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Por José Natanson
 El lunes, el Gobierno había criticado �e incluso calificado de �atentado a la democracia�� la idea de lanzar un plan de unidad nacional defendida, entre otros, por Raúl Alfonsín. La respuesta del ex presidente fue la cólera: faltó al encuentro de la UIA para no cruzarse con los ministros y decidió suspender la reunión que tenía previsto solicitarle a Fernando de la Rúa. Ayer, el ministro del Interior, Ramón Mestre, fue hasta su departamento para calmarlo, pero por la noche el jefe del radicalismo calificó de �pavadas�, �torpeza�, �estupidez total� y �campañita� las declaraciones de los funcionarios. El resultado fue un nuevo capítulo de la extraña saga creada en torno de la propuesta de unidad nacional y el enfriamiento �unos grados más� de la relación entre el radicalismo y el Gobierno.
A esta altura resulta complicado determinar quién y cómo lanzó la idea de construir, después del 14 de octubre, un gobierno integrado por todos los sectores políticos y sociales. Prácticamente desde que llegó a la Rosada, De la Rúa comenzó a realizar periódicas convocatorias a la unidad nacional. Lo dijo en los lejanos (y breves) tiempos de Ricardo López Murphy como ministro de Economía. Y lo repitió el 9 de julio, un par de días antes de que se anunciara la política de déficit cero. Sin embargo, las propuestas quedaron en un plano de abstracción y nunca llegaron a tener una traducción institucional concreta. Salvo, claro, cuando era necesario contar con el apoyo de los bloques parlamentarios.
Con la campaña electoral apurándolo, Alfonsín comenzó a avanzar en la propuesta. Se reunió con la UIA, con las dos CGT, con algunas entidades representativas del agro. Y el viernes, en el plenario de la UCR, fijó el eje principal de su proyecto: la reprogramación consensuada de la deuda externa. Aunque no lo dijo con todas las letras, la idea es complementar el esquema con la incorporación de un peronista �probablemente Eduardo Duhalde� como jefe de Gabinete.
Siempre pendiente de cualquier gesto contra la autoridad presidencial, el delarruismo más puro salió el lunes a responder: la ministra de Trabajo, Patricia Bullrich, dijo que el verdadero objetivo de este tipo de propuestas es colocar el 14 de octubre como �fecha terminal� del Gobierno y calificó la movida como �un atentado a la democracia�. Juan Pablo Baylac denunció un �pacto de Buenos Aires�, por el distrito donde militan Alfonsín y Duhalde. Ayer el vocero consideró �irrazonable� que Duhalde aparezca como futuro jefe de Gabinete y que se haga �una ingeniería institucional� con independencia del Gobierno.
La indignación de Alfonsín se tradujo en tres datos políticos:
u El lunes no fue a la reunión de la UIA. Tenía previsto llegar a la siete de la tarde �incluso algunos de sus amigos habían ido para conversar con él� pero a último momento decidió pegar el faltazo. �Sabía que iba a estar medio gobierno, entre ellos Colombo y Bullrich, y no tenía ganas de hablar�, aseguraron en su entorno.
u Decidió congelar, hasta que las cosas se calmen, el encuentro que iba a solicitar con De la Rúa para alcanzarle la propuesta de la UCR.
u Anoche salió a responderle a Baylac. �Este muchacho está acostumbrado a decir pavadas, no sé cómo ha sido designado vocero del Presidente. No le imputo ninguna responsabilidad al Presidente salvo la designación de este muchacho�, dijo en declaraciones a América TV. Para Alfonsín, las palabras del portavoz oficial son �una pavada tan grande�, una �estupidez total� y forman parte de una �campañita� que �perturba al país�.
Cuando le preguntaron quiénes inspiraban este tipo de declaraciones, dijo que �da la impresión� de que se trata del Grupo Sushi y que �siempre hay bombeadores que crean estos climas�. Finalmente acusó a algunos sectores del Gobierno de perjudicar sus chances para octubre. �Supongo que quieren que salga último, pero se llevarán un chasco, porque saldré primero�, toreó Alfonsín. Más tarde, Baylac dobló la apuesta: aseguró quevotaría al ex presidente en las próximas elecciones �porque no deseo que salga último�. Lo que se dice un amigo.
Según explicaba ayer uno de sus hombres de confianza, Alfonsín está convencido de que lo malinterpretaron a propósito. �El no dice que hay que designar a Duhalde sino que hay que buscar una serie de temas centrales para construir consenso. Es lo mismo que dice Colombo, con el que incluso habló en estos términos�, decía el alfonsinista, coincidiendo con la información que aportaban en la Jefatura de Gabinete (ver aparte).
Una pregunta básica sobrevuela todo el asunto: ¿es posible que el vocero del Gobierno (y la ministra de Trabajo) salgan a responderle sin el consentimiento de De la Rúa? Para un importante referente alfonsinista, es evidente que el Presidente sabe, no el contenido exacto, pero sí las líneas generales. �Es un doble juego: él y Colombo son conciliadores, pero después manda a los gurkas que arruinan todo. Por ejemplo, dicen que está armando un gabinete paralelo, pero hace como un mes que no habla con Duhalde�, sostuvo el hombre cercano al ex presidente.
