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EN UN AÑO INFORMATIZARAN TODO EL SISTEMA DE SALUD DE LA CIUDAD
Una red para hospitales porteños

El programa comenzará a implementarse en diciembre en el Penna y se extenderá en el 2002 al resto del sistema. Se podrá sacar turno a distancia y transmitir datos de análisis y estudios.

Por Eduardo Videla

Si el médico de un centro de salud pide una interconsulta con un especialista, desde allí mismo, a través de una conexión on line con el hospital, podrá sacarle un turno al paciente. Si además le ordena un análisis de sangre, ahí mismo le harán la extracción, la muestra irá al hospital, y de allí volverá la información, también on line, al centro de salud. En el primer caso, el paciente habrá evitado un madrugón para sacar turno, y en el segundo, tres viajes al hospital, para el turno, la extracción y la entrega de resultados. Esas serán algunas de las consecuencias de la informatización del sistema de salud porteño, que comprende 33 hospitales, otros tantos centros de salud y 10 centros médicos barriales. La experiencia comenzará en diciembre en el Hospital Penna, de Parque de los Patricios, y estará completa en la segunda mitad del año próximo. Las autoridades prometen que, cuando la red esté en funcionamiento, se terminarán las penosas colas desde la madrugada, para conseguir turnos, un sufrimiento adicional para los pacientes que concurren a los hospitales.
Para el gobierno porteño, la informatización de la red de salud tiene dos objetivos centrales. “Por un lado, mejorar la gestión y la planificación hospitalaria, y por otro, terminar con esa sensación de maltrato que genera el sistema primitivo de otorgar turnos”, adelantó a Página/12 el secretario de Salud, Aldo Neri. “La ida y vuelta de información le dará más eficacia a las tareas –agregó el funcionario–: las mismas estadísticas que hoy tenemos de un año para otro, las vamos a tener en el día.”
El software fue diseñado por un equipo de técnicos al mando del director de Información de Salud del gobierno porteño, Claudio Andrili. El programa está desarrollado en forma modular: en una primera etapa se pondrán en marcha los módulos de turnos, admisión y egresos, y facturación. A partir del 2002 se habilitarán otros tres módulos de la red: compras, laboratorio y diagnóstico por imágenes.
“Cuando esté en funcionamiento la primera etapa, se va a poder sacar turno desde los centros de salud, y será posible pedir turnos por teléfono con la sola instalación de un call center”, explicó Andrili a este diario. El Gobierno ya llamó a licitación para la compra de servidores y la instalación de los puestos en hospitales y centros de salud, con una inversión para este año de 1,3 millón de pesos.
En cuanto a la facturación, no se trata de cobrarles a los pacientes -la atención gratuita es obligatoria por ley– sino de facilitar el cobro de las prestaciones a las obras sociales. “Hoy, los problemas burocráticos hacen que para la gente, declarar que tiene una obra social sea una complicación. Con el nuevo sistema será más fácil porque habrá una base de datos con todos los afiliados al PAMI y a las principales obras sociales”, agregó el director de Atención Primaria de la Salud, Gabriel Muntaabski.
Esa base de datos evitará que los pacientes tengan que dar sus datos cada vez que concurren a un servicio distinto. “Estará identificado con su número de documento, y cada vez que necesite hacerse un estudio o una internación, sus datos estarán en el sistema”, explicó Andrili.
Según Muntaabski, la implementación del programa fue consensuada con los dos gremios más importantes del sector: la Asociación de Médicos Municipales y el Sindicato Unico de Trabajadores y Empleados del Gobierno de la Ciudad (Sutecba), que agrupa a enfermeras y administrativos. La eliminación de trámites repetidos traerá como consecuencia la necesidad de redistribuir el que, además, deberá hace cursos de capacitación para manejar el nuevo programa. En el sistema porteño de salud trabajan en total 35.000 agentes, entre profesionales y no profesionales.
En la ciudad de Buenos Aires se atienden por año unas 8,5 millones de consultas por año. Por sí solo, el proceso de informatización no resolverá el problema de las demoras para sacar turno: habrá que ampliar además los horarios de atención. Pero evitará movimientos innecesarios de pacientes.”El sistema privilegia la atención en consultorios en los centros de salud. Cuando el paciente necesita una interconsulta, desde allí se le pide turno al hospital, para evitar que pierda tiempo haciendo cola. Lo mismo para hacer un diagnóstico por imágenes o una práctica de alta complejidad. Si necesita un análisis de sangre, allí se hará la extracción y los resultados se tomarán luego desde la pantalla”, explicó Andrili.
Muntaabski, además, hace hincapié en la transparencia: “Los auditores pueden revisar las cuentas a través de una terminal; los datos sobre las compras serán públicos y las licitaciones se publicarán en Internet”, precisó. Otra ventaja: los hospitales y servicios, que hoy se comunican por teléfonos de línea, podrán hacerlo a través del correo electrónico, lo que representa un importante ahorro en pulsos telefónicos.

Población sin cobertura

A partir de setiembre, la Secretaría de Salud comenzará a implementar un programa en los barrios de La Boca y Barracas, que consistirá en la identificación de la población sin cobertura médica. “El objetivo es el ingreso ordenado al sistema público para que no quede nadie sin cobertura”, dijo a Página/12 el director de Atención Primaria de Salud, Gabriel Muntaabski.
El sistema se extenderá a toda la ciudad, pero su primera etapa se llevará a cabo en uno de los sectores más postergados de la ciudad. La elección de la zona no es casual: uno de los hospitales de referencia de esa área es el Penna, el primero en el que se implementará el proceso de informatización. Los pacientes tendrán una tarjeta identificatoria, con su número de documento, con la cual tendrán acceso a la cobertura médica. Sus datos serán incorporados a la base de datos del sistema porteño de salud.

 

 

 

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