ERIC
CALCAGNO, CRITICO DEL MODELO
El 1 a 1 es el caos
Por David Cufré
Eric Calcagno es egresado de
la Escuela Nacional de Administración de Francia y columnista de
Le Monde Diplomatique. En este reportaje con Página/12, indicó
que la política de déficit cero no es sustentable, porque
agravará la recesión y llevará sucesivamente a nuevos
ajustes. Para cortar esa dinámica, considera que es el momento
de buscar una salida ordenada de la convertibilidad, antes de que
nos echen a patadas. Pero advierte que si la opción es seguir
ajustando, y la gente lo tolera, lo que vendrá serán nuevas
formas político-institucionales para sostener ese modelo de
caos.
¿La política de déficit cero es sostenible?
No, porque lo que hace es propagar la recesión. La baja de
salarios contrae la actividad económica y, por ende, disminuyen
los ingresos fiscales. Entonces hay que ajustar de nuevo. La confusión
es creer que el problema es de liquidez, en lugar de un problema de solvencia.
Cuando Paul ONeill (secretario del Tesoro de Estados Unidos) se
refiere a la sustentabilidad está hablando de una crisis de solvencia,
no de liquidez. La solución planteada por el Gobierno es incorrecta.
Por un lado, soportamos todos los costos de la moratoria y no tenemos
ninguna ventaja. Y por otro, el déficit cero propaga la recesión.
Además, me parece muy sugestivo que en Estados Unidos estén
renegociando nuestra deuda sin la presencia del gobierno argentino.
¿Cómo lo explica?
Porque ellos buscan una solución sustentable, mientras el
gobierno quiere pagar a cualquier costo. El plan de bajar el riesgo país,
para que caigan las tasas de interés, se recupere la demanda de
crédito, crezcan el consumo, la inversión y la recaudación
es una apuesta muy arriesgada. Es el cuento de la buena tasa, que ya lo
escuchamos con el blindaje y el megacanje. No parece que ese sistema funcione.
En el fondo no hace falta ver cómo termina la película,
porque lo que se está quemando es el cine.
El equipo económico dice que con el déficit cero el
problema de la deuda se resuelve porque ésta deja de crecer.
¿El origen del problema de la deuda no estará en la
convertibilidad? Cuando Argentina crece hay déficit comercial.
Y cuando está en recesión baja la recaudación, entonces
hay déficit fiscal. Las privatizaciones y el gigantesco endeudamiento
de los 90 fueron para tapar los baches de la convertibilidad, que
pudo haber sido un buen remedio para salir de la hiperinflación,
pero que no sirve como modelo de desarrollo.
¿Para crecer hay que salir de la convertibilidad?
Sí. Hay que pensar de qué manera salimos ordenadamente
de la convertibilidad, antes de que nos echen a patadas. Antes de librar
una batalla, todo buen general debe tener un plan de retirada. No tenerlo
es estratégicamente muy grave.
¿La retirada significa la derrota?
No. Uno se retira para probar otro plan. Morir sobre el uno a uno,
suponiendo que la sociedad aguanta, puede ser una política. Pero
me pregunto si el Gobierno pensó alguna vez qué hará
si tiene que optar entre salvar la convertibilidad y rescatar al sistema
bancario.
El Gobierno espera que el nuevo salvataje del FMI lo ponga a salvo
de esa disyuntiva.
Hoy lo único que puede lograr es detener la fuga de depósitos.
Pero no sirve para la reactivación. Es un respiro de cortísimo
plazo, pero... ¿y después?
¿Y después?
Si se quiere seguir ajustando, el próximo paso es tener un
sistema político acorde con ese plan. Si este régimen carece
de sustentabilidad económica, tendremos que preguntarnos qué
formas institucionales adoptará el caos.