Ayer por la tarde, un Mestre más silencioso que nunca se acercó al departamento de Alfonsín en la calle Santa Fe. Además de ministro del interior, Mestre es delegado del Comité Nacional y mantiene una buena relación con el titular de la UCR: llegó con un mensaje conciliatorio del Gobierno, escuchó las quejas del ex Presidente y se marchó dejando las cosas un poquito más tranquilas. Alfonsín ha decidido �por ahora� no responderle directamente a De la Rúa. �Sería llevar la confrontación a un punto de no retorno�, señalaban sus voceros.
Pero los esfuerzos de Mestre no alcanzan para ocultar el verdadero estado de la relación Alfonsín-De la Rúa. Hay datos puntuales de los últimos días: los tironeos por el control del PAMI y la Anses, las declaraciones de Domingo Cavallo a un diario brasileño, los coqueteos del jefe radical con la idea de pedir el alejamiento del ministro de Economía, el crítico documento de la UCR. Hay otros más estructurales: el comienzo de la campaña electoral y la necesidad de Alfonsín de diferenciarse de la Rosada. Y hay uno más complicado, casi personal: la desconfianza histórica e irremediable entre los dos hombres. �La relación está cada vez más fría, cada vez está más cerca de la ruptura�, resumía ayer un hombre cercano a Alfonsín.
Un peronista a la Moncloa
El debate por el gobierno de unión nacional se desarrolla en un escenario tumultuoso pero, en el fondo, las diferencias entre las partes parecen no ser tantas. Ayer, en Gobierno aclaraban que la postura que en el tema tiene, por ejemplo, el jefe de Gabinete, Chrystian Colombo, no va contra la posibilidad de que un peronista asuma en la gestión delarruista después de las elecciones del 14 de octubre. �La idea de Colombo no excluye a nadie�, aclaraban en Jefatura de Gabinete.
Lo que sostienen en la Rosada es que ese peronista no ingresaría en el gabinete sólo como símbolo de unidad, sino que la llegada tendría que estar relacionada con el cumplimiento de un proyecto concreto. �Si un dirigente peronista viene a reformar el Estado, está bien que entre a la Jefatura de Gabinete�, ejemplificaban. Y, añadían, que si Alfonsín y Duhalde tanto hablan del Pacto de la Moncloa, ellos tampoco están en desacuerdo con una iniciativa de ese tenor, en la que primero se redactó la agenda temática que incluyó temas monetarios e impositivos. |
RUCKAUF SALIO A NEGAR UN ACUERDO CON LA UCR
�No quiero ser ministro�
Carlos Ruckauf negó la existencia de un acuerdo con Raúl Alfonsín y Eduardo Duhalde para impulsar un cambio de gabinete en el Gobierno nacional. �Yo no quiero ser ministro de De la Rúa. Voy a ser gobernador de Buenos Aires, que es la tarea que me han dado y no tengo ningún interés en participar de un gobierno en el que no creo�, dijo.
Tanto Ruckauf como Duhalde fueron mencionados como candidatos a jefes de Gabinete en un gobierno de unidad que, de acuerdo a distintas versiones, se integraría tras los comicios del 14 de octubre. �¿Qué acuerdo? Ellos tienen un problema interno grave y están proyectando�, señaló.
En el entorno del gobernador se hicieron todo tipo de especulaciones sobre el tema, y la mayoría coincidió en que las acusaciones formuladas por el vocero presidencial, Juan Pablo Baylac, respondían a una interna del gobierno.
De esa forma también se expresó la bonaerense Mabel Müller, quien se convirtió en vocera de Duhalde: �Baylac sufre de incontinencia verbal y con tal de aparecer en los medios todos los días inventa y miente: ahora desparrama un utópico complot para copar el gobierno nacional que todavía cree que no asumió la responsabilidad por la que la eligieron, que es gobernar�, señaló la candidata a diputada nacional por el justicialismo provincial.
Duhalde recién dará a conocer su postura hoy cuando retorne de Brasil, donde se encuentra descansando desde el fin de semana. De todos modos, sus principales operadores �entre ellos algunos legisladores� pusieron en boca del ex gobernador declaraciones donde éste se queja por la ofensiva de Baylac.
�No hace falta un gobierno de unidad, hace falta que este gobierno gobierne, que es lo que no ha hecho hasta ahora. A la unidad nacional no hay que proclamarla, hay que hacerla. Para nosotros la unidad nacional se llama concertación y no es bla, bla�, dicen que dijo Duhalde.
En ese sentido ya se había expresado el lunes el diputado José María Díaz Bancalari, un histórico del justicialismo bonaerense. �De paso vale aclarar que la idea de Duhalde siempre fue acordar con el gobierno 4 o 5 puntos para tirar todos para adelante y no entrar al Gobierno. Además en este Gobierno entrás como Miss Mundo y salís como la bruja Cachavacha al instante ¿para qué vamos a entrar?�.
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