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Por Romina Calderaro
 Lo primero que se ve es una
enorme cubierta Pirelli de origen incierto –la encontraron en la
calle– que alberga una frutera de madera de varios pisos con mandarinas
y manzanas. Los alumnos de Norman Briski saben que pueden comer lo que
quieran: la única condición es que de vez en cuando repongan.
Su secretaria –que estudia con él desde hace cinco años–
se encarga de las cuestiones administrativas en el teatro Calibán,
donde el actor pacta la entrevista. El ahora candidato a senador de Autodeterminación
y Libertad, el partido con el que regresó a la política
Luis Zamora, aparece enseguida e invita a pasar a una de las salas del
teatro. Reconoce que odia las fotos, pero admite que los reportajes lo
hacen pensar. “Aunque suene una antigüedad, somos antiimperialistas”,
dispara.
–¿Los políticos son malos o buenos actores?
–Bueno, hace falta una definición de actor para decir eso.
–¿Cuál es su definición de actor?
–Actor es el que interpreta determinado rol con su propia vida. En
ese sentido, en general, la clase política argentina es pésima
actuando. Porque para ser intérprete de un rol determinado tenés
que conocerlo. Y el dolor de una persona no es cuestión de verlo
por fotos. Claro que hay excepciones.
–Si lo eligen senador, ¿en qué obra de teatro pensaría
el primer día que pise el Senado?
–Bueno, Shakespeare ha nacido para hablar del poder. Osvaldo Bayer
ha hablado muchas veces sobre el tema de lo que significa nuestra Cámara
alta. El tema de estar en esos lugares es que uno tiene que estar sentado
en una banca y discutiendo sobre el Senado al mismo tiempo. Me imagino
estar ahí para reforzar mi voz que está fuera del Senado.
Simplemente puedo ayudar a los sin voz. Yo no creo que hoy ningún
poder tenga poder.
–Mire si le ofrecen una coima...
–Yo ya hago chistes con la dirección para que me manden el
sobre. También existe esa cosa espantosa que es que cuando vos
te metés ahí adentro parece que aparece un contagio de gente
que se tienta ¿no? Pero también conozco gente que es invulnerable.
–¿Qué quiere decir que haya tantos artistas en las
listas de candidatos?
–Cuando los artistas se meten en política se nota más
porque son conocidos y hay una especie de curiosidad. Porque si un dentista
se mete en política nadie le dice “vos sos dentista”,
ahí no se nota. Parece que la política es solamente para
dentistas. Es más noticia que entre Soledad o Susana Rinaldi que
cualquier otra persona. Pero la historia argentina está llena de
artistas comprometidos. Eva Perón es un ejemplo y hubo muchos actores
y artistas que estuvieron vinculados con dictaduras. Así que puede
ser una cosa muy buena o una cosa muy mala.
–¿Qué opina de los políticos actuales?
–Todos están enfermos de hablar de la misma manera, con las
mismas palabras, las mismas consideraciones de la realidad. Hay incluso
una terminología...se habla de bolsones de pobreza. Sería
interesante pensar por qué usamos esas palabras. Y cuando hablaba
Norma Pla, tenía un discurso extraordinariamente distinto, de barricada.
Igual que cuando el Perro Santillán... ladra, no habla. Y el ladrido
tiene hoy un valor extraordinario. Por eso, podemos ser voceros en un
país en el que si no te metés en este juego perverso de
las campañas y la partidocracia no existís. Es muy interesante
el hecho de que los actores no existimos si no trabajamos en televisión.
A veces vos decís “pará” ¿cómo hacemos
para que la gente se entere de lo que pensamos, de lo que proyectamos
para nuestro país?
–¿A quién votó en las últimas elecciones?
–A Patricia Walsh.
–¿Usted es los que creen en esa frase de que los pueblos tienen
los gobiernos que se merecen o la variante que reza que tienen los gobiernos
que se le parecen?
–(Ríe.) Pienso que son contradicciones de secundaria. Lo principal
es que somos un país dependiente y que la idea de la dependencia
ha sido afirmada por los gobiernos que han creído que la dependencia
era el mejor negocio. Y fue el mejor negocio, pero para algunos. Este
es el fracaso de lo que llamaríamos la economía globalizada.
El chiste es que el piolín del globo lo tiene un solo. Esto es
lo que hay que difundir. El tema es cómo se sale de esto. Esta
no es una crisis más: es una crisis muy seria.
CRITICA
DE RAIJER AL ARMADO DE LISTAS EN CORDOBA
Bronca contra el dedo de De la Sota
La actual senadora nacional
por Córdoba Beatriz Raijer renunció a su candidatura a convencional
constituyente para las próximas elecciones provinciales de este
domingo en disconformidad con el mecanismo para definir los lugares en
la lista. Además, se quejó por no haber tenido posibilidad
de participar en los comicios de octubre para renovar su banca, y acusó
al entorno del gobernador cordobés, José Manuel de la Sota,
de tener “un manejo dictatorial del uso del poder”.
El armado de listas en la provincia mediterránea para los comicios
de este domingo y para las legislativas generales dejó resquemores
dentro del peronismo local. “No fue fácil dejar la candidatura
a convencional. Hace 20 años que vengo trabajando en esta línea
interna”, dijo Raijer, al explicar su decisión de “bajarse”
del puesto 28 en la nómina para convencionales. “Me llama
muchísimo la atención que una lista se arme alfabéticamente
sólo para las mujeres”, dijo la legisladora, criticando la
explicación oficial que le dieron para justificar su ubicación.
Por otro lado, también aseguró que en el entorno delasotista
tienen “un manejo dictatorial del uso del poder”, y aseguró
que hay personas alrededor del gobernador que ejercen “un derecho
a veto” desde hace años. Raijer aspiraba a acompañar
a Juan Carlos Maqueda en la boleta del PJ para senadores nacionales, pero
finalmente su lugar quedó en manos de Beatriz Halac.
En tanto, la confección de la boleta para diputados nacionales
por Córdoba fue otro motivo de quejas dentro del PJ. Allegados
al accidentado legislador Humberto Roggero criticaron que se “bajara”
al actual titular del bloque peronista en la Cámara baja (aunque
en uso de licencia) al tercer lugar, cuando aspiraba a encabezar la nómina,
o en su defecto, a estar en el segundo puesto. No obstante, Roggero en
persona salió poner paños fríos a la situación,
y aceptó ir en el tercer lugar.
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