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�El buen dormir y la buena comida son dos hechos vitales para mí�

Teté Coustarot conducirá un ciclo en el canal El gourmet.com. Los invitados contarán allí historias relacionadas con sabores de la cocina.

Por Patricia Chaina

La comida es como la llave que abre la puerta de la memoria para que los recuerdos salten al primer plano del encuentro. Se puede reconstruir la historia de una vida alrededor de la evocación de un sabor, un perfume fugaz pero intenso. Así como el aroma de una madelaine impregnada de té llevó a Marcel Proust a ir En busca del tiempo perdido, “Festín de palabras”, el nuevo programa de entrevistas del canal El gourmet.com, que conducirá Teté Coustarot, intentará reconstruir historias de vida siguiendo el camino que despiertan los alimentos en la memoria de sus invitados. En determinado lugar y bajo ciertas circunstancias: un bar al atardecer, una cena en la cocina íntima de una casa de familia.
En “Festín de palabras” –se estrena el viernes a las 22.30–, se retratarán personalidades de países de habla hispana que se destacan sus disciplinas. Se grabaron entrevistas con Jaime Roos –se verá el día del estreno–, el Bahiano, Emilio Aragón desde España, Jairo, Rubén Rada, Lucía Galán, Ismael Serrano –también desde España– y Pérez Celis desde el barrio de La Boca, obviamente. Y en cada episodio la situación de la comida redimensiona anécdotas triviales y hechos importantes de la vida de los entrevistados. “Es que hay dos hechos vitales –sostiene la conductora en la entrevista con Página/12–: el buen dormir y la buena comida. Es una de las razones por las que me interesa el programa, porque conjuga el género de la entrevista, que me gusta porque ejercita la conversación, con el sello del canal que es hacer que todo esté atravesado por el tamiz de la comida. Se puede ir desde los sabores de la infancia y los olores de una cocina a la relación con la madre o los primeros trabajos de un artista”.
–¿Por qué la entrevista le resulta un lugar cómodo como género periodístico?
–Porque siempre me interesó averiguar el porqué de todo. Tengo la responsabilidad de estar en un medio, la siento, y trato de comunicar, de ser el puente para contar algo que puede ayudar o elevar el espíritu de alguien o provocar un pensamiento diferente. Nunca pienso que lo que yo diga o piense sea atractivo. Me gusta intermediar entre alguien que tiene algo importante para decir y la gente. Esa es la función, creo.
–¿Qué datos de los personajes que entrevistó para el programa le resultaron más atractivos?
–El Bahiano de Los Pericos, por ejemplo, sabe muchísimo de panes. Su padre era panadero y lo cuenta con un entusiasmo que contagia. El Negro Rada nos llevó al puerto donde, cuando era chico, iba a cantar y bailar por comida. Fuimos a comer ahí, por eso digo que es muy fuerte lo que pasa con la historia a través de la comida. Jairo hace alta cocina en su casa, con su mujer, y no compra comida hecha ni va a comer afuera. La cocina es su living, con sillones inclusive.
–¿Qué lugar elegiría usted para una entrevista?
–Elegiría ir a General Roca (Río Negro) en verano, cuando están las frutas en las plantas y haría un recorrido por las chacras recogiendo manzanas, peras, duraznos, ciruelas, cerezas. Cosechando, lavándolas en las acequias. Aunque siempre me pareció importante la comida, y me gusta cocinar y hacer las compras para esa comida, todo el proceso del ritual lo disfruto ahora más que antes. Me parece importante difundir pautas culturales diferentes a través de la comida, por ejemplo. Es interesante ver cosas nuevas y animarse a probarlas, como signo de apertura. No comparto eso de “esto no lo como porque no me va a gustar”. Implica que uno esta cerrado en muchas situaciones de la vida, no solo en la comida. A mí me encanta descubrir nuevas combinaciones y tratar de implementarlas.

Un yogur en Bagdad

“En Bagdad comí el mejor yogur del mundo y también allí tomé el mejor té”, recuerda Jaime Roos, el primer invitado de “Festín de palabras”. Media hora en la que Teté Coustarot guía a su invitado por un viaje gastronómico facilitando la llegada de lejanos recuerdos. El entrevistado se entrega al juego. La edición ágil en imagen y sonido permite oír detrás de la conversación, el “Brindis por Pierrot” y en los cuadros siguientes, ver viejas fotos del músico uruguayo sin sus gruesos bigotes, o con los pelos largos que usaba en los años 70, cuando viajaba por Europa. El programa promete ser un sabroso rincón dentro del canal dedicado a los más variados alimentos.

 

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