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Por Chris McGreal
Desde
Durban, Sudáfrica
 Un panfleto distribuido en
la conferencia antirracismo de las Naciones Unidas en Sudáfrica
y que igualaba a la Estrella de David con una svástica incitó
a la alta comisionada de Derechos Humanos de la ONU Mary Robinson a declarar
en una cena oficial: “Yo soy judía”. La ex presidenta
de Irlanda, que es una católica practicante, habló en respuesta
a una caricatura distribuida por la Unión de Abogados Arabes anteriormente
a la conferencia que se inicia hoy. “Cuando veo algo como esto, soy
judía”, dijo.
Aunque los funcionarios de la ONU habían esperado que el tema del
trato de Israel a los palestinos se hubiera suavizado por la remoción
de palabras en el borrador de la agenda donde se comparaba al sionismo
con el racismo, los resentimientos de la política de Medio Oriente
se desparramaron sobre Durban. Los delegados judíos a la conferencia
dicen que las protestas y los panfletos de odio van más allá
de la crítica al sionismo que llevó a Washington a bajar
el nivel de su delegación y son virulentamente antisemíticos.
La policía tuvo que proteger a los judíos que distribuyen
folletos en la conferencia, y los manifestantes contra Israel interrumpieron
reuniones en la que estaban hablando judíos que no eran israelíes
estaban hablando.
Pallo Jordan, un prominente miembro del parlamento del Congreso Nacional
Africano, describió la interrupción de una discusión
sobre el antisemitismo en el que él participaba como “vergonzosa”.
“Estoy indignado con la gente que interrumpió la reunión
–dijo–. Si la gente que interrumpió cree que sirve a
su causa política comportándose así, se equivocaron
en su manera de protestar.”
Robinson, que es secretaria general de la conferencia y ha sido una de
sus mayores promotoras, reiteró que Durban no era el lugar para
tratar de resolver el conflicto árabe-israelí. “Esta
es una conferencia para ir hacia adelante. Y me disgustaron los intercambios
personalizados”, dijo. Una conferencia de prensa dada por una coalición
de grupos judíos fue interrumpida por un grupo de mujeres iraníes
que gritaron por los micrófonos. Una de las manifestantes gritó:
“Seis millones de muertos y ustedes están teniendo al mundo
de rehén”. La protesta finalmente terminó con los delegados
judíos cantando la canción de John Lennon, “Denle una
oportunidad a la paz”, y sus detractores cantando “Sionismo
es apartheid”.
Karen Pollock, una representante de la Junta Británica de Diputados
Judíos, dijo que varios grupos distintos de judíos que no
habían tenido ningún contacto antes de la conferencia se
habían visto forzados a unirse en un frente para protegerse. “Sentimos
que teníamos que mostrar solidaridad. No sólo hemos sido
intimidados, sino que ningún funcionario se presentó para
detenerlo –dijo–. Nunca esperé la hostilidad con la que
me vi confrontada. Esto significa que no tengo el derecho a expresarme.”
Después de decir que se retiraría de la conferencia por
las críticas a Israel, Estados Unidos envió una delegación
de diplomáticos de nivel medio liderada por un subsecretario de
Estado adjunto, Michael Southwick, esperando limitar los ataques sobre
Israel. “En este punto sentimos que, como la conferencia está
por comenzar con todos los jugadores en Durban, era necesario que tuviéramos
representantes ahí para trabajar para eliminar ese lenguaje”,
dijo un vocero del departamento, Richard Boucher.
Pero Pollock no cree que la conferencia pueda lograr mucho en tal clima.
“Mi honesta sensación es que soy totalmente escéptica.
Dudo que algo concreto resulte de todo esto. Es una gran pena. Estoy frustrada”,
dijo.
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