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“Tajada jugosa de negocios para seguir cebando al insaciable capital”

Los rectores intensificaron su defensa de la universidad. Convocarán a apoyar una ley que garantice la educación pública.

Por Javier Lorca

”Tajada jugosa de negocios y fuente de ahorros públicos para seguir cebando al insaciable capital financiero.” Los rectores advirtieron ayer que así está siendo concebida la universidad pública. Reunidas en el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), las autoridades académicas avanzaron en su defensa frente a los rumores de ajuste y privatización para el sector. Acordaron lanzar una “iniciativa popular” para reunir firmas de apoyo y presentar al Congreso un proyecto de ley que garantice la supervivencia de la universidad pública.
Con el mismo objetivo, redactaron un manifiesto por la educación pública (al que pertenece el fragmento que encabeza esta nota) que utilizarán para convocar “a los sectores productivos, profesionales, organizaciones sociales, gubernamentales y no gubernamentales” de todo el país, además de a la comunidad educativa y científica.
“La educación universitaria es vista hoy como el último nicho del mercado que todavía controla el Estado... En una Argentina con quince millones de pobres, privatizar la educación o acabar con su gratuidad equivale a excluir a cientos de miles de ciudadanos. Si hoy sentimos el impacto de la ausencia de los 30 mil desaparecidos hace veinte años, pensemos cómo se sentirá, dentro de veinte años, la desaparición virtual de cientos de miles de personas del mundo del trabajo, de la participación democrática, de la creación científica y artística”, dice el documento aprobado por unanimidad en una sesión extraordinaria del CIN realizada en el Rectorado de la UTN.
La semana pasada, los rectores habían blanqueado los rumores que todavía les pisan los talones: un recorte de hasta la mitad del presupuesto de 1800 millones para el año próximo y el gerenciamiento privado de las casas de altos estudios. En ese marco, habían anunciado también desde el CIN
que harían una consulta popular sobre el carácter público y gratuito de la educación. Ayer aclararon la propuesta. “Hacer una consulta nos llevaría a pelear con los Hadad y compañía”, avisó el rector de la Universidad de Mar del Plata, Gustavo Daleo. “La idea no sería hacer una consulta sobre qué quiere la gente, sino hacer un proyecto de ley que asegure la no privatización de la universidad, que sea garantía de defensa de la educación pública”, detalló el rector de la Universidad de General Sarmiento, José Luis Coraggio. Todos los rectores apoyaron la moción.
Además, reiteraron que pedirán audiencias con el Presidente, el ministro de Economía (a cuyo entorno le atribuyen la intención de recortar), los presidentes de cámaras del Congreso, legisladores y también gobernadores de provincias, en busca de apoyos para evitar cualquier restricción de fondos que ponga en riesgo el funcionamiento de la universidad.
Antes de que concluyera la sesión, el rector de la Universidad de Villa María, Carlos Domínguez, presentó un informe sobre la situación presupuestaria actual. “Al 31 de agosto, deberíamos haber recibido 1.146 millones. Pero lo asignado por el ministerio llega a 1.074 millones. La subejecución hoy es del 4,16 por ciento del total. Pero, con la tendencia de los últimos meses, en septiembre será del 5,92, en octubre del 7,68, en noviembre del 9,44 y en diciembre del 11,2”, avisó. Según las previsiones de la comisión de asuntos económicos del CIN, para fin de año el ajuste trepará hasta 140 millones. De concretarse el pronóstico, restará saber si el Gobierno asume el compromiso de pagarlos (en algún momento) o si, directamente, no los ejecuta.


CRITICAS AL PROYECTO DE EDUCACION
“Un arancel encubierto”

“Cobrarles a los alumnos que tienen que volver a rendir una materia o examen es un arancel encubierto”, se plantó ante la consulta de Página/12 el presidente del Consejo Interuniversitario Nacional, Héctor Brotto. Después de que el martes este diario anticipara el proyecto del Ministerio de Educación de establecer un nuevo régimen de regularidad y rendimiento estudiantil, con multas para los repitentes, estalló la polémica.
“Todas las universidades tienen sus propios regímenes de regularidad. Poner al estudiante en situación de pagar por una cuestión académica no corresponde. Habría que buscar otros métodos para ayudarlo”, insistió el titular del consejo de rectores. Los estudiantes, desde la FUA, ya habían anticipado su rechazo.
Por su parte, el secretario de Educación Superior, Juan Carlos Gottifredi, defendió el proyecto para reformar la Ley de Educación Superior, fijar un mínimo de dos materias aprobadas al año y un 70 por ciento de éxito en asignaturas y exámenes, y fijar un sistema de multas. Dijo que generará mayor responsabilidad entre los alumnos. “Si la sociedad me dio la oportunidad para estudiar y yo fracasé, entonces ¿cómo lo retribuyo? Pagando una multa, que no tiene porque ser excesiva.” Y aseguró: “No tiene nada que ver con un arancelamiento. La idea es que haya poca recaudación en multa; la universidad que va a andar bien es la que recaude poco, no la que recaude mucho por multas”.

