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A LA HORA DEL LAVADO DE DINERO...
El fútbol lo lava en Ríos

Una investigación sobre lavado de dinero que involucra al ex presidente del club Deportivo Español, Francisco Ríos Seoane, podría desentrañar los vínculos entre la AFA y el banquero Moneta.

Por Gustavo Veiga

Una investigación sobre lavado de dinero que involucra al ex presidente del club Deportivo Español, Francisco Ríos Seoane, permitiría desentrañar los vínculos económicos que existieron durante los últimos años entre la AFA y el desaparecido Banco República del empresario Raúl Moneta. Además, podría aportar datos sobre la arquitectura financiera montada para evadir sumas millonarias en un mercado casi desprovisto de controles como el del fútbol. La causa, que está en pleno trámite en el Juzgado Federal Nº 10 donde se desempeñaba el ex juez Norberto Oyarbide, quedó en manos del doctor Gabriel Cavallo, quien lo reemplaza a aquel desde hace un tiempo. Tres abogados, Antonio Liurgo, Marcelo Parrilli y Alfredo Montes, presentaron la denuncia el 27 de febrero de este año con el objetivo de determinar, entre otras cosas, por qué en agosto de 1997 se logró el levantamiento de una huelga de futbolistas gracias al depósito en el Concurso Preventivo del Deportivo Español, de 2 millones de pesos que salieron del República. Aquel conflicto se había originado en el pedido de libertad de contratación para seis jugadores que pertenecían a la institución donde Ríos Seoane siempre resultó un personaje omnipresente.
Ahora, el fiscal federal Miguel Osorio acaba de requerir información sobre la causa de lavado de dinero en la que está implicado Moneta y también solicitó otros elementos que constan en la quiebra del club, tramitada ante el Juzgado de Primera Instancia en lo Comercial Nº 2, a cargo del doctor Luis Garibotto. Asimismo, ya declaró en el expediente un ex directivo de Español, llamado Agustín Martínez, quien habría aportado algunas pistas sobre el modus operandi de Ríos Seoane.
Los letrados que firmaron la denuncia aspiran a que brinden su testimonio el titular de la AFA, Julio Grondona, el banquero acusado de lavador y el ex presidente Carlos Menem, quien allá por 1997 cumplió un papel decisivo en la resolución de la crisis originada por el paro de Agremiados. Liurgo y Parrilli coinciden en el enfoque sobre la posibilidad de lavar dinero a través del fútbol.
“Es un ámbito propicio –aseguran– por las características de las personas y del movimiento económico que se da, absolutamente falto de control. Ese es un elemento objetivo que se combina con otro subjetivo: la idiosincrasia de los dirigentes del fútbol no puede ser muy distinta a la que tiene en nuestro país el resto de la dirigencia.”
Lo llamativo de la pesquisa que ahora está en curso es que deviene de una investigación anterior seguida contra Ríos Seoane en España y por la cual la oficina de Interpol en Madrid le solicitó información a la jueza María Cristina Bértola, a cargo del Juzgado de Instrucción Criminal Nº 7 (la magistrada que tuvo la causa por el homicidio de Ignacio Torres, un socio opositor a Ríos Seoane quemado vivo el 20 de julio de 1994). El 11 de julio de 1995, mediante el oficio Nº 7369, aquella sección de la policía había requerido que se le remitieran “datos concretos sobre hechos delictivos” imputados al ex directivo del Deportivo Español y a uno de sus hijos, Alejandro Adrián Ríos Freijó. A ambos, se los investigaba “por presunto blanqueo de dinero ya que poseen en España cuentas bancarias con movimientos de dinero muy importantes”.
Este pedido nunca fue respondido y, por ello, Liurgo, Parrilli y Montes, en un tramo de la denuncia ratificada ante el Juzgado Federal Nº 10, sostienen que “resulta indudable que ni la jueza notificó su decisión de no informar, ni la Policía Federal y/o el Ministerio del Interior cumplió con su obligación de profundizar la investigación internacional sobre lavado de dinero...”. Los abogados, durante una entrevista con Página/12, describieron que Ríos Seoane no tiene bienes a su nombre –es técnicamente una persona insolvente– y que opera “a través de sus hijos y quien ha sido su chofer, Eduardo Loureiro, que por otra parte es acreedor en el concurso de Español por 400 mil dólares, cuando tenía un sueldo de 400 pesos por mes”. Del escrito presentado ante el doctor Cavallo se desprende que los denunciantes sospechan la posibilidad de que el ex presidente del Deportivo Español habría lavado dinero del narcotráfico y que lo hacía amparado en “la pantalla de pujantes empresas de gastronomía”. Asimismo, le atribuyen al poder político el hecho de haberle dado cobertura a esas operaciones que investiga la Justicia. Según los abogados, “Ríos Seoane, de acuerdo al último chequeo que hicimos, tenía más de treinta causas abiertas por calumnias, lesiones, quiebra fraudulenta, estafa, defraudación y, por lo menos dos de ellas, deben ir a juicio oral”.
Es curioso, pero aún no se ha dictado sentencia en ninguna. Liurgo recordó que “sólo en una por lesiones y hace muchos años, se lo encontró culpable”. La denuncia que hoy se tramita en el fuero federal apunta a que el personaje que pasa sus días entre Asturias, Galicia y su residencia de la calle Ramón L. Falcón en Buenos Aires, sea condenado en el caso de ser hallado culpable, por lavador de dinero que, en parte, ha circulado en el fútbol. “El propio Ríos Seoane desde España monitoreaba las operaciones del gobierno con la AFA, la empresa televisiva que explota los derechos y el sindicato de jugadores...” se describe en el texto de siete carillas que solicita la investigación del desprestigiado empresario, pero que además persigue echar luz sobre una forma de hacer negocios con fondos de dudosa procedencia.

 

 

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