Por Felipe Yapur
La comisión investigadora
sobre lavado de dinero ocupó toda la tarde de ayer para escuchar
el informe y la documentación que presentó Graciela Ocaña
contra el jefe de Gabinete, Chrystian Colombo. La diputada frepasista
abundó sobre el engaño al Congreso que habría
realizado Colombo cuando ocultó la información
que desaconsejaba la autorización de créditos al Grupo Yoma,
concretada cuando ocupó la titularidad del Banco Nación.
Una vez concluido el informe, los legisladores decidieron remitir un cuestionario
sobre la actuación de Colombo a la Jefatura de Gabinete, a la AFIP,
a la Oficina Anticorrupción y al Banco Nación, que deberán
ser respondidos en las próximas 48 horas para poder definir los
pasos a seguir en torno a la situación del funcionario en cuestión.
El listado de preguntas que Colombo recibirá en las próximas
horas, incluye aquella en que le piden que describa las circunstancias
por las cuales decidió, como presidente del Nación, otorgarles
avales por diez millones de pesos a la empresa del ex cuñado presidencial.
Le preguntan también si tuvo en cuenta los informes que las diferentes
áreas del banco realizaron sobre el estado patrimonial de Grupo
Yoma y que explique por qué no cumplió con la promesa realizada
a la Oficina Anticorrupción de realizar una denuncia sobre los
avales otorgados. La redacción de las preguntas recayeron en las
diputadas Margarita Stolbizer (UCR), Cristina Kirchner y Carlos Soria,
ambos del PJ.
Las preguntas surgieron a partir del extenso informe de Ocaña,
quien utilizó buena parte de las más de cinco horas que
demandó la reunión de la comisión. Durante ese tiempo,
la legisladora del Frepaso cada día más cerca del
ARI relató paso a paso cómo se concretó el
engaño. La frepasista dijo que fue en junio de 2000
cuando el directorio del Banco Nación ordenó la realización
de una auditoría general sobre los créditos otorgados a
las empresas del Grupo Yoma.
Ocaña respaldó su tesis presentando las conclusiones de
dicha auditoría que determinaron en julio de 2000 que se
consideraba dudosa la recuperación de los créditos del banco
y que de ejecutarse las garantías sólo se recuperaría
el 30 por ciento de los créditos. Lo que remarcó la
legisladora fue que Colombo, en un informe presentado ante el Congreso
en noviembre del año pasado, omitió la inclusión
de las conclusiones.
Una vez finalizado el informe, Horacio Pernasetti realizó un ofrecimiento
que sorprendió a más de uno de los miembros pero que serviría
para aclarar lo ocurrido: propuso la participación
de su asesor, Carlos Córdoba, quien trabajó en el estudio
jurídico que llevó adelante la convocatoria de acreedores
del Grupo Yoma. Ocaña fue la primera en oponerse; los demás
diputados acompañaron esta posición. Confiamos en
tu buena voluntad, Horacio le dijo Ocaña, pero no podemos
permitir que alguien que trabajó para los Yoma venga a explicarnos
lo que pasó.
Su situación es absolutamente comprometida, afirmó
Elisa Carrió en referencia a Colombo poco después de que
concluyera el encuentro. La titular de la comisión respaldó
con firmeza a su compañera, de quien dijo que realizó
una investigación brillante, y destacó que toda
la documentación que tenemos es contundente.
Uno de los que no coincide con este análisis es Pernasetti, jefe
del bloque radical, quien consideró que la denuncia no tiene
fundamentos para pedir una moción de censura contra el funcionario.
Incluso, el catamarqueño sostuvo que acá no se está
juzgando la conducta del jefe de Gabinete porque lo que se denuncia ocurrió
cuando él presidía el Banco Nación. Por otra
parte, fuentes cercanas al legislador señalaron que posee un informe
del Nación que demostraría que no hubo ocultamiento
de pruebas en el caso Yoma.
Si bien no prosperó la idea de que la comisión apoyara la
iniciativa contra Colombo, Carrió adelantó que lo realizará
desde el bloque del ARI. Pero antes, deberá conseguir que sea aprobado
por los dos tercios de ambas Cámaras. Una posibilidad que, por
ahora, resulta bastante difícil.
GARCIA
LUPO NEGO LA RELACION EDUARDO MENEM-PHARAON
Carrió ratifica su denuncia
Eduardo Menem debió esperar
algo más de dos horas antes de poder escuchar al periodista Rogelio
García Lupo afirmar que no fue él quien relacionó
al senador riojano con el financista árabe Gaith Pharaon y el dictador
Roberto Viola, hecho que figura en el informe de la comisión investigadora
sobre lavado de dinero. Evidentemente hubo una confusión
de parte de la diputada, dijo el veterano redactor en referencia
a Elisa Carrió. Sin embargo, fuentes cercanas a la legisladora
aseguraron a Página/12 que Ella jamás dijo que el
periodista sea la fuente de su información y ratificaron
la denuncia de Carrió.
Durante la presentación del informe de la comisión, el 10
de agosto pasado, Carrió señaló a Menem y a su colega
Omar Vaquir como las personas que recibieron a Pharaon en 1981 para luego
presentarlo ante Viola. El senador riojano reaccionó desmintiendo
la especie y presentando una cuestión de privilegio. Por eso, ayer
García Lupo compareció ante la Comisión de Asuntos
Constitucionales. Pero antes de escuchar la desmentida los senadores tuvieron
que escuchar una larga lectura de fragmentos del libro donde el periodista
describe los negocios de Pharaon y el dictador, y la querella por injurias
que luego le inició el financista árabe. Transcurridas casi
dos horas, Menem le solicitó que finalizara para que respondiera
sobre el hecho por el que lo habían convocado. El periodista ni
se inmutó: El tema que le interesa no es el mismo que me
interesa a mí. Lo lamento senador Menem, pero tendrá que
esperar, dijo.
Una vez concluida con su lectura, el periodista dijo que evidentemente
hubo una confusión de parte de la diputada. Probablemente como
tuvo acceso a recortes de notas mías, se le produjo una confusión.
Yo no soy la fuente de la información. Y Menem se dio por
satisfecho.
Pero entre los colaboradores de Carrió sostienen que ella
jamás dijo que García Lupo fuera la fuente. Reconocen
que la diputada citó el trabajo del periodista pero no relacionado
al caso Pharaon-Menem. De todas formas éstos señalaron que
la diputada ratifica lo escrito en el informe así como también
que no develará la fuente que le brindó tal información.
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