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Por
Claudio Zlotnik
 La
tranquilidad en la city duró poco. En las últimas horas
hubo datos que volvieron a alterar a los financistas, poniendo fin a la
tregua que se había iniciado tras el acuerdo con el Fondo Monetario.
En un mercado hipersensibilizado, el Banco Central corrigió su
informe sobre depósitos, aclarando que el jueves 30 en los bancos
había 520 millones de dólares menos que lo comunicado inicialmente.
Sobre este dato, de por sí intranquilizante, desde Wall Street
surgió la versión de que la corrección superaría
los 1000 millones, lo que fue desmentido por voceros del Central. El otro
hecho preocupante es que, a pesar de la incipiente recuperación
de los depósitos, las reservas del BC siguen disminuyendo: en los
últimos diez días hábiles se fueron 875 millones.
Estos datos se conocieron el mismo día en que, por primera vez
en dos semanas, hubo una baja sensible de los depósitos totales:
291 millones, el martes pasado. Esta caída, ligada a un hecho estacional
después de que se pagaron los salarios, se compensó con
una mejora de 118 millones en los plazos fijos, confirmando la tendencia
de las últimas semanas.
Desde que se profundizó la corrida financiera, las reservas del
Central no pararon de irse. Desde el 4 de julio pasado, cuando comenzó
la corrida en medio de versiones de renuncia de Fernando de la Rúa,
del BC se fugaron nada menos que 9613 millones, el 33 por ciento del total.
En la actualidad, las reservas internacionales del Central trepan a los
19.113 millones. Ni siquiera en este momento de calma financiera se notó
un regreso de divisas. Precisamente, en los momentos de mayor agitación
hubo dos hechos que explicaron la huida de reservas: la caída de
depósitos y la dolarización de la economía. Y existen
varios motivos que explican que el fenómeno perdure aun cuando
reine la paz financiera.
- Cuando se detuvo la fuga de depósitos, los bancos extranjeros
devolvieron a sus casas matrices los billetes que habían importado
para hacer frente a la corrida y no tuvieron que utilizar. En las propias
entidades financieras aseguran que en las últimas dos semanas mandaron
al exterior unos 500 millones de dólares.
- Sigue la compra de dólares billetes por parte de las empresas
y particulares. Muestra de ello es que la circulación de pesos
disminuyó de 12.100 a 11.570 millones (530 millones) desde el 22
de agosto, día en que se difundió el acuerdo con el Fondo
Monetario. A principios de julio, los pesos circulantes llegaban a 13.510
millones.
- Economía hizo frente al vencimiento de un bono en euros por el
equivalente a 550 millones de dólares. Cortado el crédito
externo, esos fondos salieron de depósitos del sector público
y su cancelación terminó impactando en el nivel de las reservas.
- Asistencia del Banco Central a los bancos con problemas de liquidez.
Se concreta a través de pases activos y de redescuentos. Los pases
–que se otorgan contra la entrega de títulos públicos
que quedan en garantía– se encuentran en su record histórico:
2390 millones, a pesar de que el BC tomó diversas medidas para
inyectar liquidez en el sistema. En abril, antes de que estallara la corrida,
el stock de pases se encontraba en tan sólo 100 millones. A su
vez, el stock de redescuentos se sitúa en 1500 millones. En el
último mes hubo un aumento de 500 millones, lo que da cuenta de
que hay bancos que no se benefician con el regreso de divisas.
Frente a este panorama, gran parte del aporte de 6260 millones que efectivizará
el FMI en las próximas horas servirá para mejorar la situación
del sistema, junto a la línea anticorridas por 1300 millones.
En medio de esta situación delicada, en la que el “caso argentino”
es seguido con lupa por los analistas de los principales bancos internacionales,
el Central informó erróneamente sobre el nivel de depósitos.
En principio informó que las colocaciones totales del jueves de
la semana pasada eran de 76.920 millones. Pero 24 horas más tarde
se rectificó y dijo que alcanzaban a 76.400 millones. Es decir,
computó unadiferencia de 520 millones. Una fuente del Central dio
una explicación de lo sucedido a Página/12.
- Ante una demora del Banco Nación, los técnicos del BC
realizaron una proyección de los depósitos de la entidad
pública. Y eso fue lo que se informó.
- Pero dos días más tarde, cuando el Nación brindó
la información, el Central se corrigió dando cuenta de que
en el sistema financiero había 520 millones menos.
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