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Por Claudio Zlotnik
 Ya no alcanza ni siquiera con mostrar dinero en efectivo sobre la mesa. Ni así la Argentina logra ser confiable para los inversores. El mismo día en que el Fondo Monetario anunció un nuevo desembolso �un total de 8000 millones, de los cuales 6260 millones llegarán el próximo lunes�, el riesgo país volvió a recalentarse. Trepó 36 puntos, hasta los 1491, con una caída promedio del 1,5 por ciento en los títulos públicos. Mientras, las acciones perdieron 2,2 por ciento y el índice Merval terminó en un nivel similar al de marzo del �95, cuando explotó el Tequila. El programa del Fondo incluye otros 3000 millones que servirán para reestructurar la deuda de una manera �amigable�, tal como lo solicitó el propio Departamento del Tesoro estadounidense. No obstante, el propio FMI insistió ayer en que este monto será �insuficiente� para solucionar el problema de la deuda argentina. Y que deberían sumarse otros dadores. �Es una noticia extraordinaria para los argentinos�, señaló anoche Fernando de la Rúa. Anne Krueger, flamante vicedirectora del Fondo, hizo una enfática defensa de la Convertibilidad.
El nuevo Memorando con el Fondo menciona el envío de 8000 millones. De ese total, 5000 millones llegarán inmediatamente y el resto en el 2002, para poner en marcha la reestructuración de la deuda. Otros 1260 millones corresponden a una cuota del blindaje. Ya está establecido que 4000 millones que llegarán pasado mañana se utilizarán para dotar de liquidez al sistema financiero, mientras que el resto irá al Tesoro a cubrir el bache fiscal. Al dar a conocer el comunicado, el director de Asuntos Externos del Fondo Monetario, Thomas Dawson, mencionó que Domingo Cavallo tendrá que buscar dinero adicional �entre otras instituciones multilaterales, bilaterales y gobiernos� para encarar un nuevo canje que alivie el peso de la deuda. Aunque el FMI �no le ordena� a la Argentina la forma en que debe realizar la operación, añadió Dawson.
Según pudo saber Página/12, Economía analiza varias alternativas para llevar adelante la reestructuración de la deuda. La idea es que con el dinero aportado por el FMI y por otros organismos internacionales se compren garantías del Tesoro estadounidense y se emitan nuevos bonos que se canjearán por los que actualmente están en circulación. Si bien Cavallo quiere mantener este tema en la más estricta reserva, colaboradores suyos admiten en la intimidad que el objetivo sería recuperar del mercado unos 20.000 millones de los viejos títulos. Estos bonos tienen un costo para el Estado del 10,5 por ciento anual en promedio.
La reestructuración de la deuda, en forma voluntaria, fue una de las cláusulas impuestas por la Administración Bush para socorrer a la Argentina en medio de la crisis. Según el secretario del Tesoro, Paul O�Neill, sólo si la Argentina mejora el perfil de su deuda podrá ser viable económicamente. En estos mismos términos se expresó el Directorio del Fondo al dar su aprobación al nuevo crédito.
Justamente, los fondos frescos llegarán a Buenos Aires en momentos en que el crédito internacional está cortado para la Argentina, como consecuencia de la profunda desconfianza de los inversores internacionales. Fue por ese motivo que Cavallo proclamó el Déficit Cero. El único problema es que no le creen demasiado. Y por eso los mercados le siguen dando la espalda, el riesgo país se mantiene en niveles insoportables, a pesar de que el ministro mutó su plan original de políticas activas en otro que contempla el modelo ortodoxo y el ajuste más implacable que alguna vez se haya aplicado en la Argentina.
Precisamente, en su primera intervención sobre la Argentina, la flamante número dos del FMI, Anne Krueger, elogió el plan de Déficit Cero. �Debería restablecer la estabilidad macroeconómica y resolver los obstáculos para la inversión y la producción�, señaló. Al mismo tiempo, dio un decidido respaldo a la Convertibilidad, al asegurar que este régimen �ha sidovital�, junto con la solidez del sistema financiero, �para enfrentar condiciones financieras turbulentas�.
Para De la Rúa, el acuerdo con el FMI �cierra un capítulo�. �Ahora tenemos que fortalecer la confianza, reactivar el mercado interno y que continúe la vuelta de los depósitos bancarios�, dijo, en una expresión de buenos deseos. El miércoles (últimos datos disponibles) volvieron a subir los depósitos totales: 177 millones.
En Economía creen que el desembolso del FMI ahuyentará por un buen rato a los especuladores que, durante julio y agosto, apostaron en contra de la Argentina. En la city, a su vez, sostienen que la calma financiera está garantizada hasta las elecciones. Después, alegan, dependerá del reordenamiento político (los operadores especulan con una amplia derrota del oficialismo) y del cumplimiento del Déficit Cero.
Al respecto, entre los financistas existe consenso de que, tras los guarismos, De la Rúa estará obligado a aplicar un nuevo ajuste en las cuentas públicas, acaso de 2000 millones con el objetivo de cumplir con el acuerdo con el FMI. Obviamente, nadie quiere apostar hasta ver en vivo y en directo que ello sucede. Lo mismo sucede con la cuestión política. No hay que olvidar que el Memorando rubricado en Washington menciona la posibilidad de recortar en 900 millones los fondos a las provincias. Algo que a simple vista parece imposible de aplicar, y que sólo un gran acuerdo político podría destrabar.
Estas dudas, a las que Cavallo realimentó firmando un pacto con el FMI muy difícil de cumplir, son las que sostienen al riesgo país muy cerca de los 1500 puntos. Por más que haya fondos frescos y De la Rúa se ilusione con que, ahora sí, será distinto a cuando se anunció el blindaje y el megacanje. Para colmo, desde el extranjero soplan vientos cruzados que harán complicada la navegación.
