Por
Felipe Yapur
Elisa
Carrió suele afirmar que el partido que ella lidera, Alternativa
para una República de Iguales (ARI), es un estadio superior
a la experiencia que fue el Frepaso. Tal afirmación ha generado
en el socio menor de la Alianza más aceptación que rechazo.
La lectura es simple, coinciden en que el único lugar de acumulación
que permite continuar y mejorar la experiencia que significó el
Frepaso, es el ARI. Es por ello que, en los próximos días
y semanas, se concretará el pase tanto de distritos completos como
de dirigentes aislados a esta nueva fuerza. Todo ocurrirá con la
aprobación y el estímulo de quien fuera su conductor, Carlos
Chacho Alvarez.
La máxima expresión de estos pases se visualizará
en la participación de las frepasistas Liliana Chiernajowsky esposa
de Alvarez y Graciela Ocaña en la mesa promotora de lo que
será la conducción nacional del ARI. La primera reunión
se concretará mañana donde, además de Carrió,
estarán el socialista Alfredo Bravo, los peronistas Rafael Romá
y Mario Cafiero y las radicales Laura Mussa y Marcela Rodríguez.
Es probable que también se sume Eduardo Jozami.
Es cierto que el arribo de estas dos frepasistas no se convierte en la
primera incorporación de dirigentes que provienen de esa fuerza.
Antes llegaron los diputados que integraban el sub bloque rebelde. Pero
la presencia de Chiernajowsky da cuenta del grado de acuerdo que existe
entre Carrió y Alvarez. La esposa del ex vicepresidente estuvo
a punto de ser candidata a diputada por la Capital, pero la feroz resistencia
de los socialistas democráticos evitó que se concretara
el deseo de Carrió. Ahora, la radical disidente está decidida
a tener a la actual funcionaria del gobierno de Aníbal Ibarra a
su lado.
Lo de Ocaña, en tanto, era algo previsible. La frepasista y la
presidenta de la comisión antilavado se volvieron prácticamente
inseparables desde que comenzó a funcionar la comisión.
Y se vienen más incorporaciones. Con el correr de los días
se irán produciendo tal como lo acordaron una serie de dirigentes
frentistas con Alvarez, luego de una serie de reuniones donde poco a poco
llegaron a la conclusión de que el Frepaso había llegado
a su fin y que el ARI es el espacio donde se puede seguir construyendo
un modelo diferente. Es por ello que los contactos entre la radical
disidente y el ex vicepresidente se volvieron frecuentes, mucho más
desde que la presidenta de la comisión antilavado del Congreso
presentara el informe preliminar de la investigación.
Los frepasistas chachistas sostienen que la Alianza sirvió como
una forma de romper el bipartidismo que existía en el país
y que se había afianzado desde el Pacto de Olivos.
Pretendían desplazar esta complicidad que significaba la lógica
de alternar el poder sin generar cambios.
Creímos que uniéndonos con el radicalismo quebraríamos
este bipartidismo impulsando algo superior como es la bipolaridad. El
Frepaso en particular y la Alianza en general representábamos un
nuevo polo, un nuevo proyecto. Pero no logramos imponer este cambio cultural
a nuestros aliados, reflexiona a modo de conclusión uno de
los diputados que suele compartir desayunos con Alvarez.
Pues bien, ante este fracaso, la estrategia de Chacho es evitar
la simple desaparición del Frepaso desplazando a su gente de confianza
al ARI. Carrió aceptó de buen grado esta migración,
pero antes definió junto a Chacho quiénes serían
los que se sumarían. Obviamente, para Carrió esto no es
una fusión y no significa que compartirá el liderazgo. Sólo
se nutre aclaran a su alrededor de algunos cuadros del Frepaso
para mejorar el armado nacional del nuevo movimiento. Sin
duda, la movida más importante es la participación de Chiernajowsky
y Ocaña en la mesa nacional del ARI. En pocos días se concretarán
otros pases. Trascendió, por ejemplo, que probablemente durante
el mes de septiembre el Frente Grande de Tucumán, liderado por
el diputado José Vitar actualmente vicepresidente del bloque
del Frepaso, anuncie la incorporación al ARI de la mano de
Carrió en un acto a llevarse a cabo en esa provincia. Este será
el segundo distrito que lo haga, el primero fue La Pampa y que ya participa
activamente en la campaña para los comicios de octubre.
La provincia de Buenos Aires es un panorama más complicado. Formalmente
lo conduce Graciela Fernández Meijide, aunque el diputado Rodolfo
Rodil mantiene una fuerte influencia y control tanto de algunas intendencias
como de un grupo importante de diputados y senadores provinciales. La
ex ministra está hace tiempo distanciada de Alvarez y difícilmente
coincida con este análisis. Rodil vive una situación similar.
Por lo tanto, es factible que los pases en esta provincia se realicen
más a título personal o en pequeños grupos, que de
una forma más institucional.
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