OPINION

Por Nora Veiras

De cómo parecer serio

Ramal que para, ramal que cierra.” Esa fue la consigna que anticipó María Julia Alsogaray como interventora de Ferrocarriles Argentinos. La amenaza era obvia: cualquier resistencia al modelo implica una alternativa aún peor. Desde comienzos de los 90, el temor al caos absoluto fue el argumento para aceptar humillaciones graduales. En la educación, el peso de una tradición que permitió forjar un país latinoamericano diferente impidió el avance de políticas de destrucción frontales –ni el CEMA se atreve a decir abiertamente que hay que eliminar la educación pública. Sin embargo, se ha avanzado en distintas formas de degradación. Ahora, la secretaría de Políticas Universitarias del Ministerio de Educación acaba de presentar un proyecto que le da un nuevo contenido al apotegma de la Marie Julie. Sería algo así como “aquel que no estudia, paga” y lo fundamenta en la necesidad de justificar la gratuidad de la enseñanza de grado ante una sociedad que hasta se bancó el recorte de las jubilaciones en pos de cumplir con los compromisos externos. Se sabe que son los únicos que priman aún a costa de la dignidad de miles de ciudadanos.
La propuesta apunta a conjurar un mal de la educación superior: la vegetación de alumnos que no rinden ni siquiera dos materias por año -como establece la ley vigente– y que a la luz de los números siguen figurando como estudiantes a la hora de repartir el presupuesto. La exigencia académica es lógica –se supone condición básica de la formación–, lo increíble es pretender que el castigo ante el incumplimiento sea monetario. Y es ahí donde se devela el motivo que guía esta nueva receta que intenta otro atajo para el arancel: el motivo que la sostiene no es académico sino economicista. Es más, en los propios fundamentos se explicita que “en estos difíciles momentos el gobierno nacional se ve forzado a aplicar recortes en todos los sectores de la administración, incluyendo al sistema educativo”. Otra mentira: si el apremio es coyuntural, qué sentido tiene perpetuarlo en una modificación de la Ley de Educación Superior.
La desesperación por conseguir plata como sea torna grotescas algunas políticas. El radicalismo gobernante, que ya claudicó en casi todo, no se atreve a proponer lisa y llanamente el arancelamiento de los estudios de grado. En la universidad pretende mantener las apariencias.
La idea prevé también mecanismos de readmisión, a criterio de cada universidad, pero sólo por una vez. Sería bueno que ante el fracaso, el Estado aplique la misma lógica a la hora de formar el gabinete nacional. Hay más de uno que no podría reincidir ni pagando fortunas.

 

TOMAS

Las tomas de unidades académicas en rechazo al ajuste ejecutado por el Gobierno proliferaron ayer. Alumnos de cinco facultades de la Universidad de La Plata mantenían tomados los edificios donde se dictan Derecho, Humanidades, Periodismo, Odontología y Arquitectura. En esta última sede, el decano Gustavo Azpiazu denunció que fue “intimidado” por estudiantes, después de que anteayer fuera destrozado su auto particular. También fue tomado el Centro Regional Universitario Bariloche, de la Universidad del Comahue. El escenario se repitió en la Universidad de San Luis: todos los edificios de la universidad fueron tomados, por los alumnos en San Luis, mientras que docentes, no docentes y estudiantes hicieron lo mismo en Villa Mercedes. Simultáneamente, ayer concluyeron las 48 horas de lucha y paros activos convocados tanto por la Conadu como por la Conadu “Histórica”. Ayer al mediodía hubo una clase pública frente al Rectorado de la UBA y hoy se hará una jornada nacional de clases. A las 19, habrá una en Diagonal Norte y Esmeralda.

EL DATO.
Asignaturas pendientes

El viernes y el sábado de la semana que viene se realizarán las primeras jornadas “Participación, ciudadanía y democracia. Asignaturas pendientes de nuestro sistema educativo”, en la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA (Puán 470). Participarán Cristina Davini, Graciela Frigerio, Daniel García Delgado y Domingo Tavarone, entre otros. La actividad no es arancelada. Informes: [email protected].

EL NUMERO.
10

Son las becas que ofrece la Unión Latina para participar de un curso de formación de redacción de guión cinematográfico. El curso está dirigido a jóvenes cineastas (con dominio del francés) y se dará en París, del 5 al 30 de noviembre próximo. Los candidatos deben presentar un corto o un largometraje antes del jueves 20. Informes: 4803-1636 y 4801-3231.

 

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