Por Ariel Greco
Más allá de la
crítica situación que atraviesa el país, en lo que
va de la temporada los deportistas argentinos alcanzaron resultados sobresalientes
en diferentes disciplinas. Incluso, también hay muy buenas perspectivas
para el año que viene: seis selecciones ya se aseguraron su participación
en los Mundiales de 2001, una circunstancia inédita para el deporte
nacional. Claro que ese presente contrasta con otras realidades que sufren
los atletas de elite argentinos.
A la solvencia con la que la Selección de fútbol consiguió
su clasificación para Japón y Corea, se le sumaron los equipos
de básquetbol, los dos de hockey y los dos de vóleibol,
que disputarán durante el año que entra sus respectivos
torneos ecuménicos. La gran tarea también se completó
con labores individuales. En los recientes mundiales de canotaje y remo,
el palista Javier Correa obtuvo una medalla de plata y otra de bronce
en K1 500 y K1 1000, mientras que Patricia Conte y Elina Urbano (hasta
el momento no está becada) finalizaron terceras en 2 largos sin
timonel ligero. Otra tarea destacada la cumplieron Damián Ordaz-Walter
Balunek (baleado el año pasado por un policía en un cajero
automático cuando iba a retirar su beca), que finalizaron quintos
en dos largos sin timonel.
A partir de los Juegos Olímpicos de Sydney, la política
implementada desde la Secretaría de Deportes apuntó a solventar
con mayor impulso la campaña de los atletas con mejores resultados
en el espectro internacional. Una de los ejemplos más claros es
el del seleccionado femenino de hockey sobre césped. Con la medalla
de plata en Sydney y el título logrado hace unos días en
el Champions Trophy, las Leonas justificaron con creces los 172.800 pesos
anuales que aporta la Secretaría en concepto de becas. Las habituales
titulares cobran 800 pesos por mes, las que alternan llegan a 600 y las
juveniles que completan el plantel apenas reciben 200. Igualmente, el
fenómeno mediático les permitió acceder al auspicio
de la tarjeta de crédito Visa, que reporta más de medio
millón de pesos al año. El vóleibol, otro deporte
cuya selección también genera interés, consiguió
como sponsor a la empresa coreana LG, que le entrega 300 mil pesos por
año.
De la misma manera, el yachting, amparado en las medallas olímpicas
obtenidas por Carlos Espínola, Serena Amato y la dupla Javier Conte-Juan
de la Fuente, es una de las disciplinas que recibe mayor cantidad de inversión
estatal. Entre las becas otorgadas, el monto de los entrenadores y el
gasto que demanda la preparación competencia, la vela percibe casi
260 mil pesos por año. Por ejemplo, cada uno de los medallistas
cobra 2.250 por mes, lo que genera un total de 27 mil pesos anuales.
Sin embargo, ese emprendimiento también presenta sus dificultades.
En repetidas ocasiones, los atletas denunciaron que la becas no son pagadas
en término y que ellos mismos deben afrontar los gastos. El último
caso fue el de Javier Correa tras ganar las dos medallas en el Mundial
de Polzen, que aseguró que no había cobrado la beca mensual
de 2.250 pesos que tiene otorgada y que para su preparación había
recibido ayuda de sus padres y sus amigos. Desde la Secretaría
desmintieron esa versión. De acuerdo a los datos entregados por
la repartición, Correa estaba dentro de un grupo de deportistas
que participó de la gira preparatoria y del máximo certamen,
que recibió un aporte de 45.810 pesos para solventar esa actividad.
A partir de sus buenos resultados, el canotaje es otra de las disciplinas
que cuenta con mayor apoyo, más de 105 mil pesos al año.
El remo, por su parte, recibe una inversión cercana a los 200 mil
pesos.
Un caso especial es el del básquetbol. Desde que Rubén Magnano
se hizo cargo de la Selección, Argentina lleva 26 partidos invicta,
que le sirvieron para ganar los títulos del Sudamericano, el Super
4 y el Premundial. Incluso en el último torneo marcó una
diferencia abismal sobre sus rivales, aunque el propio entrenador brindó
una explicación sobre elfenómeno. Las exigencias a
las que se acostumbraron estos jugadores nos permite desarrollar una dinámica
y una intensidad defensiva difícil de soportar, remarcó
el técnico cordobés, que eligió a un plantel en el
que 9 de los 12 integrantes actúan en el exterior. A partir de
ese análisis, no es complicado asegurar que el momento de este
grupo tiene que ver con el talento individual y la posibilidad de desarrollarlo,
y no con un plan premeditado.
