Por Diego Schurman
El justicialismo ya debate
la posibilidad de un gobierno de unidad nacional para después de
los comicios de octubre. Así lo confirmaron a Página/12
tres gobernadores del PJ que se reunieron antenoche para evaluar la crisis
nacional. La idea se emparienta con la motorizada por Raúl Alfonsín
y que hoy hará pública en un plenario del Comité
Nacional de la UCR.
Con las críticas puestas en Domingo Cavallo por la intención
del ministro de Economía de recortar los fondo de la coparticipación,
los mandatarios justicialistas reunidos el miércoles en la Casa
de Tucumán imaginaron lo que sucederá a partir del 15 de
octubre, el día posterior a las elecciones legislativas.
Hubo tres hipótesis:
Un gobierno de concertación
nacional, donde el PJ aparezca colaborando abiertamente con el Gobierno,
sobre todo a la hora de sacar leyes en el Congreso.
La consolidación de
Cavallo como amo y señor de la Casa Rosada, avanzando en otros
puestos claves de la administración.
La incorporación de
dirigentes justicialistas en el gabinete para apuntalar la gestión
de Fernando de la Rúa. Algo así como un gobierno de
transición hasta el 2003 sin la presencia del actual ministro
de Economía.
Entre los que apuestan a esta última hipótesis figuran los
presidenciables del PJ: especialmente Carlos Ruckauf, y en menor medida
Carlos Reutemann y José Manuel de la Sota.
Los que están en contra de un eventual gobierno de transición
entre ellos la variada gama del menemismo argumentan que es
mejor ayudar desde afuera a De la Rúa para mantener
la independencia de la Alianza y tomar el mando en 2003.
En cambio, los presidenciables sospechan que si se cae el Presidente,
la crisis terminará arrastrando a todos los gobernadores ya que
se instalará sin distinción a lo largo y ancho del país.
En una y otra posición, lo que tienen claro en el PJ es la vocación
de poder. Por eso ayer impulsaron una nacionalización
de las elecciones de octubre divulgando una documento. En rigor, una suerte
de compendio de buenas intenciones disfrazado de plataforma electoral
. Como parte de la movida lograron reclutar a los jefes de la CGT para
la reunión del Consejo Nacional Justicialista.
El menemista Eduardo Bauzá se encargó personalmente de llamar
a Rodolfo Daer y Hugo Moyano, a fin de garantizar para el PJ la capitalización
de la exitosa marcha del miércoles, donde los sindicalistas llevaron
50 mil personas a Plaza de Mayo.
El discurso de Moyano fue en línea con el de varios dirigentes
del PJ. Si no tienen idea, si no tienen voluntad, si no tienen poder,
tendrán que convocar al pueblo para que los reemplace, arengó
el camionero, quizás más cerca de la idea de elecciones
anticipadas que la de un gobierno de unidad.
En la Plaza de Mayo también se convocó al voto castigo para
derrotar al modelo económico en las urnas. De esa propuesta, aunque
con otras palabras, se nutrió el documento divulgado ayer bajo
el nombre Compromiso-Argentina 2001 (que contó con
el aporte de diferentes representantes provinciales y cuya redacción
final quedó en manos de Luis Luquiños, en nombre del gobernador
puntado Adolfo Rodríguez Saá, y Hernán Corach, hijo
del ex ministro menemista Carlos Corach).
El 14 de octubre de este año 2001 dice el texto
debemos liderar el cambio que nos exigen los nuevos tiempos y nuestro
pueblo. El Justicialismo debe encabezar los factores de este cambio, porque
es el único que sabe, quiere y puede hacerlo.
El resto del contenido es igual de genérico y coincide en varios
puntos con lo que Alfonsín reclama al gobierno. Hay uno en especial,
que hace tiempo repite Eduardo Duhalde, y que en los últimos días
tomaron como bandera, entre otros, Rodolfo Terragno, Federico Storani
(dos opositores oficialistas), y también Daer y Moyano: la reprogramación
de la deuda externa.
LA
"MARCHA CONTRA LA POBREZA" COMENZARA EL 11 DE SETIEMBRE
Una movilización atravesando cien ciudades
Sindicalistas, pequeños
y medianos empresarios, políticos y organizaciones religiosas y
de derechos humanos ratificaron la realización de la Marcha
contra la pobreza, que se iniciará el 11 del mes que viene
y que pasará por cien ciudades de todo el país. La medida
fue confirmada ayer por el titular de la Central de Trabajadores Argentinos
(CTA), Víctor De Gennaro, integrante del Frente Nacional contra
la Pobreza, que organiza la protesta, y que impulsará una consulta
popular para el 10 de diciembre.
El reclamo de los organizadores de la caravana es lograr la aprobación
de un Seguro de Empleo de 380 pesos por jefe de familia desocupado, y
también rechazar el ajuste lanzado por el Gobierno nacional. La
Marcha saldrá en siete direcciones, y llegará a ciudades
como Puerto Iguazú, en Misiones, y Ushuaia, la capital de Tierra
del Fuego. Una vez que lleguen a los puntos establecidos, los manifestantes
regresarán para hacer un acto de cierre el 21 de setiembre, en
Plaza de Mayo.
El objetivo de la Marcha es lograr que no haya ningún hogar
en la pobreza, para que no haya hambre en la Argentina y recuperemos la
dignidad, dijo De Gennaro en una conferencia de prensa. El gremialista
estuvo acompañado, entre otros, por los diputados Elisa Carrió,
María América González y Mario Cafiero, el titular
de la Federación Tierra y Vivienda Luis DElía, el
economista Claudio Lozano y el presidente del CELS, Horacio Verbitsky.
Nos constituimos en el Frente Nacional contra la Pobreza en el marco
de una actitud clara, frente a la anunciada unidad nacional que nos quieren
vender para el ajuste económico permanente y el autoritarismo,
afirmó De Gennaro. Hay que terminar de un plumazo con la
pobreza, que es una indignidad que hoy se cobra la muerte de 100 chicos
por día enviados a la muerte por hambre, en una Argentina que está
hecha de alimentos, agregó.
Por su parte, Lozano consideró que la Marcha pretende manifestar
un no rotundo al ajuste y lograr la implementación de un seguro
de empleo y formación de 380 pesos por mes para cada jefe de hogar
desocupado. El economista añadió que ante esta
crítica situación, el Frente contra la Pobreza impulsa la
salida a la crisis argentina con una consulta popular para el próximo
10 de diciembre por una mejor distribución del ingreso.
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