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LAS HISTORIAS SOBRE LOS SECUESTROS QUE CIRCULAN ENTRE LAS BANDAS
“Era el propio Awada el que negociaba”

�Los presos son perejiles. Al líder le dicen El Capitán�: son datos en los
que coinciden hombres vinculados
con quienes dan los golpes. También explican el porqué de los secuestros hoy.

Regateo: �Awada decía �yo ya estoy viejo�, �no valgo tanto� y cosas por el estilo. Ofreció 70 mil, después 100 mil
y al final se arregló en doscientos.

Los delincuentes dicen que el auge de los secuestros se debe a que los robos
a los bancos ya no dan plata.

Por Raúl Kollmann

“La banda la conduce un ex gendarme, al que le dicen El Capitán o Daniel. Estuvo preso en Sierra Chica y en Olmos porque ‘hizo’ (robó) varios bancos y también estuvo en (el asalto) a Aguas Argentinas. Los otros, Rafael, La Liebre, son todos de la misma banda. Hacían bancos, pero ahora eso queda para los más pibes porque casi no se hace plata en los bancos. Además, había contactos con milicos (policías) de Lomas, que eran los que cantaban en qué andaba la investigación.” El hombre de unos 45 años, lleno de tatuajes, tiene un objetivo: aclarar que los tres detenidos por el secuestro del empresario Abraham Awada son “perejiles a los que les dieron mil pesos a cada uno para que hicieran algunos trabajitos menores del plan”. Su versión coincide con la que circula entre algunos pesos pesados tras las rejas. Página/12 conversó con hombres dentro y fuera de la cárcel que no sólo hablan de Awada, sino que explican desde el otro lado el auge de los secuestros.
El encuentro con el hombre tatuado, en un bar de la Capital Federal, se arregla tras un contacto telefónico desde la cárcel. Como siempre en el mundo de la delincuencia, el que habla dice que no tuvieron nada que ver, que los usaron y a lo largo de una hora de charla se le van escapando algunas cosas.
“No es cierto lo que dicen del pago de 300.000 pesos. La verdad es que Awada pagó 200.000 y él mismo era el que negociaba. Decía que ‘yo ya estoy viejo’, ‘no valgo tanto’ y cosas por el estilo. Ofreció 70.000, después 100.000 y al final se arregló en doscientos. De esa cantidad, 50.000 son para El Capitán, 25.000 para cada uno de los cuatro que puso el pecho (los que hicieron el secuestro), 30.000 para los milicos (los policías que supuestamente le pasaban información a la banda) y el resto para pagarles a los perejiles, que con una o dos lucas los arreglás.”
El gran interrogante en estos días es el súbito crecimiento de los secuestros extorsivos. Esta es la versión de Alberto, hoy preso en Olmos: “En los bancos ya hay muy poca plata. Tal vez te podés llevar unos 7000 pesos de los cajeros, porque ahora no les permiten tener más ahí. Pero tenés que entrar y salir, a veces necesitás fierros (armas) pesados (por ejemplo, fusiles), necesitás uno o dos ‘sacadores’ (choferes) y al final, entre todos los que van, cada uno se lleva, ponele, mil o dos mil pesos. Por eso tenés que hacer dos o tres bancos, a veces en el mismo día. También ves que no se hacen más blindados. Eso es porque hay muchos milicos en la calle. Cuando vos hacés un blindado es porque te dieron el dato y la yuta te da zona (liberada). Pero ahora, con tantos milicos en la calle, no hacés a tiempo por más que te den la zona. Enseguida se acercan de otros lados. Lo de los camiones tampoco funciona demasiado, porque hoy en día no se vende nada y sólo podés hacer la plata si la tenés colocada de antemano. Por eso, las pocas bandas que quedan, agarraron la onda del secuestro”.
En el penal de Florencio Varela los que hablan son El Sordo y Norberto. “No nos metemos en secuestros. No es para nada fácil. No sólo hay que secuestrar, sino tener un buen aguantadero para meter al coso y lo jodido es el negocio con la familia. Más jodido todavía es el momento de levantar el botín. Hay pibes muy jugados, con unos huevos tremendos, que van y matan. A ésos los usan para levantar al tipo, porque están acostumbrados a tirotearse. Fijate que todos los que estuvieron en lo del Awada se hicieron bancos y pasaron mucho tiempo en la ‘tumba’ (cárcel).”
Sobre el jefe, El Capitán, todos saben quién es y agregan que compartía banda con otro ex gendarme, Pedro, que todavía está en la cárcel por robo de bancos. “El Capitán no va. Es el que la piensa y arregla con la yuta. Muchos dicen que siempre anda cerquita en un Alfa Romeo 147 color bordó”, dicen en Olmos.
“Esta vez hubo tres intentos de entregar la plata. La primera en Boulogne, pero estaban los milicos detrás. La segunda en Morón, y pasó lo mismo. Al final funcionó la tercera, que creo que se hizo en Capital. Ahí es que recién cobraron, pero no 300 sino 200.000. Esto te prueba que la información de la yuta, por el lado de Lomas (de Zamora) estaba. Esa es la razón por la que no agarraron el botín las dos primeras veces. La tercera, que la pactaron con la familia y parece que sólo se metió el fiscal, anduvo bien. La gente del Capitán tenía experiencia: ya habían hecho a un pibe de Bernal y no te descuides que dicen que van a hacer a otro. Se habla de uno que tiene que ver con la carne”, dice el tatuado.
El Sordo, un veterano, acota al final: “En los secuestros terminás ‘perdiendo’ (cayendo preso) siempre, tarde o temprano. Podés llevarte la plata porque la familia negocia sin avisarle a la yuta o porque tenés información de la yuta y sabés cómo viene la mano. Pero uno quiere la plata y ahora el secuestro es de lo poco que hay, aunque sepas que te van a terminar volteando (deteniendo)”.

 

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