El anuncio realizado desde de
la Universidad de Duesseldorf, en Alemania, causó conmoción
en el mundo científico: un grupo de cardiólogos afirmó
haber reconstituido, por primera vez, una parte dañada del músculo
cardíaco mediante un tratamiento con células madre adultas
extraídas del organismo del propio paciente. Bodo Eckerhard Strauer,
uno de los cardiólogos que efectuó la operación,
advirtió que para demostrar esa hipótesis todavía
hay que analizar una muestra de los tejidos reconstituidos, aunque
deslizó que la mejora no puede deberse sino a una transformación
de las células madre en células del músculo del corazón.
Strauer confía en que la terapia demuestre que es posible curar
sin necesidad de las controvertidas células madre embrionarias.
Especialistas consultados por Página/12 coincidieron que, de ser
comprobarse el éxito de esta técnica, se abriría
un panorama hasta ahora impensado en el tratamiento de las enfermedades
cardíacas.
Los médicos de la Clínica de la Universidad de Duesseldorf
afirmaron que las células madre obtenidas reconstruyeron el tejido
muscular coronario que fue dañado en infartos graves que sufrieron
varios pacientes tratados, y aseguraron que todos ellos ofrecieron síntomas
de mejoría considerables.
El director de cardiología de la clínica, Bodo Eckehard
Strauer, explicó que las células madre adultas fueron extraídas
de la cresta ilíaca de los pacientes y que luego fueron inyectadas
en la arteria afectada por el infarto, desde donde fueron trasladadas
a la zona del músculo coronario dañado. A partir de esa
técnica, se desarrolló un nuevo tejido muscular que en parte
asumió las funciones del tejido muscular dañado, lo que
supondría que los pacientes afectados por un infarto podrían
evitar la implantación de un puente cardíaco (by-pass) u
operaciones a corazón abierto.
Roberto Favaloro, director de la Fundación Favaloro, apuntó
a este diario que si se logra demostrar que se obtiene un músculo
vivo a partir de las células madre sería espectacular.
Por ahora está en una etapa experimental aportó
Favaloro, pero en el caso de que la técnica se compruebe
científicamente, los pacientes con múltiples infartos podrían
ser tratados sin necesidad de realizarles un transplante ni haría
falta trabajar en corazones artificiales, aventuró. De todos
modos, el médico aclaró que hay que tener en cuenta
que este método es específico para cardiopatías isquémicas,
cuando hay múltiples infartos.
Por su parte, el secretario de la Fundación Cardiológica
Argentina, Jorge Tartaglione, fue cauto: El tejido muerto, está
muerto y no hay vuelta atrás. Si esto es así sería
una evolución importantísima en la terapia de las enfermedades
cardiovasculares. Tartaglione consideró que sería
hacer futurología imaginar que significaría esta terapia,
pero observó que cuando se hizo el primer by-pass nadie imaginó
que se convertiría en una técnica tan exitosa.
Strauer detalló el caso de un hombre de 46 años, en el que
apenas diez semanas después del trasplante el tamaño
del infarto se había reducido en un tercio. El médico
supone que allí se desarrolló un nuevo tejido muscular que
en parte asumió las funciones del tejido dañado, aunque
aclaró que aún no se han efectuado las pruebas, por lo que
científicamente la hipótesis no está demostrada.
Sin embargo, a juicio de Strauer, la única explicación para
la mejora en el estado de los pacientes es que existe un nuevo tejido
muscular. La terapia demostraría entonces que es posible curar
a pacientes sin necesidad de las controvertidas células madre
embrionarias, dijo el cardiólogo alemán.
Las células madre son células aún no especializadas
del organismo de un ser vivo, que se transforman a lo largo de la evolución
embrionaria en las células que componen el cuerpo humano: musculares,
nerviosas y coronarias. La teoría médica les atribuye la
capacidad de desarrollarse en células especializadas y reemplazar
células muertas.
Qué son las
células madre
Con la ayuda de las células madre, los investigadores tienen
la esperanza de hallar tratamientos para curar muchas de las más
graves enfermedades. Hay dos tipos de células madre: las
embrionarias y las adultas, y ambas poseen diversas facultades y
distinta procedencia. Las células madre adultas pueden desarrollarse
en determinados tejidos, ya que sirven en diversas partes del cuerpo
como reserva para reemplazar tejidos durante toda la vida. Es así
como se forman, por ejemplo, nuevos corpúsculos sanguíneos.
Estas células tienen una capacidad limitada de multiplicarse.
pero tienen la ventaja de que pueden ser extraídas del propio
paciente, por lo que su sistema inmunitario las reconoce y no las
rechaza como cuerpos extraños. Por su parte, las células
madre embrionarias son extraídas de un embrión poco
después de la fertilización y son capaces de evolucionar
en todo tipo de tejidos. Los científicos ven en estas células
amplias posibilidades de aplicación pero, debido a que al
extraerse del embrión éste muere, el método
ha generado múltiples polémicas y planteos éticos.
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CONDENARON
EN EE.UU. AL HOMBRE CON MUCHAS MUJERES
Cinco años para el polígamo
Tom Green, el mayor polígamo
en las últimas cinco décadas de la historia de Estados Unidos,
fue condenado ayer por su delito a 5 años de prisión: uno
por cada una de sus esposas. El hombre, que además tiene una treintena
de hijos, deberá además devolver los 78 mil dólares
que obtuvo, mediante fraude, del servicio de asistencia social norteamericano.
Horas antes de conocerse la sentencia, Green señaló a la
prensa que se sentía triste por vivir en una sociedad donde
un hombre puede ser enviado a prisión porque es padre. Tras
la lectura del fallo, besó a sus esposas y a los cinco hijos que
lo acompañaban en el tribunal, y fue conducido a la cárcel.
Green había sido hallado culpable del delito de cuádruple
poligamia en mayo último, en un fallo que también
lo señalaba como responsable de no brindar suficiente asistencia
financiera a sus hijos. Green dueño de una pequeña
empresa de telemarketing donde trabajan todas sus esposas acusó
en esa oportunidad a los fiscales de no tener sentimientos,
una descripción que no desentona en un pueblo cuyo nombre es Snake
Valley (valle de serpientes).
La poligamia fue, durante décadas, una práctica tolerada
en el estado de Utah, en particular por cuestiones religiosas: en ese
territorio nació la Iglesia de los Santos de los Ultimos Días,
para la que la poligamia respondía a un principio divino. Sin embargo,
en la lucha de los mormones para que Utah se convirtiera en estado, la
poligamia fue abolida. Aun así, estimaciones oficiales indican
que cerca de 50.000 habitantes del estado viven en una familia constituida
por varias esposas, y gran parte de los oriundos de ese lugar son descendientes
de familias polígamas.
La sentencia de Green fue dictada por el juez Guy Burningham, de la localidad
de Provo. Si bien la condena fue de cinco años por cada uno de
los cuatro matrimonios ilegales, al tratarse de una sentencia simultánea,
las penas no se acumulan, por lo que Green pasará sólo un
lustro en la cárcel. El abogado defensor del polígamo, John
Bucher, informó que apelará la orden de restitución
de los 78.000 dólares, pero no precisó si también
recurrirá las otras sentencias.
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