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Cavallo busca en Washington que lo vuelvan a querer

El ministro se reunió con John Taylor, del Tesoro de EE.UU., y Horst Koehler, titular del FMI, en un viaje que tuvo como motivo la fiesta de despedida de Stanley Fischer, el número dos del Fondo.

Domingo Cavallo, ministro de
Economía. Quiere cicatrizar heridas.
Busca recomponer la relación con los funcionarios del FMI.

Hacía dos meses que tenía ganas de subirse a un avión con destino a Estados Unidos. Pero lo convencían de que no era conveniente puesto que no iba a ser bien recibido. Incluso, hace unas semanas, cuando todavía no se había abierto la negociación con el Fondo Monetario, tenían la intención de emprender una gira por Europa y EE.UU. para buscar financiamiento. Los pasajes estaban emitidos, pero fueron cancelados porque le advirtieron que no conseguirían el apoyo que buscaba. Se tuvo que guardar el orgullo en la valija, y dejar el lugar estelar en la negociación con el FMI a su secretario de Finanzas, Daniel Marx. Finalmente, con la excusa de la despedida de su amigo Stanley Fischer, el número dos del Fondo, Domingo Cavallo pudo aterrizar en Washington. Y mostrarse ante los funcionarios que no le tienen mucha simpatía.
Con esos antecedentes, Cavallo no perdió la oportunidad de dar una conferencia de prensa. Afirmó anoche desde Washington que otros apoyos financieros adicionales al obtenido del Fondo Monetario “serán muy importantes para asegurar la sustentabilidad del crecimiento económico de la Argentina”. Al respecto, explicó la situación actual de Argentina y el programa que se ha presentado al Fondo Monetario Internacional (FMI), al presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Enrique Iglesias, y a la junta directiva de esa institución crediticia, que ayer aprobó un crédito por 500 millones de dólares al gobierno de Buenos Aires. Cavallo indicó que habló en el BID “porque ese préstamo es importante para apoyar la consolidación de las relaciones entre las provincias y la Nación en materia fiscal, en el sentido de avanzar hacia un mejor sistema de coparticipación federal de impuestos”.
Además, confirmó que mañana firmará el “memorándum de entendimiento” con el FMI, que estipula las condiciones que deberá cumplir el gobierno para acceder al salvataje financiero. “Luego lo explicaré a todos los argentinos”, afirmó. Por la tarde, Cavallo tuvo dos reuniones claves Washington: por un lado, con el director gerente del FMI, Horst Koehler; y con el subsecretario del Tesoro, John Taylor, por el otro. Después, participó de una cena de despedida a Stanley Fischer, el economista norteamericano que como número dos del FMI comandó los principales salvatajes financieros durante la última década. En diálogo con la prensa, antes de partir hacia el homenaje, Cavallo agradeció “tanto a Taylor como a Koehler los trabajos que han realizado en favor de la Argentina”. Y se negó a hablar del canje de deuda: “Ese es un tema que maneja el secretario de Finanzas (Daniel Marx) que es un especialista en el tema”, se excusó.
Voceros del gobierno norteamericano, confirmaron el encuentro entre Cavallo y Taylor. Pero se negaron a revelar los temas de conservación durante la reunión. Anteayer, Taylor se había reunido con un selecto grupo de clientes del banco de inversión JP Morgan Chase, principal colocador de la deuda argentina en el extranjero, para analizar el mismo tema. En el encuentro con Koehler, Cavallo repasó las condicionalidades acordadas con el organismo para destrabar el salvataje financiero. El titular del FMI quiere que el gobierno argentino dé señales claras de que podrá cumplir en los meses venideros con la regla de déficit cero antes de que el directorio de la entidad trate formalmente la aprobación del acuerdo. En especial, después de que el propio ministro reconociera ante los técnicos del Fondo que la recaudación en agosto siguió en picada.
Sin embargo, hasta el edificio del Fondo en la calle 19 también se acercaron unos doce brokers de fondos de inversión que operan con títulos de la deuda argentina, para discutir con funcionarios del organismo el curso que podría tomar el “canje voluntario” de deuda.

 

Crítico informe reservado del BM

“El marco macroeconómico actual podría no ser sostenible y el crecimiento podría no recuperarse al ritmo esperado por los mercados externos, y requeridos para el sostenimiento fiscal”, dice un informe reservado del Banco Mundial, revelado ayer por la agencia de noticias económicas Dow Jones. El documento, lejos del discurso en público de las autoridades del organismo, asegura que la economía argentina, después del salvataje dispuesto por el Fondo Monetario, “continúa siendo muy frágil” y que el programa de Domingo Cavallo “enfrenta grandes riesgos”. El informe forma parte del diagnóstico realizado por los técnicos del Banco ante el directorio de la entidad, antes de que se aprobara un crédito de 400 millones para el país. El préstamo es parte del “blindaje” negociado a fines del año pasado por Machinea. Una primera parte del crédito, de 200 millones de dólares, será desembolsada inmediatamente, mientras que el segundo tramo, de otros 200 millones, llegará a Argentina en cuanto se aprueben una serie de reformas, explicó el BM a través de un comunicado.

 

BAJO EL RIESGO Y SE VAN PLAZOS FIJOS
Señales contradictorias

La evolución de las variables financieras brinda señales contradictorias sobre la dinámica de la crisis. Queda a gusto del lector mirar si el vaso está medio lleno o medio vacío. Aquí van los datos positivos: el riesgo país rompió para abajo la barrera de los 1400 puntos, al terminar a 1386, luego de tocar un mínimo de 1370; las acciones subieron en promedio 1,0 por ciento y los títulos públicos crecieron hasta 2,3 por ciento, y la tasa interbancaria se desplomó al 4,5 por ciento anual. Ahora, el turno de los números pesimistas: según las últimas estadísticas disponibles, proporcionadas por el Banco Central, el lunes las reservas bajaron 19 millones de dólares y los depósitos totales 4 millones, con plazos fijos retrocediendo 234 millones.
¿Qué es lo relevante para analizar y evaluar si se está saliendo de la crisis? ¿La primera o la segunda tanda de datos financieros? En rigor, las dos, lo que refleja que aún predomina un elevado grado de incertidumbre en el mercado, aunque sin el clima de colapso.
La caída del riesgo país resulta alentadora para mejorar la percepción de los inversores sobre la situación financiera de Argentina. En ese sentido, por ahora, el fantasma del default inminente se alejó luego del paquete de salvataje anunciado por el Fondo Monetario. El retroceso de ese indicador, que se ha convertido en termómetro de la crisis, disminuye la histeria financiera. Se ha verificado que la fuga de depósitos se ha intensificado en las jornadas en que el riesgo país se disparaba. Entonces, los banqueros reciben con alivio ruedas con ese índice para abajo.
Sin embargo, los depósitos no crecen como dicen en Economía, aunque es evidente que la fuga ha amainado. La fuerte baja de la tasa interbancaria puede confundir, debido a que implicaría un exceso de liquidez de los bancos por el retorno de fondos de los ahorristas. Pero el relevamiento del BC no muestra ese regreso. El nivel bajísimo del call se explica, entonces, por la flexibilización de la norma de integración de los requisitos de liquidez como promedio trimestrales. Que la situación financiera todavía no está en vías de normalización se refleja que todavía el Central mantiene un elevado nivel de pases (créditos a las entidades). Por esa vía, ayer renovó operaciones por un total de 1881,6 millones. Además, los bancos siguen ofreciendo tasas altísimas para retener depósitos: en promedio, según la encuesta del BC, por colocaciones en pesos a treinta días se pagó el 22,7 por ciento, y en dólares el 12,1.

 

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