Por
Lola Galán *
Desde Venecia
Ayer,
el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, y el director general
de la Organización de la Agricultura y Alimentación (FAO),
Jacques Diouf, llegaron un acuerdo parcial sobre el lugar que acogerá
en noviembre la cumbre sobre el hambre a la que tienen previsto acudir
más de 130 jefes de gobierno y de Estado. Tras semanas de deliberaciones,
se pusieron de acuerdo en algo: en descartar definitivamente Roma, sede
de la FAO, como sede de la cumbre. El gobierno de centroderecha italiano
le ganó así una pulseada al director general de Naciones
Unidas, Kofi Annan, quien la semana pasada envió una carta oficial
a la FAO en la que recordaba que todas las oficinas de Naciones Unidas
están obligadas a celebrar sus reuniones y cumbres en las ciudades
que albergan las respectivas sedes.
Lo que
falta por decidir ahora es qué punto de la geografía italiana
será elegido en sustitución de la Ciudad Eterna. La cosa
se ha complicado considerablemente después de los graves incidentes
que se produjeron en Génova, en julio pasado, durante la reunión
del G-8. Por este motivo, el portavoz de Berlusconi, Paolo Bonaiti, comunicó
ayer que la elección le corresponderá a una comisión
especial integrada por representantes de la propia agencia de Naciones
Unidas y de los ministerios italianos de Interior y de Exteriores. Según
Bonaiti, la elección no requerirá demasiados días
de estudio. Hasta el momento se han barajado infinitas hipótesis,
entre ellas la de celebrar el encuentro en la localidad de Nettuno, a
una treintena de kilómetros de la capital italiana. Pero ayer llegaron
a Palazzo Chigi (sede de la presidencia del gobierno italiano) nuevas
ofertas, algunas con sabor turístico, como la del alcalde de la
isla de Pantelería, cerca de Sicilia, que se ofrece a acoger a
los ilustres participantes en la cumbre de la FAO.
El desplazamiento de la cumbre fuera de Roma aunque pueda celebrarse
dentro del perímetro de la provincia ha provocado irritación
en sectores del movimiento antiglobalización. El lunes, el portavoz
de Arci, uno de los centenares de grupos que integran el Foro Social de
Génova, surgido a raíz del G-8 de julio, anunció
que la Ciudad Eterna acogerá en cualquier caso la cumbre paralela
que el movimiento social está preparando para los días 3
al 9 de noviembre. Según Luca Cattolico, portavoz de Arci, el Foro
Social de Roma nacerá el próximo miércoles, como
fiel reflejo de la coalición de fuerzas antiglobalización
que se unieron en Génova para protestar contra el encuentro de
los ocho líderes más importantes del planeta. El Foro Social
de Roma tiene previsto concluir su propia cumbre con una manifestación
multitudinaria, según Cattolico.
El gobierno de Berlusconi ha anunciado ya que no autorizará ninguna
marcha en la capital italiana coincidiendo con la reunión de la
FAO. El desplazamiento de la reunión fuera de Roma plantea una
serie de graves problemas logísticos, porque se calcula que el
número de huéspedes oficiales será de unos 7 mil.
*
De El País de Madrid. Especial para Página/12.
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