Tras presentar sus candidatos para los comicios de octubre, Elisa Carrió se despachó contra varios de los postulantes de los otros partidos. Pero dejó para el final el financiamiento de la política, al respecto aconsejó a Fernando de la Rúa que le dijera al secretario general de la Presidencia, Nicolas Gallo, que “no recaude más”. Ayer, el funcionario le respondió a la diputada. Le pidió, simplemente, que “no mienta”.
“Le pido a la diputada Carrió que en lo que a mí respecta, no mienta. La mentira y la calumnia no forman parte de una conducta cristiana”, sostuvo Gallo. El funcionario señaló además que “el ejercicio de la política también requiere integridad moral” y aseguró que “ello no se traduce en los métodos elegidos por la diputada Carrió para referirse a mi persona”. Durante el acto del miércoles, Carrió lanzó un golpe directo contra Gallo al asegurar “que el Presidente De la Rúa prohíba el financiamiento empresario y le diga al secretario General de la Presidencia que no recaude más”. Gallo escuchó las declaraciones y decidió que no debía quedarse en silencio. Respondió a través de un breve comunicado de prensa que sus colaboradores distribuyeron en la sala de periodistas de la Casa Rosada.
Carrió ni siquiera se enteró de la repercusión de sus declaraciones. Desde ayer se encuentra en Miami donde dictará una conferencia. Pero entre sus colaboradores el comunicado de Gallo no sorprendió. Fuentes cercanas a la legisladora dijeron a este diario que “a Gallo lo pone nervioso la verdad”.
Gallo no es el único funcionario que está enfrentado con Carrió. La radical disidente junto a su nueva incorporación en el bloque del ARI, Graciela Ocaña, mantienen una denuncia contra el jefe de Gabinete, Chrystian Colombo, en la comisión investigadora sobre lavado de dinero. Las legisladoras sostienen que Colombo “ocultó” información que demostraba la imposibilidad de autorizar créditos al Grupo Yoma en el momento que éste ocupaba la presidencia del Banco Nación. En la comisión antilavado se decidió remitir un cuestionario al funcionario, quien respondió el viernes pasado. Pero la carta del jefe de ministros –donde niega los cargos que se le realizan– recorrió un largo camino antes de llegar a manos de los miembros de la comisión. Y es que la respuesta llegó a la presidencia de la Cámara baja y tardó cuatro días antes de remitirla a las oficinas donde funciona la comisión.
Todo indica que el análisis de la contestación de Colombo se transformará en otro largo tratamiento fruto de las diferencias que existe entre sus integrantes.
El martes pasado, cuando comenzaron a esbozar un primer análisis de la carta, ya comenzaron a perfilarse las posiciones encontradas. Colombo tiene al jefe del bloque radical, Horacio Pernasetti, como el más firme defensor. La storanista Margarita Stolbizer duda, pero fuentes de la comisión aseguran que terminará apoyando al legislador catamarqueño. Actitud similar tendrá el menemista Daniel Scioli. Del lado de las legisladores estarán, además del frepasista José Vitar y el demócrata mendocino, Gustavo Gutiérrez, el ex cavallista y recién retornado al PJ, Franco Caviglia. Es un misterio la posición de los justicialistas Cristina Kirchner y Carlos Soria.
El próximo martes, la comisión no sólo evaluará la respuesta del jefe de Gabinete, también estudiarán las que enviaron el Banco Nación y la Oficina Anticorrupción, a quienes también se les había solicitado información sobre el tema Colombo.

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