Por Irina Hauser

El fiscal Guillermo Marijuán, que investiga las jubilaciones bancarias truchas en La Rioja, pedirá hoy las actas con las que el nuevo titular de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), Armando Caro Figueroa, convalidó beneficios jubilatorios totalmente falsos cuando era ministro de Trabajo del gobierno de Carlos Menem. Marijuán quiere saber qué responsabilidad tuvieron el titular del ente recaudador y otros ex funcionarios en la maniobra, y pediría su indagatoria. Según investigó la Anses, el fraude tiene otra pata clave y por eso la ministra de Trabajo, Patricia Bullrich, anunció ayer la baja de 1200 jubilaciones de amas de casa otorgadas en La Rioja a mujeres desde 25 años y que viven en otras provincias. Caro Figueroa también habría avalado esos retiros. El organismo previsional hará una nueva denuncia penal.
Bullrich intentó minimizar cualquier responsabilidad del titular de la AFIP en la trama de las jubilaciones apócrifas en una conferencia de prensa en la que presentó la historia los retiros de amas de casa, a pesar de que también habrían sido respaldados por Caro Figueroa, según información que maneja el ente que regula la seguridad social. “El ministerio (de Trabajo) no puede evaluar la responsabilidad de los funcionarios, eso lo hace la Justicia”, dijo Bullrich. Paralelamente, el interventor de la Anses, Douglas Lyall, afirmaba públicamente que el cavallista firmó actas con las que “se aceptaron aproximadamente mil jubilaciones (...) que hoy estamos cuestionando y dando de baja”.
Ayer a la tarde Marijuán ya tenía firmada la nota para que la ANSeS le envíe todos los documentos que hubieran suscripto el gobierno riojano y el nacional en relación con la transferencia del sistema previsional provincial a la Nación, dispuesta por Domingo Cavallo cuando era ministro de Economía de Menem. El hombre que aspiraba a manejar la ANSeS y que ahora quedó a cargo de la recaudación impositiva, corre peligro de ser citado como sospechoso por aprobar, en las actas en cuestión, jubilaciones que la propia Anses había señalado como irregulares y que la Justicia probó que son apócrifas. También firmaron esos papeles el gobernador riojano Angel Maza, el ex ministro del Interior Carlos Corach y el ex ministro de Economía Roque Fernández. En principio, podrían ser acusados por el delito falsificación de documento. Pero la denuncia original de la Anses, advierte la presunta existencia de asociación ilícita, que no es excarcelable.
El fiscal analiza exclusivamente las jubilaciones que otorgó el Banco de La Rioja a 747 personas, entre ellas funcionarios, amigos, familiares o quien prometiera votar a alguna lista ligada al poder local. De esa nómina, 148 jubilados truchos están citados para prestar indagatoria ante el juez Rodolfo Canicoba Corral a partir de la semana que viene, porque está probado que inventaron convenios de locación de servicio con el banco –una modalidad de convenios que no se usaba– y hasta falsificaron la firma de ex gerentes de la entidad. Así pudieron cobrar desde 1996, entre 800 y 6000 pesos por mes. Entre quienes tendrán que dar el presente en el fuero porteño figuran el masajista de Menem, el profesor de tenis de Zulemita, la esposa de Diego Alvarez –el principal asesor de Maza–, una prima del gobernador, la ex diputada Marta Rivadera y el diputado provincial Pedro J. Páez, entre otros.
El capítulo de las jubilaciones de las amas de casa, llegará a la Justicia en los próximos días. Es, probablemente, el más preocupante para el gobernador Maza, que no paró de hacer gestiones en Capital Federal para aquietar la pesquisa. Ese sistema rige en La Rioja desde 1983, cuando Menem asumió como gobernador. Hasta 1996 se registraron 384 jubiladas en ese rubro. Desde aquel año –cuando se transfirió el sistema– hasta hoy, se reprodujeron hasta ser 8000. Solamente en el mes de septiembre de 1999 –cuando faltaba un mes para las elecciones nacionales y locales– se jubilaron 1592 supuestas amas de casa riojanas. Hasta ahora fueron hallados 3000 expedientes: jubiladas de 25 años en adelante (la edad mínima establecida en el régimen es 55 años), la mayoría sin registrar aportes, mujeres de otras provincias (se les “exigía” 5 años de residencia en La Rioja), y solicitudes casi vacías que el organismo que otorgaba los retiros aprobaba aunque ni siquiera tuvieran la firma del beneficiario. “Venía una diputada con un cuadernito rojo, nos anotaba y listo, después cobrábamos los 210 pesos por mes”, coincidieron varias mujeres que dieron su testimonio a la Anses.
En el ente de la seguridad social calculan que sólo en La Rioja la defraudación roza los 300 millones de pesos. Lyall estimó que serían alrededor de 20 mil las jubilaciones irregulares transferidas por diez provincias a la Nación. Dijo, además, que se podría llegar a un acuerdo para que los beneficiarios involucrados judicialmente devuelvan en cuotas el dinero que no les correspondía.

CONTROVERSIAS POR EL ENROQUE AFIP-JEFATURA
Alemann aplaude, Cruciani repudia

Un economista se manifestó a favor, otro en contra. Pero lo más curioso es que un juez federal opinó en contra y el vocero del Gobierno tomó distancia de la decisión presidencial. Tan extrañas repercusiones tuvo el nombramiento de Armando Caro Figueroa al frente de la AFIP y el desplazamiento de Héctor Rodríguez del cargo para pasar a la Jefatura de Gabinete. Roberto Alemann, Eduardo Curia, Julio Cruciani y Juan Pablo Baylac fueron los encargados de darle color a tan particular mosaico.
El juez en lo penal económico Julio Cruciani calificó como una “barbaridad” el reemplazo de Rodríguez y la designación, en su lugar, de Caro. El magistrado calificó de “honesto, idóneo, técnico, respetado por funcionarios y jueces y con gran sentido nacional” al funcionario saliente de la AFIP y lo calificó como “lo absolutamente opuesto a (el ex titular de esa área, Carlos) Silvani, que era un empleado del Fondo (Monetario Internacional) que vino a la AFIP y de allí volvió a su único y permanente patrón”. Sobre el ex vicejefe de Gabinete, opinó que “no es un técnico, desconoce la problemática tributaria, el fuero penal económico y federal y el alma y espíritu del funcionamiento de la DGI”. El economista Roberto Alemann, en cambio, se mostró conforme con el “enroque”. “Algo había que hacer, porque Rodríguez no recaudaba nada, sólo se encargaba de los grandes contribuyentes”, señaló. Señaló que “cuando Rodríguez asumió dijo que de un millón de monotributistas, la mitad no pagaba, pero a él no le importaba porque no representaban una cifra importante”. En cambio, Alemann puso de relieve que “cuando Caro Figueroa fue ministro de Trabajo racionalizó la ANSES, y consiguió que las jubilaciones se cobraran cada 30 días”. En tanto, el economista justicialista Eduardo Curia sostuvo que el ingreso de Caro Figueroa a la AFIP “es una maniobra desesperada” del ministro de Economía por aumentar la recaudación, tarea que, según consideró, “resulta milagrosa en período de depresión”. La nota más curiosa la puso Baylac, que al ser apurado en una entrevista radial acerca de los antecedentes de Caro Figueroa, que lo involucran en el otorgamiento de jubilaciones truchas, respondió que “si yo fuera Presidente y tuviera esa responsabilidad, no sé si lo pondría” en la AFIP.

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