Por
Chris Mc Greal
Desde Durban
Gran Bretaña y un número reducido de aliados han sido acusados
de poner en peligro la Conferencia mundial antirracismo. La acusación
es que tratan de evitar que la Unión Europea formule un inequívoco
pedido de disculpas por el comercio transatlántico de esclavos
africanos. La delegación británica en Durban habló
modestamente de arrepentimiento. No obstante, otros países
de la UE temen que la resistencia británica a admitir una franca
culpa frente a las demandas africanas podría hacer naufragar el
encuentro internacional y liberar a los europeos de ser culpados por sus
faltas.
Once países de la UE están listos para ofrecer un abierto
pedido de disculpas por la esclavitud. Los encabeza Bélgica, que
preside la UE y conduce actualmente las negociaciones oficiales con el
bloque africano.
Pero otro cuatro países Gran Bretaña, los Países
Bajos, España y Portugal sólo están preparados
para expresar un arrepentimiento por la trata de esclavos,
sin evidenciar ningún signo de responsabilidad.
Gran Bretaña es el más obstinado al respecto,
dijo un representante europeo cercano al encuentro, y enfatizó:
los belgas están propugnando el perdón. La mayoría
de las delegaciones de la UE están preparadas para comprometerse
con pedido de disculpas, pero otros todavía no lo están.
Los delegados de la UE acuerdan en que no están preparados para
hablar de la esclavitud como un crimen contra la humanidad, porque podría
tener implicancias legales y los obligaría a pagar por los daños.
Gran Bretaña asegura que incluso una disculpa podría implicar
consecuencias judiciales.
Sin embargo, Hans Corell, consejero legal del Secretario General de la
ONU, Kofi Annan, habló de otro modo sobre la Unión Europea.
Durante los tres últimos días, las autoridades europeas
han trabajado sobre las bases de un borrador acerca de la esclavitud,
que acordaron los ministros de Relaciones Exteriores en julio. La
Unión Europea deplora profundamente el sufrimiento humano, sea
individual o colectivo, causado por la esclavitud y el comercio de esclavos.
Constituyen uno de los capítulos más aborrecibles y de deshonra
mayor de la historia de la Humanidad. La UE condena esas prácticas
del pasado y presente y lamenta el daño que causaron, dijo
Corell.
Algunos delegados africanos protestaron que el borrador resultaba mucho
menos que una disculpa porque no reconoce que los países europeos
eran el centro del comercio de esclavos. El bloque africano pide que la
esclavitud sea descripta como un crimen contra la humanidad, bárbaro,
de enorme magnitud. Los funcionarios británicos fueron
reticentes a dar declaraciones. Igualmente, la directora general de la
Comisión Europea, Odile Quintin, ayer afirmó que la UE estaba
dividida en el tema y hasta el momento la palabra perdón
no sería usada. Estamos absolutamente preparados para aceptar
que sentimos condena y disculpa, dijo Quintin. Y remató:
pero nos gustaría evitar que un arrepentimiento lleve a un
compromiso concreto. Si hay ligazón real entre perdón y
compromiso, eso es un problema.
De
The Guardian de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
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