Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira


PESE A LA SITUACION DEL PAIS, LOS ATLETAS SE DESTACAN
El deporte argentino es Mundial

Seis selecciones argentinas de
distintas disciplinas se aseguraron
ya su participación en las Copas del Mundo de 2001, una circunstancia inédita. El fútbol, el básquetbol, y las
dos selecciones de hockey y de vóleibol ya están clasificadas, algunas con apoyo directo de la Secretaría de Deporte. Cuáles son las claves del fenómeno.

El presidente Fernando de la Rúa
con los representantes del hockey, el básquetbol y el canotaje.

Por Ariel Greco

Más allá de la crítica situación que atraviesa el país, en lo que va de la temporada los deportistas argentinos alcanzaron resultados sobresalientes en diferentes disciplinas. Incluso, también hay muy buenas perspectivas para el año que viene: seis selecciones ya se aseguraron su participación en los Mundiales de 2001, una circunstancia inédita para el deporte nacional. Claro que ese presente contrasta con otras realidades que sufren los atletas de elite argentinos.
A la solvencia con la que la Selección de fútbol consiguió su clasificación para Japón y Corea, se le sumaron los equipos de básquetbol, los dos de hockey y los dos de vóleibol, que disputarán durante el año que entra sus respectivos torneos ecuménicos. La gran tarea también se completó con labores individuales. En los recientes mundiales de canotaje y remo, el palista Javier Correa obtuvo una medalla de plata y otra de bronce en K1 500 y K1 1000, mientras que Patricia Conte y Elina Urbano (hasta el momento no está becada) finalizaron terceras en 2 largos sin timonel ligero. Otra tarea destacada la cumplieron Damián Ordaz-Walter Balunek (baleado el año pasado por un policía en un cajero automático cuando iba a retirar su beca), que finalizaron quintos en dos largos sin timonel.
A partir de los Juegos Olímpicos de Sydney, la política implementada desde la Secretaría de Deportes apuntó a solventar con mayor impulso la campaña de los atletas con mejores resultados en el espectro internacional. Una de los ejemplos más claros es el del seleccionado femenino de hockey sobre césped. Con la medalla de plata en Sydney y el título logrado hace unos días en el Champions Trophy, las Leonas justificaron con creces los 172.800 pesos anuales que aporta la Secretaría en concepto de becas. Las habituales titulares cobran 800 pesos por mes, las que alternan llegan a 600 y las juveniles que completan el plantel apenas reciben 200. Igualmente, el fenómeno mediático les permitió acceder al auspicio de la tarjeta de crédito Visa, que reporta más de medio millón de pesos al año. El vóleibol, otro deporte cuya selección también genera interés, consiguió como sponsor a la empresa coreana LG, que le entrega 300 mil pesos por año.
De la misma manera, el yachting, amparado en las medallas olímpicas obtenidas por Carlos Espínola, Serena Amato y la dupla Javier Conte-Juan de la Fuente, es una de las disciplinas que recibe mayor cantidad de inversión estatal. Entre las becas otorgadas, el monto de los entrenadores y el gasto que demanda la preparación competencia, la vela percibe casi 260 mil pesos por año. Por ejemplo, cada uno de los medallistas cobra 2.250 por mes, lo que genera un total de 27 mil pesos anuales.
Sin embargo, ese emprendimiento también presenta sus dificultades. En repetidas ocasiones, los atletas denunciaron que la becas no son pagadas en término y que ellos mismos deben afrontar los gastos. El último caso fue el de Javier Correa tras ganar las dos medallas en el Mundial de Polzen, que aseguró que no había cobrado la beca mensual de 2.250 pesos que tiene otorgada y que para su preparación había recibido ayuda de sus padres y sus amigos. Desde la Secretaría desmintieron esa versión. De acuerdo a los datos entregados por la repartición, Correa estaba dentro de un grupo de deportistas que participó de la gira preparatoria y del máximo certamen, que recibió un aporte de 45.810 pesos para solventar esa actividad. A partir de sus buenos resultados, el canotaje es otra de las disciplinas que cuenta con mayor apoyo, más de 105 mil pesos al año. El remo, por su parte, recibe una inversión cercana a los 200 mil pesos.
Un caso especial es el del básquetbol. Desde que Rubén Magnano se hizo cargo de la Selección, Argentina lleva 26 partidos invicta, que le sirvieron para ganar los títulos del Sudamericano, el Super 4 y el Premundial. Incluso en el último torneo marcó una diferencia abismal sobre sus rivales, aunque el propio entrenador brindó una explicación sobre elfenómeno. “Las exigencias a las que se acostumbraron estos jugadores nos permite desarrollar una dinámica y una intensidad defensiva difícil de soportar”, remarcó el técnico cordobés, que eligió a un plantel en el que 9 de los 12 integrantes actúan en el exterior. A partir de ese análisis, no es complicado asegurar que el momento de este grupo tiene que ver con el talento individual y la posibilidad de desarrollarlo, y no con un plan premeditado.
A pesar de ser profesional y que cuenta con sponsors privados, el básquetbol también figura dentro del presupuesto de la Secretaría. Para el Súper 4, torneo que contó con el auspicio de ESPN, el órgano oficial otorgó 7.500 pesos de apoyo a la competencia. Lo mismo ocurrió para el Premundial organizado en Neuquén. En ese caso, la contribución ascendió a 14.360 pesos, para un certamen en el que el principal auspiciante fue la petrolera española Repsol.
Si bien el atletismo es uno de los deportes básicos, hace muchísimos años que un deportista argentino no consigue una marca relevante a nivel internacional. Sin embargo, varios representantes siguen teniendo apoyo oficial. Las principales beneficiarias son las saltadoras Alejandra García y Solange Witteveen, que alcanzan los 15 mil pesos anuales. El mes pasado, Witteveen dio positivo en un análisis antidoping, por lo que debe purgar una suspensión de dos años. En total, entre los honorarios de los entrenadores, la planificación y el apoyo a los deportistas, al atletismo le toca un presupuesto de 88 mil pesos anuales. En el último Mundial de Edmonton, ninguno de los representantes argentinos consiguió meterse siquiera en las semifinales. Una muestra más de las paradojas que puede exhibir el deporte argentino, de primer mundo en algunos aspectos y de cuarto en tantos otros.

