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Por Carlos Rodríguez
 La docente Rosa Mabel Boiz, de 45 años, herida en la cabeza durante un tiroteo entre ladrones y policías, sigue internada �en estado de coma farmacológico�, sin que se haya podido establecer en forma fehaciente desde qué arma salió el disparo. Fuentes judiciales confirmaron a
Página/12 que en el interno 107 de la línea 55, en el que viajaba la mujer cuando ocurrieron los hechos �a los que era ajena�, se encontraron �vainas servidas que corresponden a una pistola 9 milímetros�, similar a la que tenía uno de los ladrones y a las que usa la policía. El juez Facundo Cubas ordenó secuestrar las armas que llevaban los policías que participaron de la persecución que terminó con la muerte de los asaltantes y la que portaba un agente retirado que participó del operativo. José Luis Boiz, hermano de la maestra, cuestionó que los policías hayan disparado �contra un transporte de pasajeros� en lugar de �dar la voz de alto y procurar la detención en otro lugar�. Una fuente policial, por su parte, negó que los agentes hayan disparado sobre el colectivo.
La docente Boiz fue operada en el hospital Fernández, donde permanece internada en la sala de terapia intensiva. Se le extrajeron �algunas esquirlas� del proyectil que la hirió en la cabeza, con orificios de entrada y de salida. Una fuente judicial estimó que �será muy difícil establecer qué tipo de bala la hirió�. El jefe de guardia del Fernández, Gustavo Timinsky, explicó que se trató de �una muy delicada operación, que demandó casi tres horas�. Estimó que es �positivo� que la paciente �no haya experimentado cambios ni complicaciones�, pero aclaró que �hay que esperar 48 horas para dar un diagnóstico definitivo�.
Precisó que se encuentra �en estado de coma farmacológico� porque �fue sedada después de la operación, para evitar el dolor y para mantenerla asistida mecánicamente con un respirador�. Los familiares habían comentado a la prensa, como un hecho auspicioso, que la mujer había dado muestras de movilidad en uno de sus brazos. El médico aclaró que eso tiene �una importancia relativa� y que es necesario �esperar 48 horas para saber cuál es la gravedad de las lesiones cerebrales� producidas por el disparo.
Según la información suministrada por la policía, los delincuentes -cuyos nombres son mantenidos en reserva por disposición del juez Cubas� tenían �entre dos y cuatro armas�. Todas ellas fueron secuestradas, junto con otras cinco que estaban en poder de los policías que participaron de la persecución, que tuvo varias etapas y que contó con la intervención de distintos móviles policiales. Entre las armas secuestradas figura una 9 milímetros que estaba en poder de los ladrones y la que llevaba un sargento retirado que se sumó �espontáneamente� al operativo, dejando su puesto de vigilancia en un comercio cercano a Parque Centenario, donde se produjo el desenlace con la muerte de los asaltantes.
�Todavía no se sabe quién le disparó a Mabel porque los ladrones tiraron contra los pasajeros y la policía también lo hizo desde abajo; uno de los policías se asomaba desde un taxi para tirar�, sostuvo el hermano de la docente. José Luis Boiz opinó que la policía �tendría que haber dado la voz de alto y buscar otro lugar para hacer un tiroteo�. El hombre, que junto con su madre hace guardia permanente en el hospital Fernández, aclaró que no está en condiciones �de acusar a la policía�, pero insistió en que �no era el lugar para un tiroteo. ¿Qué hubiera pasado si el colectivo estaba lleno de pasajeros? Hubiera sido una masacre�. La mamá de la víctima está convencida de que los autores del disparo fueron los ladrones. �Los delincuentes deberían dejar de matar�, declaró.
Una fuente policial admitió que el juez secuestró las armas que llevaban todos los agentes, pero dijo que dentro de la fuerza �hay una total seguridad de que no hubo disparos� por parte del personal. �Cuando se produjo el incidente en el colectivo, los policías no dispararon; ellos están seguros de que fue así�, recalcó el vocero. Mabel y Elda, dos compañeras de la docente, lamentaron lo sucedido más allá de quien hayasido el responsable: �En esta ciudad ya no hay normas, nadie sabe lo que le puede pasar en la calle. No sabemos qué decirle a nuestros alumnos porque la violencia es cada vez mayor�.
| El rehén que fue baleado por la policía
En una nueva persecución policial, esta vez en territorio bonaerense, un repartidor de carne que había sido tomado como rehén por dos asaltantes, fue baleado en el hombro, supuestamente por personal del Comando de Patrullas de San Miguel. La víctima, Jorge Gustavo Salazar, de 29 años, está internado en grave estado en el hospital Larcade. El balazo ingresó por el hombro y quedó alojado cerca del cuello. Hasta anoche, los médicos no habían podido extraer el proyectil, pero se estimaba que el paciente estaba �fuera de peligro�.
El robo comenzó a las 8 de ayer, en la esquina de Las Delicias y Blasco Ibáñez, en San Miguel oeste, cuando Salazar y otro compañero de trabajo se encontraban al mando de un camión dedicado al reparto de carne. Los ladrones, que eran tres, se apoderaron del camión y mientras uno de ellos se puso al volante de ese vehículo, los otros dos obligaron a los repartidores a subirse a un coche, tomándolos como rehenes.
El comisario Sergio Timosuk, de la comisaría local, dijo que los vecinos habían dado el alerta sobre el robo y un móvil del Comando de Patrullas comenzó la persecución del automóvil, mientras que el camión había desaparecido, ya que lo habrían escondido en algún galpón cercano, como ocurre siempre en los robos dentro de la modalidad conocida como �piratas del asfalto�. Una vez oculto el rodado, la mercadería es ubicada en otro camión que traslada el botín a un lugar seguro.
La persecución del automóvil fue tenaz, a lo largo de unas 20 cuadras, muchas ellas de tierra. En la esquina de El Maestro y Espora, cerca de la villa Mitre, los policías abrieron fuego e hirieron supuestamente al rehén. �Todo indica que fueron los policías, porque los dos rehenes estaban en el asiento de atrás y en el coche había varios impactos de bala en la parte trasera, lo que coincide con la posición de tiro de los dos policías que iban en el móvil�, explicó una fuente judicial. Si bien se aclaró que todavía �no hay ninguna imputación concreta� contra los policías, el fiscal Héctor Scebba dispuso el secuestro de las armas que portaban los dos agentes. |
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