Igual que en el Tequila
A pesar del acuerdo con el FMI, los mercados volvieron a darle la espalda a la Argentina. La Bolsa de Comercio cayó 2,2 por ciento, mientras que el riesgo país trepó a 1491 puntos. Pero el dato más preocupante de ayer fue que las reservas internacionales siguen bajando. El último miércoles cayeron en 139 millones, por lo que quedaron 15.957 millones. Frente a la mala noticia, fuentes del Banco Central anticiparon que anteayer las reservas se recuperaron en unos 200 millones. Lo cierto es que por ahora el drenaje de divisas no se detiene, y tampoco cambia el humor de los financistas por más esfuerzos que haga el Gobierno. No obstante, las caídas locales se atribuyeron ayer en la city al impacto de lo que ocurrió en los mercados internacionales. Los problemas en la economía de Estados Unidos motivaron una baja del índice Dow Jones del 2,4 por ciento, en tanto que el Nasdaq descendió 1,1. Eso repercutió con caídas en Europa de hasta el 3,0 por ciento, como en el caso de Francfort. Aquí el MerVal terminó en 300 puntos, su peor nivel desde marzo de 1995.
Con el sello postal del FMI
Los puntos principales incluidos en la Carta de Intención con el FMI son los siguientes:
 La economía caerá 1,4 por ciento en 2001.
Se proyecta que para finales de año un nivel de reservas de 8500 millones inferior a las de fines de 2000.
Se prevé que en el segundo semestre de 2001 los ingresos fiscales programados se reducirían alrededor de 3200 millones.
Se enviará al Congreso una nueva ley de Coparticipación Federal.
Se compromete a negociar un recorte de 900 millones de pesos a las provincias en el último trimestre del año.
El Gobierno recortará en cerca de 2300 millones el gasto primario en el segundo semestre del año.
Se estudia la posibilidad de lanzar otra operación de canje de deuda, que se facilitará con 3000 millones aportados por el FMI.
Se están preparando planes para mejorar la capacitación laboral de las personas que se incorporen al mercado de trabajo y de los desempleados, permitiendo a los empleadores ofrecer contratos de empleo con un nivel más bajo de sueldo y prestaciones.
Chávez ve una conspiración
�Vean cómo la tienen a nuestra pobre hermana Argentina, uno de los países que tuvo una de las economías más sólidas del continente. ¡Ah!, pero eso a algunos no les conviene�, arrancó el presidente venezolano, Hugo Chávez, al denunciar maniobras para desestabilizar la economía de su país. Los �desestabilizadores son de adentro y de afuera�, señaló, y luego dijo que �ya sacaron del país 12 mil millones de dólares en los últimos meses�.
�Tengo que alertar al país: se pretende desestabilizar nuestra economía, porque hay sectores a los que no les gusta que seamos una de las economías más sólidas del continente�, agregó. Chávez consideró que Argentina también sufre un ataque de similares características.
Desde el 6 de agosto, el bolívar cayó 17,3 por ciento frente al dólar, por lo que algunos analistas afirman que el Gobierno no podrá cumplir la meta de una devaluación del 7 por ciento este año. Venezuela mantiene un sistema de flotación por bandas desde hace siete años. �Sacaron 12 mil millones de dólares en los últimos meses. Es un juego perverso y ahora el ataque viene contra Venezuela�, señaló, así como antes fue contra Argentina. |
MELTZER, EL DEL DEFAULT CONSTRUCTIVO
�El problema sigue allí�
Allan Meltzer, economista que Domingo Cavallo debe tener en su top five de personas más odiadas del momento, volvió a hablar ayer de la Argentina. �El problema sigue allí, simplemente fue diferido para después de las elecciones o quizás hasta diciembre. Pero mucha gente cree que habrá default y reestructuración de la deuda después de octubre�, manifestó. El salvataje del FMI habría logrado postergar ese episodio, de acuerdo con la opinión de este profesor de la Carnegie Mellon University de Estados Unidos, quien viene recomendando una reprogramación �con quita� de la deuda. El catedrático es asesor de Congreso de Estados Unidos y un analista muy escuchado entre los republicanos.
Semanas atrás, Cavallo salió a cruzar las recomendaciones de Meltzer, aunque sin mencionarlo. Y también Fernando de la Rúa insiste a cada paso que el Gobierno no caerá en default. �La deuda es parte del problema, pero lo más importante es que la economía argentina debe volver a crecer�, sostuvo ayer, en un reportaje que concedió a Bloomberg TV. �Es importante que se entienda que el problema de central de Argentina no es sólo el déficit del presupuesto, sino recuperar el crecimiento sustentable para reducir el desempleo�, agregó.
Para lograr esa sustentabilidad, el economista entiende que el Gobierno tarde o temprano deberá declararse en cesación de pagos, y sentarse a negociar con los acreedores. �Esta opción es compatible con el crecimiento de la economía�, aseguró. Su propuesta es que el FMI acompañe al Gobierno en la negociación con los tenedores de títulos, para ofrecerles que cobren 70 centavos por cada dólar que tengan en bonos. �Sería una operación voluntaria, porque en ese momento habría un verdadero mercado para los bonos argentinos, ya que el FMI garantizaría entre 60 y 70 centavos por dólar, lo que crearía un fuerte mercado para la compra de los títulos públicos�.
Meltzer reconoció que �hemos hablado con el Fondo, con el Tesoro, con los acreedores estadounidenses y con mucha gente en el mercado, pero nadie se ha comprometido con esta propuesta�. Finalmente, sostuvo que el Gobierno debería no sólo reducir el déficit fiscal, sino también incrementar las exportaciones, ya que el bajo nivel de ventas al exterior �es una gran parte del problema argentino�, remarcó.
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