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 El Vélez Sarsfield de Edgardo Bauza tuvo la victoria a su alcance, pero al final Colón consiguió el empate 2-2 en el Amalfitani. De mitad de cancha hacia adelante fue interesante lo que mostró Vélez y el armador Leandro Gracián se destacó por su atrevimiento y habilidad. El local se impuso en el parcial por dos goles de ventaja, ambos obtenidos por Federico Domínguez, pero tres cambios obligados por lesiones afectaron la producción del equipo. Colón puso fuerza y voluntad para igualar con una arremetida de Diego Castagno Suárez y un cabezazo del veterano capitán Pablo Morant. Vélez sumó su segundo punto en cinco partidos y Colón totaliza seis, pero va ganando 1-0 su cotejo suspendido contra Nueva Chicago, en Santa Fe.
Durante la mayor parte del primer tiempo fue Vélez el que manejó la pelota, especialmente por la sociedad que formaron el juvenil Gracián y el experimentado Patricio Camps. De todas maneras Colón equilibraba las llegadas porque se movía con acierto a la espalda de Fabián Cubero.
El primer gol de la fría noche en Liniers lo consiguió Federico Domínguez, libre y frente al arco, tras un tiro cruzado y deficitario de Camps, receptor de un pase largo y preciso de izquierda a derecha de Marcelo Bustamante. El último cuarto de hora de esa etapa fue casi todo de Vélez, porque Nanni �entró por Husain y anduvo bien� se sumó a la tarea eficaz de Gracián y Camps. Llegó el segundo tanto por un centro de Buján desde la derecha, Nanni se la bajó a Federico Domínguez.
En el segundo Vélez perdió claridad porque en la media hora inicial entró menos en juego Gracián y porque sintió las salidas por lesiones, fundamentalmente, las de Camps y Federico Domínguez. Colón empujó, pero sin claridad, aunque logró el empate mediante intentos originados con pelota parada y de los que se valieron Castagno Suárez, de rebote, y Morant, de cabeza. El 2-2 fue un premio para Colón y, acaso, un castigo desmedido para el nuevo equipo de Bauza.
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