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Sólo Gregorio Ríos puede mantener las esperanzas

La Cámara de Casación Penal bonaerense rechazaría todas las apelaciones de los condenados por el asesinato de José Luis Cabezas. En el único caso en que harían lugar al recurso sería en el del jefe de custodia de Yabrán, Ríos.

Por Raúl Kollmann

En el mayor de los secretos, la Cámara de Casación Penal de la Provincia de Buenos Aires prepara una resolución en la cual rechazaría las apelaciones de todos los condenados por el asesinato de José Luis Cabezas, salvo la presentada por Gregorio Ríos, el jefe de la custodia de Alfredo Yabrán. La razón del rechazo es que los recursos –siempre según la Cámara– tendrían deficiencias de forma y por ello se los declararía no admisibles. En el caso de Ríos esto de ninguna manera significa que le aliviana la situación, simplemente la Casación tratará su caso, es decir que determinará si corresponde o no la condena que se le impuso en el juicio oral.
El policía bonaerense Gustavo Prellezo, considerado por los jueces como el organizador de la operación, los también policías Aníbal Luna y Sergio Camaratta, que apoyaron al grupo que actuó y los cuatro ladrones del barrio de Los Hornos, José Luis Auge, Gustavo González, Horacio Braga y el fallecido Héctor Retana, que actuaron como mano de obra, recibieron durísimas condenas por el crimen del fotógrafo. Lo mismo ocurrió con Ríos, considerado el autor intelectual del asesinato. El fallo fue dictado por la Cámara de Dolores tras el juicio oral que concluyó a principios del año 2000. Un año y medio después, en un trámite controvertido por la duración y las desprolijidades, la Casación está por dictar su resolución sobre las apelaciones.
En verdad, el tribunal parece que recién ahora va a rechazar todos los recursos –salvo el de Ríos– sin meterse a opinar si corresponden o no las condenas, sino que dirá que las apelaciones tienen errores y por ello no se pueden considerar. Ya en una oportunidad tomó una resolución por el estilo, alegando que el recurso de Prellezo se presentó fuera de término: sin embargo, tras probarse que el escrito se entregó al día siguiente de la sentencia, la Casación tuvo que retractarse. A raíz de ese incidente, el abogado de Prellezo recusó al tribunal, algo que no terminó de resolverse. Ahora, el fallo de la Casación sería de un estilo parecido: rechazará las apelaciones por contener errores.
En verdad, las apelaciones no consisten en discutir si Prellezo o los horneros hicieron o no hicieron tal cosa o si una pericia era correcta o incorrecta. Los recursos apuntan a supuestos errores en los procedimientos del juicio y en la calificación de los delitos. Por ejemplo, los condenados señalaron que el juicio oral debía ser anulado pues lo llevó adelante la Cámara de Dolores que es la que participó de la instrucción de la causa y eso está prohibido. Otra vertiente es que se consideró a Ríos autor intelectual del asesinato, pero –según sus abogados– no están presentes los elementos para que se pueda calificar de esa manera la actuación del ex jefe de la custodia de Yabrán.
Para los condenados, la resolución de Casación significará que deben apelar a la Corte Suprema de la Provincia de Buenos Aires y, en última instancia, a la Corte Suprema de la Nación. En una palabra, que les quedan muy pocas alternativas para atenuar sus penas de reclusión perpetua.
En cuanto a Ríos, se consideraría admisible el recurso que interpuso su abogado, Jorge Sandro. Esto se traducirá en que va a tener la oportunidad de ampliar sus argumentos y después se realizará una audiencia oral para tratar el caso. Desde un punto de vista político, es una pieza central de toda la trama, ya que para los jueces fue el eslabón entre el asesinato y Alfredo Yabrán. Por ello, la familia del fallecido supercartero ha puesto todo su poderío económico al servicio de la defensa de Ríos.
La realidad, es que en el caso Cabezas nunca terminaron de esclarecerse los papeles que jugaron todos los policías bonaerenses que actuaron y como se entroncaron con el aparato de seguridad de Yabrán. Para los jueces, el crimen se produjo porque “papimafi” estaba molesto por unas fotos que lesacó y le estaba por sacar el fotógrafo de Noticias, pero la explicación parece poco sólida para una operación en la que secuestraron a Cabezas, lo maniataron con esposas, le pegaron dos tiros en la nuca y quemaron el cadáver.

 

 

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