Por
Eduardo Tagliaferro
Cuando los funcionarios judiciales que investigan la venta ilegal de armas
le pusieron fecha a la declaración de Carlos Menem, todas las voces
del menemismo reclamaron que también fuera interrogado Domingo
Cavallo. A primera hora de ayer, cuando nadie presumía su llegada
a Comodoro Py, el actual ministro de Economía se presentó
frente al juez en lo penal económico Julio Speroni y durante más
de dos horas respondió a las más de 40 preguntas que tenía
preparado el tribunal. Allegados al expediente, admitieron que Cavallo
no inculpó a ningún ex funcionario. Incluso en un comunicado
de prensa precisó que hasta 1995 no conoció, ni sospechó
de ninguna irregularidad vinculada a la firma de los decretos presidenciales
que autorizaron la venta de material bélico a Croacia y Ecuador.
Aunque Cavallo contestó todas las demandas del tribunal, está
previsto que la indagatoria continúe el próximo viernes.
Las investigaciones que lleva adelante Speroni son conexas a la causa
que se tramita en el juzgado federal a cargo de Jorge Urso. El magistrado
en lo penal económico instruye el contrabando de 230 toneladas
de pólvora y de armamento proveniente de Fabricaciones Militares.
La firma de Cavallo y de Menem aparecen en los tres decretos que ampararon
la maniobra. Aunque ambos hayan firmado los decretos, frente a la causa
penal económica, sus responsabilidades son diferentes. Así
como Menem fue responsable de toda la administración gubernamental,
en la órbita del ministro de Economía y a sus órdenes
estaba la Aduana. Por ese motivo el breve comunicado difundido por el
Ministerio de Economía precisó que no se hizo más
que repetir las previsiones que desde 1984 contienen los decretos sobre
ventas de armas. La frase está destinada a deslindar la posible
inacción de la Aduana frente a una exportación que a todas
luces demostró que desde las terminales portuarias se despachó
material usado, en lugar de piezas nuevas como definían los decretos.
Incluso por este material se cobraron generosos reintegros.
La apelación de Cavallo a las normas vigentes busca demostrar que
la Aduana no podía revisar los containers que llevaban el rótulo
de material bélico secreto. Desde el 84, durante
el gobierno de Alfonsín, rige una norma sobre las exportaciones
de material sensitivo que les concede a estas ventas la categoría
de reservada. Este es el principal punto que puede comprometer procesalmente
a Cavallo, dado que si sus subalternos estaban autorizados a controlar
las exportaciones y no lo hicieron, la responsabilidades también
lo alcanzarían.
La temprana llegada de Cavallo a los tribunales fue acordada el pasado
viernes entre los asistentes del ministro y del juzgado. La medida le
permitió ingresar y salir de Comodoro Py con cierto sigilo aunque
no pudo evitar ser fotografiado. Su declaración siempre fue esperada
con atención, ya que en su libro El peso de la verdad había
manifestado que la visión industrialista de Antonio Erman González,
por entonces ministro de Defensa, contemplaba la fabricación y
venta de armamento como una importante fuente de recursos. Incluso en
el primer capítulo de su libro, Cavallo entrega un descarnado diálogo
con Menem. Conversación en la que el ministro interrogó
al ex presidente por la aparición de las primeras informaciones
que daban cuenta de la presencia de armas argentinas en los Balcanes.
El Presidente me contestó que él entendía que
si existía la triangulación era responsabilidad de empresas
privadas y no del gobierno. Y Kohan agregó con picardía
que si esas armas no las vendíamos nosotros las hubiera vendido
otro, sostiene Cavallo en el libro que escribió cuando abandonó
el gobierno de Menem.
Cierto es que cuando desde la Justicia federal se le pidió a Cavallo
una declaración por escrito, éste relativizó su libro
y respondió que era la información a la que había
accedido después del 95. Si bien se espera que el próximo
viernes continúe su indagatoria, en los tribunales seintuye que
Speroni podría dictaminar una falta de mérito.
Es decir que hasta el momento no hay elementos que lo involucren en las
investigaciones, pero deberá seguir ligado a ella.
Algunos hechos que se instruyen en el fuero penal económico son
los mismos que se investigan en la causa federal. Eso llevó a los
defensores de Menem a sostener que plantearían la unificación
de las causas. Medida que no necesariamente puede beneficiarlos. Luego
de las elecciones nacionales del 14 de octubre, por el juzgado de Speroni
desfilarán el ex presidente Menem, su ex cuñado Emir Yoma
y el ex canciller Guido Di Tella. Algunas de esas declaraciones le fueron
ordenadas al magistrado por sus superiores de la Sala B de la Cámara
Penal Económica. En el dictamen de los camaristas se precisaba
que la citación de Menem sería una indagatoria. Es decir
que existe un fuerte estado de sospecha sobre él. En Comodoro Py
se mostraban sorprendidos ayer porque Cavallo no figuraba entre los citados
por la Cámara, ni tampoco en el reciente listado difundido por
Speroni.
Las
ventas a Bolivia
El
abogado Ricardo Monner Sans presentó ayer en los tribunales
unas cuarenta fojas con documentación sobre presuntas irregularidades
en el frustrado decreto de venta de armas a Bolivia. El material
fue enviado al estudio del abogado por el coronel Edgard Prudencio,
luego de que ambos se cruzaran radialmente en el programa del periodista
Nelson Castro. La documentación aportaría datos sobre
la connivencia del gobierno de Jaime Paz Zamora con el de Carlos
Menem. El coronel boliviano había aseverado que tenía
un documento sobre la Corporación de las Fuerzas Armadas
para el Desarrollo Nacional (Cofadena), en el que se acordaba con
el gobierno argentino la compra de material bélico procedente
de Fabricaciones Militares. El acuerdo hacía las veces de
certificado de uso final, trámite de rigor en
cada operación vinculada con la venta de armas. De los decretos
impulsados por el menemismo, el destinado a Bolivia fue el primero,
ya que su trámite se remonta a noviembre del 90. Tomó
forma de decreto luego de dos años y no se ejecutó
porque el Ministerio de Economía objetó la forma de
pago.
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