 

OPINION
Por Marcelo Garraffo *

El dinero no es garantía absoluta

Desde el inicio de este año vienen sucediéndose buenos resultados dentro del ámbito deportivo –vóleibol, remo, canotaje, natación, por ejemplo– que han llegado a su máxima exposición durante el último fin de semana con los resonantes triunfos de los seleccionados femenino de hockey sobre césped y masculino de básquetbol en el Champions Trophy y la copa de las Américas, respectivamente.
La alegría y el orgullo que estas victorias despiertan en la comunidad, van acompañadas por la inmediata pregunta: ¿cómo los deportistas argentinos han obtenido desempeños sobresalientes en tiempos de crisis como los que vivimos? Dicho de otro modo, hay quienes suponen que los éxitos deportivos sólo pueden ser alcanzados mediante una disposición de recursos inimaginables.
En efecto, con un presupuesto alto, el camino hacia los objetivos sería más rápido y fructífero. Pero también es cierto que, en el deporte, la posibilidad de disponer de abundante cantidad de recursos no es garantía absoluta, por supuesto, de una vinculación con los triunfos, si éstos no van de la mano de otros elementos que no dependen exclusivamente de los recursos. Me refiero a conceptos que tienen que ver con la organización, la planificación, la determinación precisa y contundente de metas y objetivos y, fundamentalmente, con la decisión de alcanzarlos.
A un año de Sydney 2000, es razonable articular un balance de las actuaciones para poder observar las tendencias que se vienen perfilando. Cuando iniciamos la gestión, sólo faltaban pocos meses para los Juegos Olímpicos, y fue entonces cuando optamos por continuar lo realizado anteriormente. Sabíamos que, luego del mayor acontecimiento deportivo, debíamos hacer una apuesta: implementar una planificación mejorada y estratégica rumbo a los próximos Juegos. Así es que diseñamos el Plan de Representación Nacional 2004-2008, que rige desde el mes de enero, y cuenta con el consenso de las distintas federaciones. Este programa distribuye la inversión pública en función de los resultados deportivos, clasificando a los atletas según sus méritos y actuaciones.
Con objetivos bien estipulados, el más adecuado aprovechamiento de los recursos disponibles, talento, esfuerzo y decisión, pueden sortearse los acostumbrados obstáculos que también existen en esta actividad. Este es el mensaje de la elite del deporte argentino para la sociedad, la que interpretará seguramente esta actitud ejemplar para emular similares satisfacciones a las que nos han dado nuestros atletas.

* Secretario de Deportes de la Nación.

 

PRINCIPAL