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Por M. P.
 �No queremos que ocurran los hechos violentos de 1989. El pueblo está más armado que antes y no queremos que corra sangre. De esto estamos alertando a todos los gobernantes.� Apenas pronunció esa frase, el líder piquetero Juan Carlos Alderete, de la Corriente Clasista y Combativa (CCC), se preparó para que lo acusaran de instigación a la violencia, de fomentar los saqueos y cosas por el estilo. En realidad, se proponía �alertar al Gobierno de la crisis social�, pero no le quedó más remedio que aclarar que �no estamos proponiendo saqueos a los supermercados�. Más tarde, en diálogo con
Página/12, explicó qué lo llevó a hacer esas declaraciones: �Hay una desesperación terrible en los barrios. Nuestros compañeros comen salteado y nos piden que salgamos a buscar comida. En La Matanza, el presupuesto de los comedores se ha reducido un 80 por ciento�. Para paliar ese hambre, Alderete reconoció que pedirán alimentos a los supermercados �por nota�.
La situación social en el Conurbano se deteriora día a día. A la crisis que están viviendo hoy los municipios, se le suma ahora la amenaza de recortar los Planes Trabajar, una propuesta que impulsa el ministro de Economía, Domingo Cavallo. En ese contexto, Alderete advirtió sobre la posibilidad de que se produzca un estallido social parecido al de 1989. �El presupuesto de los comedores se ha reducido un 80 por ciento. Hay compañeros que están desesperados. Cuando hablamos de desesperación, hablamos también de violencia en la familia, de maltrato a la mujer e hijos, el marido que se va y no vuelve por tres o cuatro días. Acá hay mucha solidaridad, la gente se presta la yerba, los fideos, la leche, y así va tirando. En La Matanza está lleno de comedores, pero ya no alcanza�, afirmó a este diario.
Sus advertencias suenan apocalípticas, pero son urgentes. Ayer, luego de acusar a los gobernantes de tener una �sordera tremenda�, el dirigente de los desocupados hizo un terrible pronóstico para el futuro cercano. �Van a haber sangre y muertos, porque los compañeros hace mucho que están acumulando bronca. Lo del �89 fue medio de golpe, ahora sería diferente. Nosotros estamos alertando eso�, aseguró. De todas formas, Alderete y los demás portavoces del movimiento piquetero están preocupados por la situación, en especial porque �como admiten en voz baja� tienen miedo de no poder contener a la gente. Así las cosas, la propuesta de la CCC es �pedirle raciones de alimento a los hipermercados�. A diferencia de las ocupaciones encabezadas por Raúl Castells, esta vez los piqueteros van a pedir comida �por nota�, y lo harán a partir del martes, en los cuatro híper establecidos en la zona: Auchan, Wal Mart, Carrefour y Coto.
�Primero vamos a exigir a las autoridades políticas. Mientras tanto, vamos a pedir que donen raciones de comida para nuestros compañeros. Esas empresas no pagan monotributo y no pagan impuesto a la ganancia�, argumentó Alderete. La actividad del líder matancero se completará esta semana con una serie de reuniones con el intendente local, Alberto Balestrini, y los funcionarios de Desarrollo Social del municipio. Entretanto, el referente de la CCC se encargó de despejar cualquier duda acerca de sus intenciones. �Nosotros lo vamos a hacer por medio de notas, no con los saqueos, por favor... No queremos que ocurran los hechos violentos de 1989�, dijo.
Pese a las aclaraciones del piquetero, el Gobierno reaccionó con dureza y lo criticó sin muchas contemplaciones. �Me preocupan ciertas manifestaciones de los dirigentes �señaló a la mañana el jefe de Gabinete, Chrystian Colombo, quien pareció dudar de la buena fe de Alderete�. Pareciera que quieren aparecer como que están desesperados y no estuvieran encarnando las dificultades que tiene la gente.� A su turno, la ministra de Trabajo, Patricia Bullrich, una frecuente crítica de los piqueteros, consideró una �barbaridad y una irresponsabilidad� la posibilidad de que hayan saqueos en los supermercados.
Alderete lo desmintió (�no vamos a entrar y sacar alimentos de las góndolas�, aclaró), Bullrich lo cuestionó, pero lo cierto es que los hipermercados volverán a recibir pedidos desesperados de alimentos. Mientras, en el Conurbano el hambre es una realidad cotidiana.
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