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La pastilla que produce el mismo
efecto que una película erótica

Es una nueva píldora contra la impotencia masculina. A diferencia del Viagra, no actúa a nivel del pene sino en el sistema nervioso central. Empieza a surtir efecto a los 20 minutos de la toma, aunque es necesario el estímulo sexual. Saldrá a la venta en octubre.

El medicamento, que fabrica el laboratorio Abbott, se vende desde
hace tres meses en Europa.

Por Pedro Lipcovich

La virilidad de los varones argentinos recibirá un nuevo reaseguro, sublingual en este caso: fue aprobada en el país una nueva pastilla contra la impotencia sexual. El medicamento, llamado “clorhidrato de apomorfina”, que desde hace tres meses se vende en Europa, funciona por un mecanismo distinto al del ya célebre Viagra (sildenafil): en lugar de actuar a nivel del pene, lo hace en el sistema nervioso central, “como si el paciente estuviera viendo una película erótica”, graficó un especialista. El producto se disuelve bajo la lengua, lo cual contribuye a que surta efecto en sólo 20 minutos, a diferencia de la larga hora de espera del Viagra durante la cual es tan difícil encontrar temas de conversación. De todos modos, el varón reasegurado y su partenaire no deberán olvidar que “el paciente debe recibir estímulo sexual 15 minutos después de haber tomado la pastilla”.
El clorhidrato de apomorfina se usaba desde hacía años en pacientes con intoxicaciones alcohólicas: “Los hacía vomitar todo, pero tenían unas erecciones fantásticas”, comenta Adolfo Casabé, especialista del servicio de urología del Hospital Durand. El fenómeno no pasó desapercibido a la sagacidad de los doctores, quienes ajustaron la dosis hasta poner a punto un medicamento contra la disfunción eréctil. El fármaco se comercializa en la Unión Europea desde el 30 de mayo y está pendiente su aprobación en Estados Unidos.
Existen dos clases de medicamentos para propiciar la erección: los “iniciadores” y los “facilitadores”. Estos últimos “permiten completar y mantener la erección, una vez que ésta se ha iniciado –explica Amado Bechara, encargado del sector de disfunciones eréctiles del Durand–: un ejemplo es la testosterona, hormona masculina, que actúa a nivel del sistema nervioso central, y otro es el famoso Viagra, que actúa a nivel del pene”.
En cuanto a los “iniciadores”, uno es la prostaglandina E-1, que propone una experiencia aterradora: “Se le aplica al paciente una inyección intrapeneana que, al ratito, le produce una erección”. El clorhidrato de apomorfina también es un iniciador pero, precisó Casabé, “actúa a nivel del cerebro, generando los impulsos necesarios para que se produzca la erección”.
“Es como si el paciente estuviera viendo una película erótica –graficó el especialista–: todos los estímulos, los visuales, los auditivos, los olfatorios, los recuerdos, todos producen, en los centros cerebrales, la liberación de sustancias vinculadas con la dopamina; este neurotrasmisor empuja la cadena de secuencias neurológicas que se trasmiten hacia el pene.”
Pero, doctor, si es así, ¿no sería preferible ver directamente la película porno, o incluso apelar a algún otro estímulo sublingual? “Cuando empezamos a trabajar con esta droga, pensamos que el estímulo sexual no era necesario, que la apomorfina por sí sola desencadenaba la erección, pero no es así”, confiesa Casabé y, en el duro lenguaje de las ciencias médicas, anuncia a las parejas de los pacientes: “Dentro de las indicaciones de este medicamento está recibir estímulo sexual aproximadamente a los 15 minutos de haber tomado la píldora”.
Con cinco minutos de estímulo va alcanzar, ya que “a los 20 minutos, el medicamento empieza actuar”, y sigue actuando (si fuese necesario) durante dos horas. Si la experiencia mereció ser repetida, se admite una nueva dosis a las ocho horas. El Viagra, en cambio, requiere un lapso de 24 horas entre las tomas, y su eficacia dura cuatro horas.
Según el laboratorio Abbott, fabricante del nuevo producto, su eficacia llega al 50 por ciento de los casos de disfunción eréctil, y al 60 por ciento en los casos de disfunción leve o moderada. Estos porcentajes son menores que los del sildenafil, que llegan al 85 por ciento en pacientescuya disfunción tiene causas psicológicas, y al 65 por ciento en los que tienen problemas físicos.
Los efectos adversos del clorhidrato de apomorfina no son más graves que los del Viagra: náuseas (7 por ciento de los casos), dolores de cabeza (6 por ciento), mareos (4 por ciento) o congestión nasal (3 por ciento). “No hay contraindicaciones formales para la apomorfina, aunque se recomienda cuidado para los que sufran de presión baja, ya que podría provocar lipotimias. Por el momento, y como para el sildenafil, se contraindica a quienes consumen productos contra la hipertensión a base de nitratos, pero es posible que esto se modifique”, señaló Casabé. El nuevo producto continuará siendo examinado en un estudio internacional en el que participarán varios centros en la Argentina, donde saldrá a la venta en octubre.

 


 

LIBERAN AL MARIDO DE TALLARICO
La hija no fue “creíble”

José Luis Jara, único detenido por el asesinato de su esposa, la bailarina Liliana Tallarico, ocurrido en 1994, fue liberado ayer, después de que la Cámara Penal de La Plata considerara que no existen pruebas en su contra. Jara había sido detenido el 14 de febrero último, después de haber sido involucrado en el crimen por Valeria, su única hija, fruto del matrimonio con Tallarico.
El arresto de Jara se produjo después de que la joven prestara nueva declaración ante el juez Horacio Nardo, y señalara que, por medio de un tratamiento psicológico, había superado un “bloqueo traumático” que padecía desde el asesinato de su madre. Valeria declaró en ese momento que la noche del crimen su padre fue a buscarla, y que como el hombre llegó muy tarde, Tallarico se negó a que la chica saliera del departamento.
La hija de Jara explicó que en ese momento se inició una discusión entre sus padres en el departamento, y atribuyó el crimen a su padre. Valeria indicó que, luego, Jara le hizo atar varias sábanas y que juntos bajaron por la ventana.
La situación de José Luis Jara comenzó a modificarse cuando se dieron a conocer los resultados de las pericias de ADN sobre las manchas de sangre encontradas en las sábanas: no pertenecían a Jara, sino en un 99,99 por ciento a su hija. Basándose en este elemento, la sala IV de la Cámara Penal platense hizo lugar ayer a la apelación de la prisión preventiva que presentaron los abogados del imputado. Así mismo, el tribunal consideró “no creíble” el testimonio presentado por Valeria.

 

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