Armando Caro Figueroa, designado
para ocupar la titularidad de la AFIP y encabezar el combate contra la
evasión, ayer hizo gala de su capacidad de elusión. No en
referencia al pago de impuestos, sino con respecto a las definiciones
que se le reclamaron, en vano, en su primer contacto con la prensa para
hablar de sus nuevas funciones. Me siento parte del gobierno del
presidente De la Rúa y voy al lugar que él considere conveniente,
respondió al ser consultado sobre el enroque con Héctor
Rodríguez, quien se mudará de la AFIP a la Vicejefatura
de Gabinete que Caro deja vacante. Llevo menos de 72 horas metido
en los problemas de la DGI y la Aduana, dijo para evitar avanzar
en mayores definiciones, pero se escudó de las críticas
que se le formulan por ocupar un cargo en un área que no es su
especialidad. Es una idea estrecha esa de que un médico tiene
que ir al Ministerio de Salud o un docente a Educación; yo tengo
en claro qué tipo de gestión intentaré hacer aquí,
y en una concepción moderna de Estado lo que importa es la capacidad
de gestión, no importa el área que se ocupe, aseguró.
Caro rechazó enfáticamente que su misión en la AFIP
sea privatizar el organismo. Lo descartamos totalmente, anunció,
antes de comentar que va a trabajar en un proyecto para dar autarquía
y autonomía a esa repartición, que le dé estabilidad
a los funcionarios y los deje al margen de los vaivenes políticos.
Pero más que por convicción, a Caro lo mueve la condición
de pertenecer a un gobierno de coalición, tal como admitió
al ser consultado sobre un proyecto de su partido, Acción por la
República, que promovía la división de la AFIP en
unidades ejecutivas y concesionarlas a la gestión privada. Eso
ocurrirá cuando mi partido gane las elecciones solo y con más
del 50 por ciento de los votos; pero eso, como ustedes saben, está
muy lejos, bromeó.
El nuevo titular de la AFIP, que asumirá el cargo recién
la semana próxima, confía con que contará con recursos
adicionales para el funcionamiento del organismo. En qué
momento, lo desconozco, admitió Caro Figueroa. Planteó
que la estrategia para combatir la evasión pasará fundamentalmente
por el control informático de la actividad económica. Lo
realizado en materia informática en la AFIP por la anterior gestión
la coloca en inmejorable situación para realizar una tarea eficaz,
dijo en forma elogiosa hacia su antecesor, Héctor Rodríguez,
que lo acompañó en esta primera conferencia de prensa en
el organismo recaudador. La informática va a terminar con
los que eluden o evaden impuestos, aseguró. Y reiteró
que la nueva gestión de la DGI no va a requerir de un cuerpo de
sabuesos en la calle en megaoperativos de inspección.
La bancarización que está llevando a cabo el Gobierno
va a permitir un conocimiento detallado del movimiento económico,
señaló Caro en referencia a la obligación de pagar
sueldos a través de cajas de ahorro y de efectuar todo pago superior
a 1000 pesos con cheque o tarjeta de crédito. Al ser consultado
acerca de si la bancarización sería suficiente para controlar
la evasión en la economía negra de la actividad rural, la
construcción o los circuitos financieros ilegales, Caro respondió
que no hay duda que puede haber delitos burdos o sofisticados que
requieran de otras herramientas para su control, pero no hay por qué
no tenerlas, señaló sin aclarar a cuáles se
refería.
Rodríguez, por otra parte, agregó que a partir del mes próximo
se podrá procesar la información referente al impuesto a
las transacciones financieras, identificando a los contribuyentes a los
que se realiza la retención. Así se podrá comparar
las cifras declaradas (en ventas o facturación) con las que surgen
de sus movimientos bancarios, ejemplificó Rodríguez.
Aseguró que este control reemplazará las inspecciones
de punto fijo, aquellas en las que un grupo de inspectores se instalan
por varios días en una empresa para hacer un seguimiento y fiscalización
de las operaciones.
El administrador saliente del órgano recaudador se quejó,
en su última conferencia de prensa en el cargo, de los límites
que encontró para el control de la evasión en algunas municipalidades
y provincias, que se excusó de mencionar. Hay jurisdicciones
sin actualización de datos, que emiten las boletas de impuestos
sin identificación del contribuyente, con padrones desactualizados
y hasta registros de propiedades que no brindan ninguna seguridad,
apuntó, señalando que dichas falencias frustraron la tarea
de auditoría a algunos grandes contribuyentes.
Caro Figueroa confía en sus dotes de administrador para hacer de
la AFIP un organismo eficaz en la lucha contra la evasión. Ayer
calificó a esa repartición como un organismo de elite
por la capacidad informática adquirida. Subrayó que, junto
a la informática, el otro elemento clave de la tarea será
la inteligencia para fiscalizar. Eludió dar precisiones,
pero no el reconocimiento de que, en el resultado de su gestión,
se juega también la suerte del Plan de Déficit Cero.
Recaudación
no tan baja
A modo de autodefensa, en su última conferencia de prensa
en la AFIP, el ahora ex titular del organismo, Héctor Rodríguez,
aseguró ayer que la caída de la recaudación
de agosto no será tan pronunciada como se preveía.
Frente a las versiones que indicaban que el retroceso de los ingresos
respecto a agosto del año pasado sería del 12 por
ciento, Rodríguez respondió: Por ahora me quedo
con ese número, para que cuando salga la recaudación
sea una buena noticia. Después, más directamente,
dijo que habrá una caída, pero estará
lejos del 12 por ciento. Las liquidaciones de IVA que están
ingresando esta semana a la AFIP fueron mayores de lo que en el
propio organismo se esperaba. Ese buen comportamiento habría
amortiguado la caída de los ingresos fiscales. El ahora vicejefe
de Gabinete señaló que la recaudación
venía siendo afectada por la menor actividad económica
y por la falta de liquidez. Por suerte, ahora se está restableciendo
la confianza y normalizando el costo del dinero, apuntó.
|
|