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SE FIRMA LA CARTA DE INTENCION CON EL FMI
Día de presentación

Cavallo cerró los últimos detalles del memorándum de entendimiento. En el último trimestre no sólo se comprometió a Déficit Cero, sino a un ajuste adicional de 100 millones para compensar desvíos.

Millones: A cambio del ajuste
Déficit Cero, la Argentina recibirá 5000 millones en lo inmediato: 4000 millones irán al Banco Central y 1000 millones
al Tesoro.

Domingo Cavallo, en la sede
del FMI. Hoy difundirá la Carta.
Se entrevistó con la reemplazante
de Fischer, Anne Krueger.

Quienes trabajan cerca de él dicen que el viaje a Washington le mejoró el ánimo y que se le nota en la cara. Al momento de emprender el regreso a Buenos Aires, ayer a las cinco de la tarde, una hora antes de lo previsto para esquivar al periodismo, Domingo Cavallo apareció sonriente, del brazo de Sonia y con el rostro descansado. De alguna manera, habrá vivido la visita como una especie de reconciliación con el mundo de las finanzas, de la cual se sintió apartado tras los cruces con las máximas autoridades del Fondo y con el propio Paul O ‘Neill, secretario del Tesoro de Estados Unidos. No bien baje en Ezeiza, Cavallo seguirá lidiando con su última criatura, el plan de Déficit Cero. Justamente, a la tarde presentará la Carta de Intención firmada con el FMI, en la cual se negoció un nuevo salvataje a cambio de cumplir con la promesa de cuentas equilibradas. Aunque el comienzo no sea el más prolijo. A último momento, el Fondo aceptó un desvío de entre 350 y 400 millones de dólares en las metas fiscales del tercer trimestre.
Originalmente, el déficit entre enero y setiembre debía alcanzar los 6200 millones de dólares. Pero, según los últimos cálculos de Economía, éste treparía a entre 6550 y 6600 millones. El desvío fue aceptado a regañadientes por los técnicos del Fondo y formó parte de las maratónicas jornadas de negociaciones bajo el calor insoportable de la capital estadounidense. Finalmente, Horst Köhler, director gerente del FMI, destrabó el problema pero con una condición de fuego: que el rojo fiscal de todo el 2001 termine en 6500 millones, tal como figura en la ley de Presupuesto 2001. Es decir, más que déficit cero, entre octubre y diciembre Cavallo tendrá que aplicar el garrote del “bajo cero” para pasar de un déficit acumulado de 6600 millones en 9 meses a otro 100 millones inferior computando todo el año. “Argentina se ha fijado metas muy estrictas, y creo que eso es lo más apropiado”, señaló ayer el vocero del Fondo Monetario, Thomas Dawson. A su vez, negó que el FMI haya impuesto metas a la Argentina. “Cualquiera que conozca a Cavallo sabe que no se le puede imponer nada”, dijo, a manera de hacer creíble lo increíble.
“No habrá sorpresas. El acuerdo gira en torno del Déficit Cero”, prometió Daniel Marx en relación a la Carta de Intención que se presentará hoy. En el documento, no sólo quedaron establecidas las reglas macroeconómicas que deberán seguirse para cumplir con el Déficit Cero. También la relación entre la Nación y las provincias y los ajustes que el Gobierno se comprometió a aplicar en el PAMI y en la Anses, por ejemplo.
A cambio del histórico ajuste, la Argentina recibirá 5000 millones en lo inmediato: 4000 millones irán al Banco Central y 1000 al Tesoro. Otros 3000 millones en marzo, que se utilizarán para reestructurar la deuda en forma voluntaria. El acuerdo será refrendado el 7 de setiembre por el Directorio del FMI, y en los próximos días el Fondo enviará 1260 millones previstos en el blindaje.
Cavallo viajó a Washington para participar de la despedida de Stanley Fischer, ex número dos del FMI. Y ayer se entrevistó durante dos horas con la reemplazante, Anne Krueger. “Soy un buen amigo de ella. La conozco desde hace 18 años”, señaló el ministro.

 


 

INSOLITA PROPUESTA DE ACINDAR A SUS TRABAJADORES
Contribuir con un décimo del salario

No dijo que sea un ajuste, como habitualmente se lo llama. Tampoco habló de recorte, ni de descuento, y mucho menos de tijeretazo. Arturo Acevedo, director de Acindar, lo definió como “contribución voluntaria”. Todo un hallazgo. Acevedo dijo que la empresa siderúrgica, radicada en la ciudad santafesina de Villa Constitución, pidió a sus 3000 empleados una “contribución voluntaria” del 10 por ciento de sus salarios “para que la compañía siga funcionando”.
Acindar tiene tres plantas en Villa Constitución, dedicadas a la producción de tubos, alambres y otros productos siderúrgicos. Afectada por la recesión, la compañía resolvió apelar al achique de gastos. Acevedo señaló que la disminución de salarios apunta “a que cuando el país se reactive nos encuentre en una posición mucho más competitiva”. En la misma política de ahorros, se dispuso la venta de la planta productora de alambres y de bienes improductivos, como los barrios Rosa y Blanco, donde vive el personal jerárquico.
“En el primer semestre de 2004, la compañía evaluará las condiciones de devolución de este virtual préstamo”, aclaró Acevedo, hábil para los eufemismos. “Si llegamos a los resultados presupuestados, devolveremos exactamente el 10 por ciento, y si superamos las previsiones, la cifra a devolver será con un premio, pero si la situación empeora el préstamo no se devuelve”, puntualizó. El directivo no aclaró qué pasará con aquellos empleados que no quieran hacer la contribución voluntaria o darle el préstamo a la compañía.
Por lo pronto, Acevedo ya les dijo a los delegados de la Unión Obrera Metalúrgica de la República Argentina (Uomra) que los primeros seis meses de descuento no serán reintegrados. El sindicato se encuentra en negociaciones con la empresa. Finalmente, Acevedo sostuvo que la compañía sufre un problema financiero, “agravado por la falta de financiación bancaria y una carga de 60 millones de dólares anuales en intereses”.

 

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