GONZALEZ
FRAGA, EX TITULAR DEL BCRA
Un ajuste en serio
Por Claudio Zlotnik
El ex presidente del Banco Central,
Javier González Fraga, es terminante: El Déficit Cero
no alcanza para sacar a la economía de la crisis. En este
reportaje con Página/12, fue muy crítico del Gobierno: Quieren
hacer tortillas sin romper los huevos, y eso es imposible, dijo.
A la vez, puso como ejemplo de liderazgo a Carlos Menem. Sobre la actual
calma financiera, señaló que es incierta y reclamó
tomar medidas de reactivación en forma urgente.
¿Servirá el Déficit Cero para superar la crisis?
El Déficit Cero no alcanza. La medida puede ser útil
para mejorar algunas cosas, como el tema de los ñoquis en el PAMI
o en la ANSeS. Pone algo de presión a los políticos pero
no soluciona el problema de fondo, que es la falta de crecimiento. El
Gobierno debería animarse a plantear otros puntos que aseguren
la reactivación. Si no hay recuperación económica,
vamos al fracaso. El plan de Déficit Cero se basa en que el equilibrio
fiscal atraerá capitales. Yo creo que, en el mejor de los casos,
evitará que éstos sigan saliendo. Pero en un escenario de
este tipo no hay una profunda baja de las tasas de interés, que
en definitiva es lo que funcionaría como el motor del crecimiento.
¿Qué medidas faltan?
Creo que éste no es un momento para dar recetas. Supongo
que cuando el Gobierno menciona la sustentabilidad de la economía
piensa en medidas reactivadoras. Pero debería ser más concreto.
En vez de convocar a un plebiscito para ver si baja el gasto político,
debería reformar la Constitución y hacerlo directamente.
Da la impresión de que quieren hacer tortillas sin romper los huevos,
y eso es imposible. En los años 90, el gobierno atropelló
a los sindicalistas y completó el proceso de privatizaciones. Carlos
Menem tuvo ese valor. La misión de este gobierno es atropellar
a los políticos y bajar el gasto. Si lo evita, no hay receta que
valga la pena aplicar. El gobierno debe entender que si no tiene vocación
de conflicto, no habrá solución a los problemas. No se puede
gobernar consensuando todo el tiempo.
¿La solución de la crisis es política, no económica?
La clave es que no deben recortarse sólo gastos de la política
formal. La señal más importante sería demostrar que
el ajuste no lo pagan sólo los que menos tienen. Todos sabemos
que hay corrupción en la ANSeS, en el PAMI y en la coparticipación
de fondos con las provincias. Hay que meterse de lleno en esos temas.
Si el ajuste lo van a hacer los docentes, el plan no va a funcionar. El
Gobierno tendrá un nuevo test el 15 de setiembre, cuando presente
en el Congreso el proyecto de ley de Presupuesto 2002. En ese momento
se verá si hubo ánimo de ajustar donde se debe para que
nos crean y bajen las tasas de interés. Hay que hacer un ajuste
en serio.
¿La baja de las tasas de esta semana y el freno a la huida
de depósitos no significan que lo peor de la crisis ya pasó?
La actual es una calma incierta.
¿Está de acuerdo con una reestructuración de
la deuda?
No estoy convencido. Habría que medir los costos que tendría
una operación de ese tipo. Creo que por reestructuración
se entiende algo compulsivo, que sería contraproducente para el
país. Por lo que tengo entendido, el FMI y el Gobierno están
proponiendo una especie de canje amigable de la deuda para bajar sus costos.
Si es así, si se piensa en una operación similar al Brady,
no cabría objetarla.
¿Existen chances de que el desenlace de la crisis sea una
devaluación o un default?
El acuerdo con el Fondo Monetario funcionó como una anestesia
para la Argentina. Yo otorgo una chance a que se utilice este tiempo para
operar, que rápidamente se tomen medidas para empezar a crecer.
Lo peor que nos podría pasar es que el médico se quede dormido
otra vez. Domingo Cavallo es la última reserva que tenemos.
|