La
ministra de Trabajo, Patricia Bullrich, abrió otro foco de conflicto
con el gremialismo; en este caso les tocó el turno a los docentes,
que pusieron el grito en el cielo al enterarse de la resolución
de la cartera laboral publicada ayer en el Boletín Oficial, que
considera a la educación como un servicio esencial básico,
por lo que obliga al funcionamiento de comedores los días de huelga
y establece que los maestros deberán compensar las clases perdidas
por los paros. Pero los sindicatos docentes ya anticiparon que rechazarán
la medida; la secretaria general de Ctera, Marta Maffei, calificó
de ilegal e impracticable al decreto del Ejecutivo, mientras
que Hugo Yasky, titular del Sindicato Unico de Trabajadores de la Educación
de Buenos Aires (Suteba), afirmó que la resolución debería
formar parte de una antología del absurdo .
A sus ya clásicos enfrentamientos con la CGT oficial de Rodolfo
Daer y con la rebelde de Hugo Moyano, Bullrich sumó
ahora a los docentes: cuando hay un paro hay determinados servicios
que se deben brindar sí o sí; el servicio de gas, de electricidad,
de emergencias en hospitales. Lo mismo hemos considerado a la educación
como un servicio esencial básico, explicó la funcionaria,
al defender la iniciativa.
Siguiendo esa línea de razonamiento, Bullrich agregó que
los docentes deberán recuperar (los días perdidos
por los paros) de acuerdo a lo que cada jurisdicción disponga,
con horas extras o como se decida, para cumplir el tiempo básico
necesario para que el alumno pueda cursar su año. En rigor
de verdad, el decreto conocido ayer se empalma con un proyecto de ley
que está en el Senado y que impulsa el Ministerio de Educación,
para establecer un piso legal de 180 días de clase en todos los
distritos del país. Compartimos la filosofía del decreto
de Trabajo. Es importante porque establece un piso de equidad para todas
las provincias, indicó Gustavo IaIaies, subsecretario de
Educación Básica de la Nación.
En la resolución firmada por Bullrich se establece que se deben
garantizar el funcionamiento de los comedores escolares, el dictado
de la cantidad de días de clase en el año determinados por
el calendario escolar obligatorio de cada jurisdicción y mantener
abierta las escuelas, garantizando una guardia mínima, para que
los padres puedan dejar a sus hijos en ellas con seguridad.
Con esta resolución, Bullrich aprovechó la autoridad que
le otorgó el decreto 843 del presidente Fernando de la Rúa,
que habilita a la cartera laboral a considerar como servicio esencial
a una actividad, como resolvió para el caso del sistema educativo.
Es una medida que tiene un sustento legal en las leyes que rigen
nuestro derecho laboral y el decreto 843 de 2000, dijo la ministra,
defendiendo su propuesta.
La Ctera anticipó que planteará la inconstitucionalidad
del decreto y que denunciará la norma ante la Organización
Internacional del Trabajo (OIT). Lo que hace la resolución
es calificar como servicio esencial la educación para poder restringir
el derecho de huelga, disparó Maffei. Lo que se está
garantizando es el derecho de los chicos a meterse en una guardería,
pero en realidad no que tengan un aprendizaje, afirmó la
gremialista. La ministra se equivoca; no puede avanzar sobre cosas
que le corresponden a las provincias, como es la duración del ciclo
lectivo. El decreto tiene fallas jurídicas y además es impracticable,
redondeó Maffei a Página/12.
Por otro lado, Juan Carlos Capurro, abogado laboralista de la Central
de los Trabajadores Argentinos (CTA), consideró que la ministra
debería saber que en el derecho de huelga no admite restricciones,
y que en realidad el Estado argentino es pasible de ser denunciado ante
las Naciones Unidas porque no cumple con el Pacto de Derechos Económicos,
Civiles y Culturales, que están incorporados en la Constitución
y que establece una retribución justa y digna para los maestros.
En tanto, Yasky también atacó al decreto del Ministerio;
es redundante, porque los comedores y las escuelas se abren los
días de paro. Bullrichquiere hacer estas cosas para apuntar su
carrera política, dijo el gremialista.
En cuanto a la recuperación de clases, Yasky dijo que están
manteniendo reuniones con el director de Cultura y Educación bonaerense,
José Octavio Bordón, para analizar cómo se compensan
las horas perdidas por la huelga que terminó la semana pasada.
Estas cosas las arregla cada provincia; se nota que Bullrich no
sabe nada de la problemática educativa, remató.
Informe:
Alejandro Cánepa.
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