EL
SECTOR PUBLICO, TRABAJO DE SALVADOR TREBER
Contra
el reduccionismo
Por
Alfredo Zaiat
El
tamaño del Estado, la presión tributaria, el Déficit
Cero, la Coparticipación, el gasto político y el sistema
previsional forman parte de uno de los documentos presentados para la
discusión del Plan Fénix, elaborado en el marco de la Facultad
de Ciencias Económicas, programa que ayer adelantó Página/12.
Acorde con los tiempos que corren, Salvador Treber presentó su
trabajo con el austero título El Sector Público,
que apunta a derrumbar los preconceptos económicos dominantes sobre
gasto público e impuestos.
Los indicadores más significativos del sector público
argentino, comparados a nivel internacional, no reflejan sobredimensionamiento,
afirma Treber en el comienzo de su trabajo, una definición que
va a contramano del discurso de las fundaciones que tuvieron en sus manos
el manejo de la economía en los últimos años. El
contador y profesor universitario brinda datos contundentes para sostener
esa definición inicial: Durante el período 1995/99,
la relación gasto/PBI en la jurisdicción nacional fue del
17,2 por ciento. Por su parte, el gasto total consolidado de las tres
jurisdicciones (nacional, provincial y municipal) ascendió en el
mismo período al 28,7 por ciento. Y en cuanto a la carga
tributaria acumulada llegó al 22 por ciento. Estas
relaciones sólo representan aproximadamente la mitad de las correspondiente
a los países que integran la Unión Europea y son 25 por
ciento más bajas que las de Estados Unidos y Brasil, precisa
Treber.
Antes de abordar un conjunto de medidas, el especialista define que la
presión reduccionista, que postula un mayor repliegue
del Estado, quitaría un instrumento insustituible para corregir
la fuerte concentración de la riqueza que ha caracterizado
la última década del siglo XX; recuperar la dinámica
de crecimiento; restablecer la pérdida de capacidad de consumo
al mercado interno y de replantear el diseño en materia de obras
de infraestructura para viabilizar una fuerte expansión del comercio
externo.
Reconociendo que se ha perdido la posibilidad de apelar, como en años
anteriores, al endeudamiento para cubrir desequilibrios de las cuentas
públicas, Treber presenta una serie de medidas para alcanzar el
Déficit Cero por un camino diferente del propuesto por los economistas
proestablishment. Las siguientes son las principales medida que propone:
- Aplicación de una sobretasa del 20 por ciento sobre el total
del impuesto a las Ganancias de todas las empresas que durante cualquiera
de los dos últimos ejercicios hayan declarado una renta sujeta
a impuesto superior a 500 mil pesos y de 100 mil pesos en el caso de las
personas físicas.
- Alcanzar con Ganancias a la renta financiera.
- Incorporación de los dividendos a los ingresos gravados de las
personas físicas.
- Gravabilidad de todas las ganancias de capital.
- Inclusión como eventuales contribuyentes del impuesto a las Ganancias
de todos los miembros del Poder Judicial.
Treber también aborda otras cuestiones de coyuntura, que tienen
que ver con privilegios de la clase política, como gastos reservados,
con la eliminación de jubilaciones de privilegio y con la reducción
y prohibición de mantener cuerpos de asesores permanentes políticos.
Además expone la necesidad de eliminar el nepotismo: Prohibición
y baja inmediata de todos los parientes de funcionarios hasta el cuarto
grado de consanguinidad y segundo de afinidad designados en los últimos
tres años.
También propone sacarles a los legisladores la facultad de conceder
pensiones graciables; revisar todas las jubilaciones y pensiones acordadas
durante los dos años anteriores que las provincias transfirieron
sus respectivas cajas previsionales a la Nación; revisar todas
las jubilaciones y pensiones de beneficiarios menores de 50 años
y mayores de 80.
UN
NUEVO ESQUEMA CAMBIARIO, SEGUN HUGO NOCHTEFF
Flotación sucia e
intervención
Por
Claudio Scaletta
Dentro de la temática de Política Cambiaria,
el economista Hugo Nochteff propuso iniciar el debate de la salida de
la Convertibilidad mediante la implementación de un esquema de
tipo de cambio con flotación sucia (sin caja de conversión),
mecanismo consistente en que el Banco Central intervenga comprando y vendiendo
divisas para regular su precio. La propuesta destaca que, para que el
esquema funcione de manera eficaz, se necesita recuperar el nivel de reservas
que el Banco Central poseía en 2000.
Para el investigador en el área de Economía y Tecnología
de Flacso, las principales ventajas de la flotación cambiaria son:
u Encarecer automáticamente la salida de divisas, necesario en
el contexto de volatilidad del mercado financiero mundial.
u Compensar las devaluaciones competitivas de terceros países.
u Permitir recuperar la política monetaria.
Sobre este último punto, Nochteff sostiene que debe evitarse, al
menos en el primer período, caer en la monetización
del déficit fiscal, es decir, compensar el déficit
con emisión monetaria y devaluación. Por otra parte, la
utilización de los redescuentos (asistencia financiera del Central
a los bancos) deberían reservarse para compensar los efectos de
una devaluación sobre los pasivos de deudores con ingresos medios
y bajos y para la asistencia a los bancos nacionales ante
situaciones de corrida.
Como argumentos de apoyo al tipo de cambio flotante, la propuesta sostiene
que:
u En el mundo no existen economías nacionales importantes que posean
un sistema cambiario como el actualmente vigente en la Argentina, donde
los desequilibrios externos se ajustan a costa del nivel de actividad.
u La flotación cambiaria tiende a equilibrar la cuenta corriente
del balance de pagos y, aunque con efectos limitados en el corto plazo,
opera en el mediano y largo a través del cambio de las rentabilidades
relativas de transables/no transables y, por lo tanto, en la orientación
de la inversión.
u Muchos de los rubros que explican el déficit de la cuenta corriente
argentina en el período 1992-2000 son particularmente sensibles
al tipo de cambio. Después de los intereses de la deuda externa,
los déficit se originan, en orden de importancia, en servicios
reales (con altísimo componente de turismo y pasajes), utilidades
y dividendos (como las tasas de ganancia y la participación de
empresas extranjeras en la economía) y la cuenta comercial.
Además de destacar razones y ventajas, la propuesta de Nochteff
advierte contra las dificultades que puede presentar la transición
del cambio fijo al flotante, en particular, en un seguro contexto de devaluación.
La propuesta destaca que la flotación cambiaria por sí
sola, sin medidas que la precedan, acompañen y sigan, no resuelve
problemas estructurales. Más aún, puede agravar algunos,
como por ejemplo, la inequidad en la distribución del ingreso (tanto
por caída de salarios como indexación de créditos)
y un impacto fiscal negativo. Sin embargo, la política deflacionaria
actual, de la cual el tipo de cambio fijo es una de las herramientas clave,
está produciendo muchos de los efectos negativos que produciría
una devaluación, pero sin ninguno de sus efectos positivos.
Entre las medidas que, entonces, deberían adelantarse y acompañar
la flotación cambiaria se destacan:
- La desdolarización de las tarifas de los servicios públicos
- Renacionalización del sistema previsional y restitución
de los aportes patronales.
- Replanteo de la apertura financiera, con miras a llegar a un control
de cambios efectivo.
- Creación de un sistema de desdolarización de precios y
deudas internas entre residentes pero sin actuar sobre los depósitos.
- Una política comercial externa para impulsar la producción
de los importables y exportables más diferenciados, incluyendo
bienes de capital.
- Sistema de seguro de empleo y formación.
|