tuvo un affaire, apareció en público a través de una carta después de casi cuatro meses de silencio.
Condir negó saber nada sobre el destino de Chandra Levy, de 24 años de edad; insistió en que había cooperado con la policía y mostró compasión por la familia. En un punto Condit sugirió que podría haberse desviado de la rectitud. “Espero que también entiendan que no soy perfecto y que cometí errores,” dijo. Habiendo callado durante tanto tiempo sobre este guisado de sexo, política e intriga, Condit, hijo de un predicador bautista, se convirtió de pronto en el hombre más citado en Estados Unidos. En su campaña para salvar su carrera política, primero reclutó a los carteros de su distrito, que incluye la ciudad de Modesto. Los carteros entregaron cartas a más de 200.000 hogares, en los que Condit defiende su posición. Luego dio una entrevista de 30 minutos en la hora de mayor audiencia de televisión, como parte del proceso de rehabilitación previamente soportado por otros sospechosos de conducta impropia tales como Bill Clinton y Michael Jackson.
Hoy Condit es tapa de la revista People, y hay más por venir en Newsweek. “En un momento, contundente; en el próximo evitando las preguntas duras”, así es como People describió al objeto de su primicia. “A pesar de mis mejores intentos de ayudar a la policía a encontrar a Chandra, algunos en los medios me han criticado por permanecer en silencio,” dice el congresista en su carta. “No he estado en silencio con aquellos encargados de encontrar a Chandra. He contestado cada pregunta hecha por la policía y el FBI. Algunos sugieren que no hablar con los medios podría significar que tengo algo que ver con la desaparición de Chandra. No tuve nada que ver. Ruego para que ella no haya tenido el mismo destino que las otras jóvenes que han desaparecido del mismo vecindario” - Washington DC.
Levy, una ex becaria en la Oficina Federal de Prisiones, no ha sido vista desde el 30 de abril. Al día siguiente cerró su computadora y desapareció, dejando atrás su documento de identidad. Condit pasó más de dos meses negando un affair con ella, describiendo a Levy más bien como una buena amiga. Eso se sostuvo hasta julio, cuando otra buena amiga rompió el silencio para decir que ella había tenido un affair de 11 meses con Condit. Anne Marie Smith, de 39 años, una azafata, dijo que el congresista la había presionado para firmar una declaración jurada negando su relación y que le había pedido que no hablara con el FBI. Luego, la tía de Levy dijo que su sobrina le había confiado su affair, un hecho que Condit no aceptó hasta la tercera de las cuatro entrevistas con la policía y la FBI.
La policía en Washington dijo que Condit no es un sospechoso y que no hay evidencia que demuestre un engaño. Pero el apoyo para Condit, que ha estado en la Cámara de Representantes durante 12 años, ha mermado. Una encuesta reciente entre sus votantes demostró que sólo el 24 por ciento votará por él si se presentara para una reelección mañana. Esa prueba en realidad ocurrirá el año que viene.

De The Guardian de Gran Bretaña, especial para Página/12
Traducción: Celita Doyhambéhère

 


 

ATENTADO ANONIMO CERCA DE PADUA
Explota la Liga Norte

Una explosión ante una oficina del partido de derecha Liga del Norte en un pueblo cerca de Padua sonó ayer muy similar a otros atentados que se vienen sucediendo en Italia y que provocan incertidumbre en el gobierno de Silvio Berlusconi. Se presume que la explosión fue producto de una bomba, suficientemente poderosa para causar daños importantes al edificio: la única razón por la que no hubo víctimas es que nadie circulaba por el lugar en el momento del estallido. Ya el clima se había tensionado al finalizar la cumbre de G8 (los países más industrializados y Rusia) que se realizó en Génova y que estuvo enmarcada en una batalla entre las fuerzas de seguridad y los manifestantes antiglobalización, que terminó en un muerto y cientos de heridos y detenidos.
Las autoridades temen reacciones de los antiglobalizadores, y les atribuyeron el atentado del 9 de agosto al Palacio de Justicia en Venecia. Después de esa explosión (que también causó daños materiales importantes pero no víctimas) el premier y líder de la centro derecha, Silvio Berlusconi, llamó a todos los políticos a hacer frente a la escalada de violencia. Asimismo el gobierno advirtió que tras lo sucedido en Génova en julio lo mejor sería que otros encuentros se realicen fuera de Italia, y el mismo Berlusconi dijo que la cumbre sobre la pobreza de la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO) prevista para noviembre en Roma, debería realizarse en un país africano. Mientras tanto, Italia parece de vuelta en los “veranos calientes” de la década del ‘70.

 

PRINCIPAL