A pesar de ser profesional y que cuenta con sponsors privados, el básquetbol
también figura dentro del presupuesto de la Secretaría.
Para el Súper 4, torneo que contó con el auspicio de ESPN,
el órgano oficial otorgó 7.500 pesos de apoyo a la competencia.
Lo mismo ocurrió para el Premundial organizado en Neuquén.
En ese caso, la contribución ascendió a 14.360 pesos, para
un certamen en el que el principal auspiciante fue la petrolera española
Repsol.
Si bien el atletismo es uno de los deportes básicos, hace muchísimos
años que un deportista argentino no consigue una marca relevante
a nivel internacional. Sin embargo, varios representantes siguen teniendo
apoyo oficial. Las principales beneficiarias son las saltadoras Alejandra
García y Solange Witteveen, que alcanzan los 15 mil pesos anuales.
El mes pasado, Witteveen dio positivo en un análisis antidoping,
por lo que debe purgar una suspensión de dos años. En total,
entre los honorarios de los entrenadores, la planificación y el
apoyo a los deportistas, al atletismo le toca un presupuesto de 88 mil
pesos anuales. En el último Mundial de Edmonton, ninguno de los
representantes argentinos consiguió meterse siquiera en las semifinales.
Una muestra más de las paradojas que puede exhibir el deporte argentino,
de primer mundo en algunos aspectos y de cuarto en tantos otros.
OPINION
Por Marcelo Garraffo *
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El dinero no es garantía
absoluta
Desde el inicio de este año vienen sucediéndose buenos
resultados dentro del ámbito deportivo vóleibol,
remo, canotaje, natación, por ejemplo que han llegado
a su máxima exposición durante el último fin
de semana con los resonantes triunfos de los seleccionados femenino
de hockey sobre césped y masculino de básquetbol en
el Champions Trophy y la copa de las Américas, respectivamente.
La alegría y el orgullo que estas victorias despiertan en
la comunidad, van acompañadas por la inmediata pregunta:
¿cómo los deportistas argentinos han obtenido desempeños
sobresalientes en tiempos de crisis como los que vivimos? Dicho
de otro modo, hay quienes suponen que los éxitos deportivos
sólo pueden ser alcanzados mediante una disposición
de recursos inimaginables.
En efecto, con un presupuesto alto, el camino hacia los objetivos
sería más rápido y fructífero. Pero
también es cierto que, en el deporte, la posibilidad de disponer
de abundante cantidad de recursos no es garantía absoluta,
por supuesto, de una vinculación con los triunfos, si éstos
no van de la mano de otros elementos que no dependen exclusivamente
de los recursos. Me refiero a conceptos que tienen que ver con la
organización, la planificación, la determinación
precisa y contundente de metas y objetivos y, fundamentalmente,
con la decisión de alcanzarlos.
A un año de Sydney 2000, es razonable articular un balance
de las actuaciones para poder observar las tendencias que se vienen
perfilando. Cuando iniciamos la gestión, sólo faltaban
pocos meses para los Juegos Olímpicos, y fue entonces cuando
optamos por continuar lo realizado anteriormente. Sabíamos
que, luego del mayor acontecimiento deportivo, debíamos hacer
una apuesta: implementar una planificación mejorada y estratégica
rumbo a los próximos Juegos. Así es que diseñamos
el Plan de Representación Nacional 2004-2008, que rige desde
el mes de enero, y cuenta con el consenso de las distintas federaciones.
Este programa distribuye la inversión pública en función
de los resultados deportivos, clasificando a los atletas según
sus méritos y actuaciones.
Con objetivos bien estipulados, el más adecuado aprovechamiento
de los recursos disponibles, talento, esfuerzo y decisión,
pueden sortearse los acostumbrados obstáculos que también
existen en esta actividad. Este es el mensaje de la elite del deporte
argentino para la sociedad, la que interpretará seguramente
esta actitud ejemplar para emular similares satisfacciones a las
que nos han dado nuestros atletas.
* Secretario de Deportes de la Nación.
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